El ejército angoleño abate al histórico líder de la guerrilla rebelde UNITA
El país vive inmerso en una guerra civil soterrada desde hace más de 25 años, que ha causado más de un millón de muertos
El ejército de Angola ha abatido en la tarde de hoy a Jonas Savimbi, líder de la guerrilla rebelde UNITA y considerado por el Gobierno como el "enemigo número uno" del país, según ha informado el Estado Mayor de Angola.
Las tropas angoleñas han cercado a Savimbi y su grupo de guardaespaldas en la provincia de Moxico, en el centro del país, y tras conminarle sin éxito a que se rindiera, se ha producido un intercambio de disparos que ha acabado con la muerte del líder de la Unión Nacional para la Independencia Total de Angola.
El portavoz de la Presidencia angoleña, Aldemiro vaz de Conseisao, ha manifestado tras anunciar el suceso que "el Gobierno angoleño ve grandes perspectivas ahora de que la paz se concrete de forma definitiva en todo el territorio nacional".
Cientos de ciudadanos se han lanzado a las calles de la capital angoleña, Luanda, tras conocer la noticia, mostrando su alegría por la muerte de Savimbi con gritos y canciones.
Pese a que el vicepresidente de la guerrilla, Antonio Dembo, y otros dirigentes siguen con vida, se desconoce quien podría hacerse asumir ahora el liderazgo del movimiento rebelde, puesto que Savimbi llevó con mano de hierro la organización y nunca permitió el desarrollo de una laternativa que algún día pudiera reemplazarlo.
Guerra civil soterrada en Angola
El conflicto entre las fuerzas gubernamentales y la guerrilla de la UNITA comenzó en 1975, tras la independencia angoleña de Portugal, y ya ha causado cerca de un millón de muertos, ha dejado inválidas a más de 100.000 personas y ha obligado a desplazarse a un tercio de la población del país, de 12 millones de habitantes.
Tras la disolución de la antigua Unión Soviética, a principios de la década de 1990, y la retirada de Angola de las tropas cubanas que respaldaban al gobierno de este país, las autoridades del país y la UNITA firmaron un acuerdo de paz que permitió la celebración de unos comicios democráticos.
El gubernamental Movimiento Popular de Liberación de Angola ganó las elecciones, pero Savimbi rechazó los resultados y reinició las hostilidades armadas, que sólo cesaron en 1994 con la firma de un nuevo armisticio, conocido como Acuerdo de Lusaka.
El tratado, rubricado en la capital de Zambia, resultó sin embargo una pausa en la guerra civil, que se reanudó más violentamente aun en diciembre de 1998, cuando la UNITA se negó a cumplir las cláusulas del pacto por las que debía desarmar a sus efectivos y entregar al Gobierno las áreas que mantenía bajo su control.
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