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LA ZONA DEL CONFLICTO

Llega a Afganistán el primer envío de alimentos de la ONU desde los atentados

Los primeros convoyes de la ONU con ayuda humanitaria para Afganistán desde los ataques terroristas contra EE UU del 11 de septiembre comenzaron ayer a cruzar la frontera desde las ciudades paquistaníes de Quetta y Peshawar.

Un portavoz del Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha asegurado que los vehículos, que trasladan unas 400 toneladas de alimentos para la depauperada población afgana, entraron en Afganistán "sin ningún tipo de problema".

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Los convoyes partieron el sábado de Quetta (al centro-norte de Pakistán), la zona en cuya frontera se concentra el mayor número de refugiados, y de Peshawar (al norte) tras varios días de negociaciones entre la ONU y las autoridades de Pakistán, que habían decidido el cierre incondicional de la frontera con Afganistán "por razones de seguridad".

Tras los atentados contra Estados Unidos del pasado día 11, Pakistán decidió cerrar las frontera con Afganistán por temor a una avalancha de refugiados afganos, que se podrían sumar a los más de dos millones que ya están en territorio paquistaní.

Pocos días después el PMA decidió suspender los envíos de ayuda por razones de seguridad.

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Uno de los convoyes transporta cien toneladas de alimentos con destino a Kabul, mientras que el otro, con unas 300 toneladas entre alimentos y ropa de abrigo para los niños, se dirige al norte de Afganistán a las zonas controladas por la Alianza del Norte, el grupo de oposición al régimen de los talibán, que controlan el 90% del territorio afgano.

El director regional del PMA, Khaled Adly, ha precisado que el envío de la ayuda humanitaria a Kabul es objeto de una atención y vigilancia especiales por parte de esta agencia humanitaria de la ONU.

En unas declaraciones a la prensa, Adly ha afirmado que "una vez que nos aseguremos de que la comida ha llegado a los más necesitados en Afganistán y de que los camiones locales están disponibles para hacer los traslados desde nuestros almacenes hasta el interior y las zonas rurales de Afganistán, entonces enviaremos más ayuda alimentaria al país".

Adly ha advertido de la posibilidad de que estalle una nueva crisis humanitaria, que afectaría a un millón de personas.

Esta gran cantidad de gente puede intentar escapar de Afganistán si finalmente Estados Unidos ataca este país en respuesta a los atentados del pasado día 11 en Nueva York y Washington, de los que la Casa Blanca considera principal sospechoso al terrorista saudí Osama Bin Laden, protegido del régimen afgano de los talibán.

De todos modos, Adly ha subrayado que la situación humanitaria en Afganistán ya era dramática incluso antes de los atentados.

"Muchos afganos no tienen absolutamente nada que comer y han tenido que recurrir a la hierba y los saltamontes para sobrevivir, y esta situación se ha comprobado en diversas zonas del país", ha asegurado Adly.

Desde Peshawar partió un convoy de trece camiones con dirección al norte de Afganistán, una zona de una gran complejidad orográfica que obligará a redistribuir la carga, primero en vehículos todoterreno y después únicamente a lomos de asnos, dado lo inaccesible de algunos de los pasos de alta montaña.

AP

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