Las últimas horas de 'la doncella de la muerte'
Si un tribunal no lo impide, Aileen Wuornos, una prostituta que asesinó a siete hombres, será ejecutada mañana en Florida
Si la apelación de un grupo en defensa de los condenados no prospera, Aileen Wuornos, más conocida como la doncella de la muerte, será ejecutada mañana en Florida. A las tres y media en España, Wuornos, una prostituta de 46 años que asesinó a siete hombres que la recogieron haciendo autostop, verá cumplido su deseo: "Soy alguien que odia la vida humana, en serio, y podría matar de nuevo", dijo tras ser detenida.
"Soy alguien que odia la vida humana, en serio, y podría matar de nuevo"
La mujer ha estado en la cárcel desde 1991. Además, logró que un juez le concediera el derecho a impedir que sus abogados presentaran apelaciones. Según documentos judiciales, Wuornos fue abandonada al nacer, comenzó a vagar a los 11 años, fue violada a los 13, tuvo un hijo a los 14 y ha sido alcohólica, drogadicta y prostituta desde esa época.
El gobernador del estado, Jeb Bush, hermano menor del presidente de EEUU, había ordenado una evaluación psiquiátrica antes de confirmar la orden de ejecución, que firmó el 5 de septiembre. El jueves pasado, un comité de tres psiquiatras declaró que estaba sana mentalmente.
A pesar de este informe, diversos grupos contrarios a la pena de muerte aseguran que ejecutarla es una algo parecido a un "suicidio asistido por el estado". Sugieren, además, que Bush, quien pretende ser elegido nuevamente como gobernador de Florida, ha tomado esta decisión para aparecer como un luchador por el estricto cumplimiento de la justicia.
La ejecución de Wuornos se producirá -en el caso de que fracasen las apelaciones- siete días después de que el cubano Rigoberto Sánchez Velasco recibiera una inyección letal por el asesinato de una niña de 11 años. Además, la doncella de la muerte se convertiría en la segunda mujer que es ajusticiada en Florida desde que este estado reanudó la aplicación de la pena capital, en 1976. En 1998, Judy Buenoano, condenada por envenenar a su marido, fue la primera.
Durante su proceso, Wuornos ha manifestado su deseo de morir. Según sus abogados, que insisten en que es una enferma mental y lo achacan a su tortuoso pasado, consideraba la cárcel un castigo peor que la muerte.
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