La ex jefa del espionaje británico critica las normas de confidencialidad en un polémico libro
La ex jefa del espionaje británico Stella Rimington ha pedido en una entrevista publicada en el diario The Guardianla reforma de los servicios de espionaje de su país, ya que considera que las normas sobre confidencialidad son "poco realistas" y que las medidas empleadas por la inteligencia británica han sido "excesivas" en ocasiones. Rimington ha realizado estas declaraciones en la víspera de la publicación de sus controvertidas memorias, Open Secret.
Rimington, que fuera directora general del servicio de contraespionaje MI5 desde 1992 hasta 1996, ha afirmado que se ha sentido "perseguida" después de que anunciara sus planes de publicar Open Secret (secreto abierto) contra los deseos del Gobierno británico.
El Ministerio del Interior ha permitido que el libro vea la luz sólo después de que fuera examinado por miembros del Ministerio de Defensa, quienes llevaron a cabo las correcciones que creyeron oportunas.
Rimington ha explicado que durante la guerra fría el MI5 abrió expedientes a personas que en realidad no suponían amenaza alguna para el Reino Unido y que uno de los pasajes suprimidos narraba la muerte de tres miembros desarmados del IRA a manos de soldados británicos en Gibraltar en 1998.
La escritora se ha defendido de posibles acusaciones de violación del deber de secreto alegando que el absoluto deber de confidencialidad que imponen los servicios de inteligencia a sus antiguos miembros es poco realista. Ha sugerido que, en lugar de prohibir la publicación de obras similares a la suya, debería existir un organismo independiente que se dedicara a revisar futuros escritos.
Stella Rimington, que ahora tiene 66 años, se convirtió en la primera mujer en ponerse al frente del MI5 y el primer jefe de este cuerpo en ser citado o fotografiado en los medios de comunicación.
El Reino Unido siempre ha tenido especial cuidado en evitar que los ex miembros de cuerpos de espionajes revelaran detalles sobre su trabajo.
El ex agente David Shayler, por ejemplo, ha sido recientemente acusado por revelar secretos oficiales después de criticar en público la conducta de los servicios de seguridad.
A finales del 80, el Gobierno conservador intentó retirar del mercado, sin éxito, Spycatcher, un libro de Peter Wright, antiguo miembro del MI5, en el que el autor acusaba al antecesor de Remintong en el cargo, Sir Roger Hollis, de haber sido agente soviético.
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