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ELECCIONES PRESIDENCIALES

Uno de cada tres franceses no acudirá el domingo a las urnas

Los candidatos 'secundarios' a las presidenciales creen que la elevada tasa de abstención pueden provocar sospresas en los resultados

La campaña electoral para la primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas, sin pasión y con un récord de 16 candidatos, concluye esta noche con los dos favoritos debilitados y un electorado indeciso y tentado por la abstención. Los comicios se celebran el domingo y los sondeos auguran una alarmante abstención del 30%. Por esta razón, el primer ministro y candidato socialista a la jefatura del Estado, Lionel Jospin, ha lanzado un llamamiento a la movilización de los electores.

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La campaña finaliza a las doce de la noche de hoy y las últimas encuestas indican que, a sólo tres días de la primera vuelta, uno de cada tres de los más de 40 millones de franceses llamados a las urnas no tiene pensado acudir a la importante cita.

Además, un 41% dice que aún no ha decidido su voto, un 30% duda entre varios candidatos y un 11% no descarta cambiar de opinión en el último momento. Esta indecisión y el hecho de que varias regiones francesas disfrutan de vacaciones escolares pueden fomentar una abstención histórica.

"Una victoria voto a voto"

El récord data de las presidenciales de 1969 (22,41%) y ahora se vaticina una tasa superior al 30%. Por eso, en su último mitin, celebrado ayer en Rennes, Jospin pidió ante 7.000 personas "una victoria voto a voto", y repitió que hace falta "una primera vuelta dinámica para una segunda victoriosa".

Pero los candidatos no tienen más que unas horas para convencer, lo que probablemente no será suficiente. Según el último sondeo realizado por SOFRES para la asociación Civismo y Democracia (CIDEM), seis de cada diez franceses confiesan que la campaña para las presidenciales no les ha motivado y apenas un 39% sí asegura haberse sentido de alguna forma "animado" para votar tras escuchar a los candidatos.

Los analistas han coincidido en señalar que muchos electores consideran poco atractiva una lista formada por 16 candidatos, y además puede llevar a errores en los sondeos. Tal y como explica el especialista Jean Chich, citado por la cadena RTL, las encuestas "van a cometer pequeños errores con cada candidato secundario y la suma de estos pequeños errores va terminar por convertirse en un error bastante importante, y la previsión de voto de los dos principales candidatos se resentirá forzosamente".

En 1995, en un contexto diferente, y a una semana de la primera vuelta, los sondeos predecían que Chirac obtendría el 25% de los votos, mientras que Jospin se quedaría en el 20 por ciento. Finalmente, Chirac obtuvo el 20,8% y Jospin el 23,3%.

Esperanza para los 'secundarios'

Los peor parados en los sondeos son los dos favoritos, el neogaullista Jacques Chirac, de 69 años, y el socialista Lionel Jospin, de 64 años, que no han logrado despertar el interés de su conciudadanos ni crear un verdadero debate electoral.

Con programas calcados, sus estrategias han estado dictadas por asuntos de actualidad como la seguridad o las pensiones. Por contra, otros temas clave como la reforma del Estado y el futuro de UE ni siquiera se han tocado.

Por esta razón, los demás candidatos, como Robert Hue, Noel Mamhre, Alain Madelin, Jean-Pierre Chevhnement o Jean-Marie Le Pen, creen que el presidente y el primer ministro no van a conseguir los votos que les conceden los sondeos: entre el 18 y el 23% para Chirac y entre el 16 y el 19% para Jospin, en la primera vuelta, y un 51% para el presidente en la segunda vuelta del 5 de mayo y un 49% para el primer ministro.

En este sentido, en Francia preocupa el ascenso meteórico de Le Pen, que alcanza el 14% de intenciones de voto, lo que, sumado al 2,5% de su ex socio y ahora rival en la extrema derecha, Bruno Mégret, dibuja un panorama inquietante para Chirac.

Por otro lado, la irrupción de tres candidatos trotskistas en esta campaña, que aglutinan entre el 10 y el 12% de las preferencias, y atraen el voto obrero y anti-sistema perturban el sueño de Jospin.

En declaraciones a Le Parisien, el candidato comunista, Robert Hue, explicaba que a estas horas "nada está perdido" y que "los resultados están abiertos". El verde Mamére efectuó un mismo pronóstico durante su último mitin, en que se mostró confiado en superar el umbral parlamentario mínimo del 5%.

"Todo es posible", predijo por su parte el ex ministro de Interior, Jean-Pierre Chevenement. El candidato republicano apunta en Libération que cerca de la mitad de los electores duda todavía, y espera "más que nunca" obtener una votación de dos cifras.

Jospin, durante un mitin de la campaña para las presidenciales francesas.
Jospin, durante un mitin de la campaña para las presidenciales francesas.AP

Los protagonistas de la campaña

Además de por la falta de interés, esta campaña ha estado marcada por la inusual irrupción de las esposas o compañeras de los aspirantes al Elíseo en los mítines o en las páginas de las revistas del corazón, dispuestas a dibujar el rostro íntimo de los candidatos.

Ciertos incidentes también han tenido bastante eco, como los escupitajos a Chirac en un barrio conflictivo a las afueras de París, el chorro de ketchup que Jospin recibió en la cara en Bretaña y las tartas que impactaron en los rostros del candidato republicano Jean-Pierre Chevenement y del aspirante centroliberal Francois Bayrou.

A este último, además, un chaval le metió mano en el bolsillo para llevarse el suelto, lo que le valió un cachete que ha hecho correr ríos de tinta y que ha aumentado sus expectativas.

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