Una cadena de explosiones provocadas causa decenas de muertos en China
Al menos tres de las cuatro explosiones iban dirigidas contra objetivos de la industria textil
La primera explosión ha destruido un edificio dormitorio de la fábrica de Textiles Número Tres, dedicada a la producción de algodón, a las 05.00 hora local (22.00 hora peninsular española), en un momento en el que descansaban unos 170 obreros.
"Sólo 28 obreros han sido rescatados con vida", afirma el citado Centro de Información, presidido por Frank Lu, ex dirigente estudiantil de Tiananmen (junio de 1989) quien, por sus conexiones con una amplia red de información en el continente, se ha convertido en una de las fuentes más fiables para la prensa extranjera.
Según Frank Lu, que recibe a diario denuncias de obreros que han quedado en el paro sin protección estatal, un trabajador, de los 7.000 que empleaba la fábrica Textil Número Tres, decidió suicidarse con una bomba y cometer una masacre, en un intento de denunciar las penurias por las que atraviesa su colectivo. Aún así, la magnitud y simultaneidad de las explosiones hacen pensar que los autores podrían ser profesionales.
La cadena de explosiones, que destruyeron una fábrica de ropa y tres edificios, se producen un día después de que la Asamblea Nacional Popular (ANP, Legislativo), concluyera en Pekín su sesión anual para tratar entre otros asuntos la lucha contra el paro y la corrupción, problemas que están originando un grave malestar social.
La primera explosión redujo a escombros el edificio dormitorio, mientras un edificio residencial cercano quedó destruido tras la detonación de un artefacto explosivo. En este edificio se encontraban un total de 70 personas pertenecientes a quince familias, subraya la nota enviada por fax desde Hong Kong. Otra residencia resultó dañada por una tercera explosión, mientras que un edificio de apartamentos privado cercano a una escuela universitaria de televisión fue la víctima del cuarto atentado.
La policía mantiene vigilado el edificio-residencia cercano a la Fábrica Textil Número Uno, tras apreciar un agujero en la pared uno de sus pisos.
La agencia estatal Xinhua informaba esta mañana en un avance urgente de veinte muertos en la primera explosión y después optó por no dar ninguna ampliación de la tragedia, lo que es habitual en China ya que los dirigentes son siempre los que deciden sobre la censura.
Frank Lu descarta que las cuatro explosiones se produjeran de forma casual y atribuye la tragedia al descontento de los trabajadores de las fábricas textiles, muchos de los cuales habían sido despedidos y pasaban por una situación desesperada.
"La Fábrica Textil Número Tres, que empleaba a unos 7.000 obreros, pasaba por grandes apuros económicos en los últimos años. Muchos trabajadores, la mayoría del sector público, habían sido despedidos aunque se les permitía seguir viviendo en los barracones de la empresa", señala la organización defensora de los derechos humanos.
En el hospital Número Tres donde están siendo atendidos los heridos, decenas según dicha fuente, respondieron al ser interrogados por la prensa que "no sabemos nada. No podemos hablar con nadie. Son órdenes de arriba".
En septiembre del año pasado, coincidiendo con la Fiesta Nacional, se produjeron cinco atentados con bomba en lugares públicos de la ciudad de Shijiazhuang, cercana a Pekín, que causaron 28 heridos.
"El responsable de esos atentados fue condenado a muerte y ejecutado en diciembre del 2000", señala el Centro de Información, sin dar más detalles de la ola de descontento social que afecta a la capital de Hebei.
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