Una nueva emboscada de las FARC se cobra la vida de cinco policías
Siete personas heridas en Bogotá a causa de una granada de fragmentación lanzada por un individuo
Cinco policías han muerto y otros tres han resultado heridos tras una nueva emboscada terrorista perpetrada por guerrilleros de las FARC en una carretera entre las localidades de Manaure y Cesar, en el nordeste del país, según han informado autoridades locales. Además un artefacto ha hecho explosión en un barrio del sur de Bogotá causando al menos siete heridos, según fuentes de la Policía Nacional.
La emboscada se ha producido cuando rebeldes del frente 41 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) atacaron a una patrulla que se dirigía al relevo del turno de la estación de Manaure, en el departamento de La Guajira, fronterizo con Venezuela y a unos 1.300 kilómetros al nordeste de Bogotá.
Los guerrilleros han minado un kilómetro de la carretera y han hecho explotar un potente artefacto al paso de la patrulla, lo que ha ocasionado la muerte inmediata de cinco de los uniformados.
Otra explosión en Bogotá
Al mismo tiempo, siete personas resultaron heridas durante la pasada noche después de que un individuo lanzara una granada de fragmentación en una tienda de venta de cerveza y de licores en el barrio Claret, al sur de Bogotá. Los heridos han sido trasladados al hospital más cercano, y aunque no se han registrado víctimas mortales, sí que ha habido cuantiosos daños materiales.
La Policía ha detenido a una persona como sospechosa de haber sido la autora del atentado, aunque se desconoce el móvil. Las autoridades especulan con que se trata de un caso sin relación a los actos terroristas del pasado viernes en Bogotá.
El viernes pasado, presuntos miembros FARC explosionaron un artefacto escondido en una bolsa con pan, que habían abandonado en una bicicleta, lo que causó la muerte de cuatro policías y una niña de cinco años en un tradicional barrio del sur.
Esta semana, las FARC han causado la muerte de más de medio centenar de personas, entre militares y civiles, mediante la explosión de artefactos en zonas urbanas, además de dinamitar puentes, atacar y emboscar a soldados, y derribar decenas de torres eléctricas.
La oleada terrorista ccoincide con la firma de un nuevo acuerdo para mantener vivo el proceso de paz entre el Gobierno del presidente Andrés Pastrana y las FARC, el pasado 20 de enero.
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