Australia e Indonesia niegan la entrada de un barco noruego con 430 inmigrantes

Las autoridades australianas han señalado esta madrugada que denegarán el permiso a los inmigrantes, que tendrán que regresar necesariamente a Indonesia. El primer ministro australiano, John Howard, ha declarado ante el Parlamento que "espero que, entre otras cosas, [la negativa a dejar entrar el barco] servirá de mensaje para los que se encargan de transportar a estas personas", pues si bien "somos un país humanitario y decente, no somos "sensibleros".

El mandatario australiano ha declarado que el barco con los inmigrantes debería haberse dirigido al puerto más cercano, que se encontraba en Indonesia, y no en Australia.

Australia dice que a partir de ahora el problema será una cuestión que deban tratar los gobiernos de Indonesia y Noruega. No obstante, suministrará ayuda humanitaria al barco.

Por su parte, en Indonesia, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Wahid Supriyadi, ha indicado que "si las autoridades australianas les rechazan porque no llevan la documentación necesaria, no veo razón alguna para que nosotros tengamos que permitirles la entrada".

Ante la negativa de los dos países a hacerse cargo de los 430 inmigrantes, en su mayoría afganos, el barco noruego se encuentra navegando a 12 millas de la Isla de Christmas. El capitán del Tampa, un porta-contenedores de bandera noruega, ya ha informado a los inmigrantes de la negativa del Gobierno australiano.

Estafados

Entre los clandestinos figuran no sólo afganos, sino también pakistaníes y kurdos. Entre otras cosas, ha trascendido que por su viaje habrían pagado más de 130.000 pesetas, cuando el trayecto que contrataron sólo costaba unas 30.000.

La emisora de radio australiana ABC señala que los inmigrantes habrían amenazado al barco que acudió a socorrerles exigiendo que no cumpliera las órdenes de las autoridades de retornar a Indonesia. De hecho, en un mensaje a las autoridades australianas, el capitán del buque noruego dijo que aceptó la demanda de los afganos para garantizar la seguridad de su tripulación.

Los campos de detención australianos, adonde se llevan a los inmigrantes ilegales cuando arriban al país y en el que permanecen hasta que su estatus es estudiado, se encuentran repletos.

Australia acoge en la actualidad a unos 2.500 inmigrantes ilegales o indocumentados, entre los que se cuentan 500 niños, en nueve campos de detención repartidos por todo el territorio nacional.

Además, este país recibe a 10.000 refugiados cada año, reubicados dentro del programa de la Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).