Una anciana de 94 años, la quinta víctima mortal por ántrax pulmonar en EE UU

Una anciana de 94 años de Connecticut ha fallecido hoy tras haber sido diagnosticada de ántrax pulmonar, la variante más peligrosa de la enfermedad del carbunco, según han informado fuentes hospitalarias. LA mujer, que no parece tener relación con ninguna oficina de correos, se ha convertido en la quinta víctima mortal a causa de las peligrosas bacterias de ántrax.

La mujer, que había desarrollado la versión inhalada de la enfermedad, se encontraba ingresada en un hospital desde el pasado viernes, pero los medicamentos antibióticos no han podido salvarle la vida.

Las autoridades Connecticut habían confirmado hoy que una anciana de 94 años que fue ingresada el viernes con síntomas de haber contraído la variante pulmonar del ántrax padecía la enfermedad y se encontraba en estado crítico.

Según ha asegurado el gobernador de ese Estado, John Rowland, la mujer no tenía ningún vínculo aparente con los centros de distribución de correo que, hasta ahora, se han relacionado con los casos de carbunco. Por ello, los investigadores de la policía federal, FBI y del CDC, están tratando de determinar el modo en que la mujer resultó infectada por las bacterias ya que Connecticut no había registrado hasta ahora ningún caso de carbunco.

El contagio de esta mujer era el primer caso que se producía en Estados Unidos en tres semanas y ha vuelto a despertar el temor por un posible ataque bacteriológico.

Los estadounidenses han adoptado ya precauciones adicionales contra el bacilo, en pleno período festivo pre navideño, ante los informes de otros casos recientes.

El Pentágono ha tomado nuevas medidas para la detección de correspondencia contaminada, y ahora requiere que todas las cartas y paquetes sean abiertos, inspeccionados visualmente y a través de rayos X y sometidos a pruebas para la detección de materiales químicos o biológicos.

Después de esa drástica revisión, la correspondencia deberá ser mantenida en las bodegas tres días antes de ser distribuida en las instalaciones de la secretaría, a la espera de los resultados de los exámenes.

Hasta hoy, cinco personas han fallecido como consecuencia del bacilo enviado por vía postal, y trece permanecen bajo observación por síntomas de la enfermedad.

La primera víctima mortal fue un fotógrafo de prensa de Florida, otros dos eran empleados de un centro de distribución de correspondencia del norte de Washington, y otro un empleado de un hospital de la ciudad de Nueva York.