La presidenta de Sri Lanka declara el estado de emergencia en el país
La medida concede 'de facto' plenos poderes a los militares
La crisis política que vive estos días Sri Lanka se ha agravado esta mañana después de que la presidenta del país, Chandrika Kumaratunga, declarara el estado de emergencia. La medida concede de facto plenos poderes a los militares y acrecienta la crisis institucional originada ayer por la destitución de tres ministros y la suspensión del Parlamento.
Un funcionario de la Presidencia ha asegurado a la agencia EFE que las Fuerzas Armadas y de Seguridad ceilanesas, que ayer tomaron posiciones alrededor de la radio y la televisión oficiales y otras infraestructuras esenciales, tiene ahora autoridad plena para detener a sospechosos. La ley permite en Sri Lanka que el estado de emergencia impuesto por orden ejecutiva se mantenga durante un máximo de diez días. Después necesita la aprobación del Parlamento para su prórroga.
La presidenta, que cuenta con amplios poderes constitucionales, destituyó ayer a los ministros de Defensa, Interior e Información. Desde Washington, donde se encuentra de visita oficial, el primer ministro, Ranil Wickremesinghe, rival político de Kumaratunga, la acusó de "causar el caos". A su vez, la presidenta le acusa a él de hacer demasiadas concesiones a los secesionistas Tigres de Liberación de la Tierra Tamil (LTTE).
Negociaciones con los tamiles
El LTTE presentó la semana pasada por primera vez una propuesta política detallada para crear una Autoridad Interina de Autogobierno en el norte, que cuenta con mayoría de población tamil tras unas conversaciones en las que participaron los ministros destituidos. La presidenta, víctima de un atentado hace cuatro años, se ha mostrado siempre inflexible con estas negociaciones.
El enfrentamiento armado entre el Gobierno y los Tigres Tamiles, suspendido desde el cese el fuego de febrero de 2002 ha causado más de 64.000 muertos desde los años setenta. Un portavoz presidencial ha anunciado esta mañana que la tregua va a continuar pese a las medidas adoptadas.
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