Un gabinete reducido para afrontar la crisis

Adolfo Rodríguez Saá ha iniciado hoy su gestión como presidente provisional de Argentina con un reducido gabinete de colaboradores, en el primer gesto de la austeridad que proclamó tras su designación por la Asamblea Legislativa.

El flamante mandatario, del mayoritario partido Justicialista, gobernará el país con sólo tres ministerios y doce secretarías durante los tres meses que se fijó para su mandato.

Fernando De la Rúa, quien el pasado jueves renunció a la presidencia del país tras una profunda recesión económica que desbordó en estallidos sociales, gobernó desde finales de 1999 con 12 ministerios y una treintena de secretarías.

La eliminación de muchos ministerios, con el estratégico de Economía reducido a una secretaría de Hacienda, Finanzas e Ingresos Públicos, marca también el pensamiento del flamante gobernante de hacer una reestructuración del aparato estatal.

Muchos de sus colaboradores provienen de la provincia central de San Luis, que Rodríguez Saá gobernó ininterrumpidamente desde finales de 1983.

La conformación del elenco de colaboradores presidenciales se demoró hasta la tarde de este domingo, tras sucesivas reuniones de los principales dirigentes del peronismo para colocar a sus hombres de confianza en puestos claves del Gobierno.

Rodolfo Frigeri, al mando de Economía

Rodolfo Frigeri fue designado secretario de Hacienda, Finanzas e Ingresos Públicos. El economista tendrá por delante la difícil tarea de hacer cumplir lo anunciado por Rodríguez Saá de combatir la evasión fiscal y el contrabando, además de comunicar a los acreedores la declaración de cese de pagos de la deuda pública.

En el ministerio del Interior fue designado Rodolfo Gabrielli, ex gobernador de la provincia de Mendoza y de buenas relaciones con la Unión Cívica Radical (UCR), el socio mayor en la Alianza que gobernó el país hasta la renuncia de De la Rúa.

Pero el nuevo ministro del Interior no tendrá competencia sobre las fuerzas de seguridad (Policía Federal, Gendarmería y Prefectura), que quedaron bajo la órbita del Secretario de Seguridad Interior Juan Alvarez, también cercano a Duhalde.

El ex empleado ferroviario y diputado nacional Oraldo Britos fue nombrado ministro de Trabajo, mientras José Vernet, ligado a los sindicatos controlados por el peronismo, ocupa el ministerio de Relaciones Exteriores, fusionado con el de Defensa.

Muchos de los integrantes del nuevo elenco de ministros y secretarios son virtualmente desconocidos para la mayoría de la ciudadanía, salvo unos pocos casos, aunque todos acreditan una larga militancia en el partido peronista.

Como secretario de Justicia y Asuntos Legislativos fue nombrado Alberto Zuppi, abogado de Memoria Activa, agrupación de familiares de las víctimas del atentado terrorista que el 18 de julio de 1994 destruyó la sede de la mutualista judía AMIA con 85 muertos y dos centenares de heridos.

Jorge Taiana, también abogado y ex secretario general de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que depende de la Organización de Estados Americanos, estará al frente de la Secretaría de Derechos Humanos y Garantías.

El abogado Luis Lusquiños fue nombrado al frente de la secretaría general de la presidencia e interino como Jefe de Gabinete, mientras su colega Carlos Sargnese para dirigir la Secretaría de Inteligencia de Estado (los servicios secretos).

El ex presidente Menem, quien había reclamado varios puestos para hombres de su confianza, sólo pudo colocar en el Gobierno al ex corredor de náutica y diputado nacional Daniel Scioli como Secretario de Deportes y de Turismo.

El elenco gubernamental se completa con José L'huiller (Secretario Legal y Técnico); María el Valle González Fernández de Solá (Cultura y Medios de Comunicación); Graciela Corbalán (Obras Públicas e interina de Comunicaciones, Transporte, Energía y Minería); Liliana Gurdulich de Correa (Tecnología, Ciencia e Innovación Productiva) y Víctor Reviglio (Política y Regulación Sanitaria).