Dimite el Gobierno holandés tras ser acusado de pasividad en la matanza de Srebrenica
Un informe oficial sobre el aniquilamiento de 7.500 musulmanes por las tropas serbias repartió la responsabilidad de lo ocurrido entre el Gobierno de La Haya y el Ejército
El 11 de julio de 1995 las tropas serbobosnias del general Radko Mladic entraron en la zona de seguridad de Srebrenica y asesinaron a entre 7.000 y 8.000 hombres desarmados. Se suponía que esa población estaba bajo la protección de las tropas de la ONU, con un importante destacamento de cascos azules holandeses, pero éstas no intervinieron.
Siete años después, el primer ministro holandés, Wim Kok, ha anunciado la dimisión en pleno de su Gobierno como consecuencia del informe elaborado hace una semana y en el que responsabiliza de la matanza de 7.500 varones musulmanes por las tropas serbias en ese enclave al Gobierno de La Haya, por sus ambiciones políticas al aceptar una misión imposible de paz, y al Ejército, por su pasividad.
Kok, que presentará oficialmente la dimisión primero a la Reina Beatriz y más tarde al Congreso, ha dado cuenta hoy de la decisión que fue tomada tras una reunión de urgencia del Consejo de Ministros celebrada esta mañana.
La reunión del Gabinete fue convocada después de que el ministro de Defensa, Frank de Grave, y el de Medio Ambiente, Jan Pronk, hicieran pública su intención de dimitir en los próximos días.
La renuncia del Ejecutivo tiene un gran valor simbólico, aunque estaba previsto que las elecciones generales en Holanda se celebren el próximo 15 de mayo.
Un informe demoledor
El informe oficial, elaborado por el Instituto para la Documentación de la Guerra, también lamenta la falta de reflejos de la propia ONU al encomendar la protección de civiles a unos soldados inexpertos sin margen de maniobra.
El documento concluye que el abandono de Srebrenica por los cascos azules holandeses, que no opusieron resistencia al avance del general serbobosnio Ratko Mladic y le ayudaron incluso a separar a los hombres de las mujeres y los niños, facilitó, sin proponérselo, la aniquilación de los primeros.
Una matanza que conmocionó a la comunidad internacional
La caída del enclave musulmán de Srebrenica, en el este de Bosnia, en julio de 1995 y la posterior ejecución de varios miles de hombres por parte de las fuerzas serbobosnias indignó a la comunidad internacional.
El 11 de julio de 1995, las fuerzas serbobosnias lograron entrar, tras un largo asedio, en el enclave de Srebrenica, que estaba bajo la protección de las fuerzas de paz de la ONU por tratarse de una "zona segura".
Los pocos cientos de cascos azules de UNPROFOR, holandeses con sólo armas ligeras, acordaron no oponer resistencia. Los hombres musulmanes que se encontraban en el enclave, unos 15.000, intentaron romper el cerco para huir hacia territorio todavía controlado por el Gobierno de Sarajevo, pero unos 7.000 fueron capturados.
La población fue concentrada en unas fábricas en las afueras de la ciudad, para ser evacuada hacia la zona musulmana, pero primero los hombres de edad militar que se encontraban en el lugar fueron separados de las mujeres y niños, presumiblemente para ser ejecutados.
Los investigadores internacionales han podido encontrar los cadáveres de 3.500 hombres musulmanes de edad militar, de los 7.000 que desaparecieron.
La noticia de las ejecuciones en masa horrorizó al mundo y resaltó la incapacidad de la UNPROFOR para controlar la situación en las "zonas seguras". Estas zonas estaban supuestamente desmilitarizadas, pero desde ellas las fuerzas musulmanes atacaban localidades cercanas sin que los "cascos azules" pudieran impedirlo, hecho que impulsó los intentos de los serbobosnios de capturarlas.
La matanza en Srebrenica, junto a un ataque con morteros contra Sarajevo en el que murieron 43 personas el mes siguiente, motivaría la intervención de la OTAN contra los serbobosnios.
Esta intervención permitió a Occidente poner fin al conflicto en noviembre de 1995, mediante los acuerdos de paz de Dayton, firmados por el entonces presidente serbio, Slobodan Milosevic, como garante.
Por la matanza de Srebrenica hay varios acusados de genocidio, entre ellos Milosevic y los antiguos líderes serbobosnios Radovan Karadzic y Ratko Mladic, y ya fue condenado a 46 años de cárcel el general serbobosnio Radislav Krstic.
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