Eslovaquia vota en referéndum su ingreso en la UE
La consulta no es vinculante y, para que sea válida, precisa una participación mínima del 50% del censo
Los eslovacos han comenzado a votar este mediodía en un referéndum en el que se les consulta por el ingreso del país en la Unión Europea. La consulta no es vinculante y, en cualquier caso, requiere para su validez una participación mínima del 50% de los 4,2 millones de electores. Los sondeos indican que dos tercios de los votantes avalarán el ingreso.
Los más de 5.000 colegios electorales repartidos en 79 provincias y ocho regiones permanecerán abiertos hasta las 20.00 GMT de hoy y se reabrirán de nuevo mañana, sábado, de 05.00 a 12.00 GMT. Los resultados oficiales serán dados a conocer el domingo a las 8.30 GMT, tras la convalidación de la consulta por parte de los responsables de la Comisión Central del Referéndum, la Oficina Estadística Eslovaca y el Ministerio del Interior.
A media tarde de mañana se espera conocer los primeros resultados parciales, obtenidos de las comisiones electorales regionales. En el caso de que los adeptos al "sí" sean mayoría, lo que parece probable, se habrá zanjado definitivamente el aislamiento internacional en que se vio sumido el país durante la década pasada tras la separación de la República Checa.
Plan de contingencia
El talante poco democrático del entonces gobernante Movimiento por una Eslovaquia Democrática (HZDS), encabezado por el nacionalista Vladimir Meciar, supuso la ruptura de las negociaciones de acceso a la UE entre Bruselas y Bratislava, que no fueron restablecidas hasta 2000.
Sin embargo ahora la unanimidad entre los partidos más importantes es, desde hace años, casi total en materia de política exterior. Así se puso de manifiesto una vez más en el conflicto de Irak, en el que apenas se produjeron fracturas, a diferencia de la vecina República Checa. Incluso la formación izquierdista HZDS ha declarado que no está dispuesta a convertir el referéndum en objeto de "mercancía electoral", acallando cualquier crítica a la campaña, así como cualquier asomo de euroescepticismo.
Aunque la naturaleza de este referéndum no es vinculante, su hipotética invalidación -si no se supera el umbral del 50% de participación electoral- podría tener efectos negativos en los procesos de ratificación de los Parlamentos de los restantes países candidatos.
Tedio en Bratislava
Los eslovacos afrontaron con cierto tedio los cuatro últimos referendos celebrados en el país, en los que la media de asistencia se cifró en el 20%.
En consultas similares, que fueron declaradas inválidas por la baja participación, la ciudadanía fue interpelada -entre otras cosas- sobre la convocatoria de elecciones anticipadas, el ingreso del país en la OTAN, el despliegue de armas nucleares y bases militares extranjeras en el territorio nacional, así como sobre la elección directa del jefe del Estado.
