Un falso secuestro siembra la alarma en un aeropuerto indio

Todo ha sido una falsa alarma, según han confirmado esta noche las autoridades de India. En principio, se creyó que en Boeing 737 de la compañía Alliance Air con 54 personas a bordo había sido secuestrado. El avión, que ha aterrizado en Nueva Delhi, fue rodeado por patrullas de la policía, y las autoridades aseguraron que habían establecido una vía de comunicación con los asaltantes.

Más tarde, el ministro de aviación civil, Shahnawaz Hussain, confirmaba que se había producido una confusión entre los controladores aéreos y los pilotos del aparato.

En realidad, todo se produjo después de una llamada anónima a los controladores aéreos de la ciudad india de Ahmedabad, una llamada que sembró "la confusión", en palabras del ministro indio.

Así, los 54 pasajeros del avión en un principio secuestrado se encuentran bien y ya han sido evacuados.

Pocas horas antes, el mismo ministro había asegurado que el aparato, que cubría el trayecto entre Bombay y Nueva Delhi, fue desviado minutos después de su despegue.

Se desataron todo tipo de rumores: Fuentes de aviación civil aseguraron que el avión habría sido secuestrado por dos hombres que "no hablaban inglés muy bien" y que los pilotos se encontraban encerrados en la cabina y se negaban a abrir la puerta.

También se había asegurado que los supuestos piratas aéreos habían exgido la presencia de dos ingenieros.

"Ha sido una falsa alarma. Hubo un malentendido entre los controladores aéreos de la ciudad de Ahmedabad y los pilotos del avión", ha dicho el ministro, quien ha querido dejar claro que "no fue un simulacro planeado".

Según Hussein, una llamada anónima a la torre de control de Ahmedabad desencadenó la confusión: el piloto Ashwini Behl fue

informado de la llamada, creyó que los secuestradores estaban entre los pasajeros y cerró la cabina, mientras que los pasajeros creían por su parte que los secuestradores estaban dentro de la cabina.

Agentes de la Guardia de Seguridad Nacional que rodeaban el aparato llegaron a deshinchar las ruedas del avión para imposibilitar su despegue mientras se desataba toda suerte de rumores sobre las negociaciones con los supuestos secuestradores.

El supuesto secuestro tuvo lugar dos días después de que un atentado con coche bomba frente a la sede legislativa del gobierno local en la parte india de la conflictiva región de Cachemira, disputada con Pakistán, se cobrase alrededor de 40 vidas.