Asesinado a tiros el enviado especial del Papa en Burundi

El nuncio apostólico en Burundi, monseñor Michael Courtney, ha sido asesinado hoy de tres balazos en un lugar indeterminado a cincuenta kilómetros de Bujumbura, la capital de ese país africano. El Ejército de Burundi ha culpado del atentado a la guerrilla hutu, contraria al desarrollo del proceso de paz.

La agencia de prensa misionera Misna ha informado de la muerte del religioso y ha citado a fuentes locales para asegurar que monseñor Courtney no ha podido superar la fuerte hemorragia provocada por los impactos que recibió, uno de ellos en la cabeza, y ha fallecido en la mesa de operaciones. Desde Roma, el viceportavoz vaticano, Ciro Benedetti, ha confirmado la muerte del nuncio y ha expresado el "profundo dolor y desolación" de la Santa Sede por ese drama.

La misma agencia ha señalado que las circunstancias del incidentes siguen rodeadas de confusión. Lo que se sabe por el momento es que el atentado se ha perpetrado en una zona en la que últimamente se han producido acciones de grupos rebeldes opuestos a los recientes acuerdos de paz y a la formación de un gobierno provisional.

Nacido en Nenagh (Irlanda) en 1945, Michael Aidan Courtney era nuncio apostólico en Burundi desde agosto de 2000. Ordenado sacerdote en 1968, monseñor Courtney había sido consejero en la Nunciatura en Egipto y fue observador de la Santa Sede ante el Consejo de Europa, en Estrasburgo.

En diciembre del año 2000, el religioso ahora asesinado salió ileso de el ataque con armas de fuego contra el avión en el que acababa de aterrizar en el aeropuerto de Bujumbura. En la actualidad el principal foco de tensión en Burundi es la negativa de grupo rebelde Fuerzas de Liberación Nacional (FLN) a aceptar el proceso de paz tras los acuerdos de alto al fuego y la formación de un gobierno provisional, en el que están presentes miembros de otras formaciones que en el pasado recurrieron a las técnicas guerrilleras.