Los laboristas de Israel eligen como nuevo líder a un defensor del diálogo

El alcalde de Haifa, Amram Mitzna, de 57 años y defensor del diálogo con los palestinos, ha sido el vencedor de las elecciones primarias del Partido Laborista israelí celebradas ayer para decidir al candidato de la formación en los comicios generales del 28 de enero. El candidato oficialista y ex ministro de Defensa, Benjamín Ben Eliezer, ya ha recocido su derrota y ha felicitado a Mitzna, que ha logrado el 53,9% de los votos, frente al 38,17% de Ben Eliezer y el 7,24% de Haim Ramon, según los resultados oficiales anunciados en la radio estatal. Nada más conocer la noticia, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Yasir Arafat, se ha mostrado dispuesto a trabajar con el nuevo líder laborista.

Los más de 100.000 electores del Partido Laborista depositaron sus votos en los 269 colegios electorales repartidos por el país. El resultado no es una sorpresa, puesto que hace dos semanas que todos los sondeos auguran la victoria aplastante de Mitzna, un ex general del Ejército israelí herido dos veces en combate y firme defensor del proceso de paz acordado en Madrid y en Oslo.

Su éxito es sobre todo una derrota de Ben Eliezer, ex ministro de Defensa hasta hace unos días en el Gobierno de coalición presidido por el primer ministro israelí, Ariel Sharon, y encargado de ejecutar gran parte de la política de represión de los palestinos.

Una derrota "dolorosa y difícil"

Ben Eliezer, de 67 años, ha felicitado a Mitza con una sonrisa, y tras admitir que la derrota ha sido "dolorosa y difícil", ha prometido todo su apoyo al nuevo líder y ha avanzado ya que no permitirá que los laboristas se plieguen a "ningún gobierno de unidad que abandone a las clases más humildes y favorezca los asentamientos" judíos en territorios palestinos.

Por su parte, el vencedor ha señalado en su discurso de la victoria que "han ganado los que se decidieron por un cambio de liderazgo". Mitza dedicó un agradecimiento especial al ex ministro de Exteriores, Simón Peres, al que tendió la mano: "Necesitamos tu experiencia y queremos verte en puestos de liderazgo del Partido Laborista".

Un líder virgen

Frente a la experiencia de Ben Eliezer, que hasta ahora era además el presidente del partido, Mitzna es casi territorio político virgen. A partir de ahora, y con la vista puesta en el 28 de enero, la tarea del nuevo líder laborista es descomunal. Hereda un partido dividido y cuyos mecanismos internos desconoce, y debe reconstruir la base de voto tradicional del laborismo, hundida en una crisis de identidad desde la muerte del ex primer ministro Isaac Rabin y la estrepitosa derrota de Ehud Barak en las elecciones generales de 2000.

El objetivo de los 30 escaños

Dentro de menos de dos semanas conocerá quién será su oponente en las urnas en representación del partido conservador Likud. Todas las encuestas auguran que, sea quién sea, vencerá al laborista de calle. Aún así, Mitza espera conseguir 30 escaños, pese a que los sondeos no le otorgan más de 19.

A Mitzna no le aminalan los pronósticos sombríos, y ya promete refundar el partido a partir del proceso de paz con los palestinos y el legado de Rabin, y, en caso de llegar a ser primer ministro, se compromete a cerrar en su primer año de mandato todos los asentamientos judíos de la franja de Gaza, reducir considerablemente la población colona en Cisjordania y reanudar las negociaciones con los palestinos.