La guerrilla albanesa mata a otro soldado macedonio pese al acuerdo de paz
El Consejo de Seguridad deja abierta la posibilidad de una ofensiva antes de la firma oficial el próximo lunes
El ataque perpetrado ayer supone una de las más graves violaciones del alto el fuego y ha dado paso a nuevos enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los guerrilleros en los suburbios de Tetovo.
Además, en Macedonia reina hoy un ambiente de tensión e incertidumbre después de que el Consejo de Seguridad macedonio dejara abierta la posibilidad de una ofensiva contra los guerrilleros, que permanecen atrincherados en el norte y noroeste del país.
El máximo órgano de defensa macedonio calificó de "crítica" la situación tras el nuevo ataque guerrillero, que supuso la violación más grave del alto el fuego desde que entró en vigor a comienzos del mes pasado.
El Consejo, formado por altos cargos eslavos y presidido por el presidente macedonio, Boris Traykovski, abogó por "medidas ofensivas enérgicas con objeto de eliminar las amenazas para las fuerzas de seguridad y los ciudadanos de Macedonia".
"Sin el uso de la fuerza no se puede establecer el pleno respeto del alto el fuego por parte de las estructuras paramilitares y las bandas terroristas" ni se pueden crear las condiciones para que tenga efecto el acuerdo político que debe poner fin a la crisis, según el Consejo.
Mediación de la OTAN
El acuerdo de alto el fuego entre los rebeldes albaneses y las fuerzas de seguridad macedonias fue alcanzado el pasado 5 de julio bajo mediación de la OTAN, pero no llegó a consolidarse.
Las autoridades macedonias rechazaron negociar con los "terroristas" por lo que los guerrilleros no participaron en el diálogo de paz entre eslavos y albaneses, cuya última ronda concluyó ayer miércoles en la ciudad sudoccidental de Ohrid.
Para el lunes próximo está anunciada la firma oficial del plan de paz pactado tras más de un mes de negociaciones bajo mediación de los enviados especiales de la Unión Europea, Francois Léotard, y EEUU, James Pardew.
Mientras, representantes de la OTAN deberán hacer gestiones para que la guerrilla separatista acepte el acuerdo político, deponga las armas y se disuelva voluntariamente.
Una vez firmado el acuerdo y consolidado el alto el fuego, la OTAN tiene previsto desplegar en Macedonia unos 3.000 efectivos encargados de recoger y destruir las armas de los rebeldes.
Simultáneamente, el Parlamento macedonio tendrá que ratificar las reformas constitucionales pactadas entre los políticos eslavos y albaneses.
Estos cambios constitucionales otorgarán mayores derechos a la minoría albanesa, que constituye al menos una cuarta parte de los dos millones de ciudadanos de Macedonia.
