Europa se felicita por la derrota de la ultraderecha

La victoria electoral de Jacques Chirac sobre el candidato ultraderechista Jean-Marie Le Pen ha sido recibida con entusiasmo por parte del resto de los países de la UE. El ministro de Asuntos Exteriores español, Josep Piqué, ha felicitado al presidente de Francia y ha asegurado que su victoria "servirá para afianzar los estrechos lazos de amistad y cooperación que hemos desarrollado ambos países durante su mandato al frente de la presidencia de la República".

Para Piqué, "el pueblo francés ha reaccionado como tenía que reaccionar y todos esperábamos que hiciera. Masivamente ha refrendado los valores de nuestra democracia, ha puesto en su lugar a un lepenismo que entrañaba la imagen negra y xenófoba de un país que ha sido y es modelo de lo que es en la realidad: un modelo de tolerancia y libertades y creatividad".

El canciller alemán, Gerhard Schroeder, ha emitido un comunicado para mostrar su satisfacción por el rechazo "sin ambigüedades" que los franceses han expresado ante la extrema derecha en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales.

Schroeder ha hecho referencia a Jean-Marie Le Pen al asegurar que "la política de demagogia, de desprecio de nuestros valores comunes y del abandono de Europa no es un modelo de futuro".

Por su parte, el primer ministro británico, Tony Blair, ha afirmado ante las cámaras de la BBC que el triunfo de Chirac "es una victoria para la democracia y una derrota para el extremismo y la política repugnante que representa Le Pen".

Incluso antes del cierre de los colegios electorales, el

secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, basándose en estimaciones de los institutos de sondeo, expresó su alegría por el hecho de que Le Pen fuera "marginado de forma aplastante".

El presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, se ha felicitado por el hecho de que las políticas "extremistas y aislacionistas" de Jean-Marie Le Pen hayan sido rechazadas en bloque por los franceses, lo que significa, según Prodi, que Francia "está en el corazón de Europa y pretende quedarse".

Por su parte, el presidente del Parlamento Europeo, Pat Cox, ha calificado los resultados electorales como "una victoria de la razón frente a la intolerancia".

Desde Londres, el primer ministro británico, Tony Blair, se ha expresado en líneas similares, estimando que se trata de "una victoria para la democracia y una derrota para el extremismo y la política repugnante que representa Le Pen".

Desde Bélgica, el titular de Exteriores, Louis Michel, ha acogido positivamente la reelección de Chirac y el "arranque de los demócratas franceses", mientras que su homólogo holandés, Jozias Van Aartsen, ha señalado la alegría porque el "racista Le Pen fuese derrotado".

Comunicados similiares han sido emitidos desde Suecia y la República Checa.

Contra Le Pen desde EE UU a Marruecos

No sólo Europa ha mostrado alivio por los resultados de la segunda vuelta. Antes de que se cerraran los colegios, desde EE UU, el secretario de Estado, Colin Powell, ha mostrado la satisfacción del Gobierno de Washington por el hecho de que Le Pen haya sido "marginado de forma aplastante".

El rey de Marruecos, Mohamed VI, también ha felicitado al presidente saliente, estimando que los franceses manifestaban así "su apego a los valores de libertad y tolerancia". El presidente egipcio, Hosni Mubarak ha asegurado que se trata de "un triunfo de la libertad, la tolerancia y la igualdad".

Mensajes emitidos en el mismo tono han llegado desde Sudáfrica, Argelia, Líbano, y también desde la Autoridad Nacional Palestina, cuyo líder, Yasir Arafat, ha felicitado a Francia por la "gran victoria de la Revolución francesa".