Un joven manifestante muerto y decenas de heridos durante los disturbios en Génova
Los primeros choques violentos se saldan con decenas de manifestantes y policías heridos y una treintena de detenidos
El cuerpo del joven ha quedado tendido en medio de un charco de sangre entre las plazas de Alimonda y Tomasseo. El activista contra la globalización ha muerto al ser alcanzado por un disparo hecho por un agente desde un vehículo acosado por un grupo de manifestantes, ha informado el Ministerio del Interior.
La identificación del cadáver se ha hecho pública cinco horas después del suceso, ya que el joven carecía de documentación y el único indicio era un teléfono móvil italiano.
Según las fuentes, el joven nació en Roma en 1978 y tenía antecedentes penales por resistencia y ultraje a la autoridad en varias ocasiones desde 1995.
Según una nota difundida por Interior, que recoge declaraciones del titular de Interior, Claudio Scajola, el joven, fue alcanzado "por un disparo de arma de fuego presumiblemente hecho con objetivo de defenderse por un carabinero herido".
El Ministerio ha aplazado hasta el lunes próximo cualquier reconstrucción de los hechos, actitud que su titular justifica en que "la autoridad judicial está indagando" los hechos y "es obligatoria la máxima reserva".
El vicepresidente del Gobierno, Gianfranco Fini, ha asegurado que la acción del agente era un acto "de legítima defensa" ante la acción violenta de varios activistas antiglobalización.
El ministro Scajola ha anunciado que el mismo lunes comparecerá ante el Parlamento para dar a conocer la versión oficial de los hechos.
El suceso ha causado una honda conmoción en toda Italia, al término de una jornada en la que los incidentes en las calles de Génova han sido el elemento protagonista.
Una situación desesperante
Un activista español ha señalado desde Génova que la situación "es desesperante", y que ha habido tres manifestaciones distintas, una pacifista y dos más violentas. "La policía ha actuado brutalmente, ha lanzado gases contra los manifestantes sin ningún motivo y, más tarde, también ha sacado las pistolas y ha disparado", ha dicho en declaraciones a Onda Cero y ha añadido que los activistas "están asustados y tienen miedo".
Éste ha apuntado que los manifestantes forman un grupo "muy heterogéneo". "Hay de todo: comunistas, anarquistas, independientes, cada persona tiene sus particulares formas de actuar. Hay grupos que usan la violencia y es difícil controlar la actuación de todos", ha concluido.
Por otra parte, un carabiniere ha sido ingresado en estado grave por las heridas causadas por la explosión de una carta bomba. El agente ha sido operado y su vida no corre peligro, según se ha informado desde el centro hospitalario en el que permanece ingresado.
Además, el Ministerio del Interior ha informado de que una manifestante ha resultado gravemente herida aunque se desconocen por el momento tanto su evolución como las circunstancias en que se produjeron sus heridas.
A la luz de los enfrentamientos que se han producido a lo largo del día, que han convertido la ciudad italiana en un auténtico campo de batalla, la decisión del ministro italiano de Exteriores, Renato Ruggiero, de tomar Génova con 20.000 agentes de policía y soldados del ejército para "evitar incidentes violentos" durante la cumbre del G-8 no ha amendrentado a los manifestantes, que han llevado a cabo sus protestas entre violentos choques.
Decenas de heridos y detenidos
Estos primeros incidentes en Génova se han saldado por el momento con decenas de heridos, muchos de ellos policías y una treintena de detenidos. Según el parte oficial, a las 18.00 horas había un total de 45 heridos, la mitad de ellos policías, y al menos una quincena de detenidos. Los enfrentamientos se han producido como consecuencia de la intención de los manifestantes de penetrar en la denominada "zona roja" que rodea al Palazzo Ducale, sede de las conversaciones entre los líderes de las ocho mayores potencias mundiales.
Desde mediodía miles de personas desfilan por las calles de Génova para expresar su rechazo por la política del G-8, aunque una minoría ha ocasionado incidentes que ha obligado a intervenir a los efectivos anti-disturbios.
En el exterior de la zona restringida de seguridad los manifestantes más violentos, armados con bastones y mazas, han roto escaparates y cajeros automáticos e incendiado contenedores de basura y vehículos, en su avance hacia el Palazzo Ducale, sede de la reunión de los líderes.
A su paso, en diversos puntos, han salido varios centenares de efectivos antidisturbios, apoyados por vehículos blindados, que han lanzado botes de humo y empleado mangueras de agua para dispersar a los activistas.
En respuesta, algunos han lanzado cócteles molotov contra los agentes, uno de los cuales ha impactado contra una estación de servicio, lo que ha obligado a que intervinieran los bomberos.
Uno de los episodios más violentos de la jornada se ha vivido en la plaza Manin, donde los antidisturbios han cargado sin contemplaciones con gases lacrimógenos contra unos 400 anarquistas que, previamente, habían atacado la cárcel de Marassi.
En la refriega han resultado heridos numerosos militantes de la Red Liliput, el ala pacifista del Génova Social Forum (GSF) -la coordinadora que agrupa a la mayoría de los colectivos antiglobalización presentes en la cumbre- que se encontraban sentados en el suelo con las manos alzadas pintadas de blanco.
En el transcurso de los incidentes decenas de personas han sido detenidas por las fuerzas del orden, según han confirmado las autoridades policiales de Génova. Muchas otras han resultado heridas de diversa consideración.
Cerca de dos centenares de agentes antidisturbios han abandonado sus posiciones en la frontera de la zona roja para ir al encuentro de estos grupos, respaldados por vehículos protegidos, y han lanzado gases lacrimógenos para tratar de dispersar a los activistas.
Entre los manifestantes, destacan en especial los tute bianche (túnicas blancas), un grupo organizado de "acción pasiva" que tiene la intención de superar el muro policial y penetrar en la zona roja a empujones.
Los responsables del Foro Social de Génova, que agrupa a más de 800 organizaciones antiglobalización, han calculado en más de 100.000 las personas que participan hoy en las protestas contra la política económica de los siete países más industrializados y Rusia.
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