Un ataque contra un autobús militar en Cachemira deja al menos 28 muertos y diez heridos
El ataque, uno de los más mortíferos registrados en los últimos años en la región, se produce 24 horas después de la toma de posesión del nuevo primer ministro indio
Al menos 28 soldados han muerto y otras diez personas han resultado heridas, siete militares y tres civiles, al estallar una carga explosiva bajo un autobús militar en la zona de Cachemira bajo control de India. El ataque, uno de los más mortíferos de los últimos años en la región, se ha producido lugar en la carretera que une Srinagar y Jammu, las capitales de verano e invierno, respectivamente, del Estado indio de Jammu y Cachemira, a las 10.20 de la mañana (6.50 en la España peninsular).
Según el subinspector general del cuerpo militar de la Fuerza de Seguridad Fronteriza, K.Srinivasan, el atentado, que ha atribuido a terroristas separatistas musulmanes, se ha registrado en la localidad de Wudsa, cerca del túnel de Jawahar, unos 80 kilómetros al sureste de Srinagar, en la salida del valle donde se encuentra esta ciudad, la mayor de Cachemira.
La fuerte explosión ha hecho que el autobús, alcanzado de lleno se saliera de la calzada y volcara. Al instante, el vehículo se ha incendiado, por lo que la mayor parte de los
cadáveres están calcinados. Además, el impacto de la deflagración ha alcanzado a un autobús de civiles que se encontraba detrás del vehículo de los militares. Srinivasan ha precisado que el cifra exacta de fallecidos aún está por establecer.
Helicópteros militares se han trasladado al lugar del ataque para recoger a los heridos y trasladarlos al Hospital de la base del Ejército en Srinagar. Un supuesto portavoz del grupo terrorista musulmán secesionista cachemir Hizbul e Muyahidin, el más importante de Cachemira, ha asumido la autoría del ataque en una llamada telefónica a una emisora de radio local de Srinagar.
El portavoz, Junaid ul Islam, ha señalado que el acto tenía como objetivo vengar el asesinato de varios comandantes del grupo. Ul Islam no ha hecho mención al nuevo Gobierno indio que prestó ayer juramento. El nuevo primer ministro indio, Manmohan Singh, de 71 años, prometió en su primera declaración pública que luchará por resolver el conflicto.
Una docena de grupos guerrilleros y terroristas musulmanes luchan, desde 1989, por la independencia o la anexión a Pakistán de Cachemira, un territorio de mayoría de población islámica que quedó en parte bajo control de la India tras la división de los dos países después de la independencia del Reino Unido en 1947. Unas 45.000 personas han muerto en estos 15 años de violencia según las autoridades de Nueva Delhi, aunque los responsables políticos cachemires elevan la cifra a unas 65.000 y los rebeldes aseguran que los muertos son unos 100.000.
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