Tres periodistas mueren cerca de Basora y otro en un ataque suicida en el norte

Cuatro periodistas se han añadido a la lista de los muertos en la guerra. Un informador australiano, Paul Moran, de 39 años, que trabajaba para la cadena de televisión Australian Broadcasting Corporation, falleció ayer en la localidad de Juramí, al norte de Irak, en un atentado con coche bomba que hirió además a otras nueve personas.

La Unión Patriótica del Kurdistán (UPK) culpó del atentado a una organización fundamentalista vinculada a Al Qaeda llamada Ansar el Islam.

Otros dos periodistas fallecieron en emboscadas cerca de Basora, aunque no se han precisado más datos, ni el medio al que pertenecían ni sus identidades.

La cuarta víctima es un enviado de la cadena británica ITN que viajaba con otros informadores y un traductor en el camino de las tropas aliadas, en concreto en la carretera que une Um Qasr con Bagdad. Los coches que transportaban a los periodistas se vieron envueltos en un tiroteo entre la Infantería británica y el Ejército iraquí. El periodista, que no ha sido aún identificado, iba en uno de los dos coches del canal de televisión británico. Uno de los reporteros pudo regresar a Kuwait, donde fue socorrido por la policía fronteriza, mientras que la suerte del resto de sus compañeros se desconoce hasta el momento.

Finalmente, la agencia de noticias kuwaití KUNA ha asegurado que al menos otros cinco periodistas extranjeros han resultado heridos en el puerto iraquí de Um Qasr y otros tres están en paradero desconocido.