La renuncia de los ministros laboristas pone al Gobierno israelí al borde de la ruptura
Una disputa relativa a los presupuestos para 2003 precipita la salida del Ejecutivo de los laboristas
El Gobierno israelí se encuentra al borde de la crisis. Pese al arreglo preparado por los partidos Laborista y Likud, el primer ministro, Ariel Sharon, y el ministro de Defensa, Benjamín Ben Eliezer, no han conseguido ponerse de acuerdo sobre el texto definitivo, relativo a los presupuestos de 2003. Al término de la reunión, Eliezer ha presentado su dimisión, seguida por el resto de ministros laboristas.
Según ha declarado Peres, "el Partido Laborista ha decidido votar en contra de los presupuestos generales y todos los ministros han presentado su renuncia". No obstante, las dimisiones no tendrían efecto hasta dentro de 48 horas, por lo que se aventura que podría tratarse de una medida de presión.
La ruptura se ha escenificado en la votación de los presupuestos, que ha salido adelante en primera lectura gracias a los votos del Likud y de los partidos ultranacionalistas. Los laboristas han votado, como anunciaban, en contra.
Laboristas y Likud parecían esta mañana poner fin a una crisis de Gobierno que amenazaba con forzar la caída del Gabinete de Ariel Sharon. Un acuerdo ambos sobre los presupuestos para el próximo año salvaba la situación y evitaba la celebración forzosa de elecciones anticipadas ante la amenaza laborista de abandonar el Gobierno de coalición. Sin embargo, los líderes no se han puesto de acuerdo sobre el texto preparado por sus correligionarios.
Dinero para los colonos
El principal punto de controversia entre ambos grupos y que impedía la aprobación de los presupuestos es una partida de 150 millones de dólares destinada a los colonos israelíes. Finalmente, los laboristas se comprometían a votar a favor de los presupuestos tal y como están redactados, a cambio del compromiso del Likud de un reparto igualitario de esa partida entre los colonos, parados y pensionistas, y los "kibutz".
Después de dos horas de intensas conversaciones en el Parlamento, Ben Eliezer y Sharon no han conseguido resolver una divergencia de forma sobre el texto del acuerdo de principio alcanzado por el Likud y el Partido Laborista. Fuentes parlamentarias habían informado de que las conversaciones estaban estancadas porque el primer ministro no quería que en el documento apareciera la palabra "asentamientos" ni ninguna otra que hiciera referencia a ellos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.