Ir al contenido
_
_
_
_
La casa de enfrente
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Lo que los adultos no vemos en la serie ‘Adolescencia’

¿Quién se responsabiliza de ofrecer la serie como primera opción a todos los adolescentes? Un algoritmo

Adolescencia Netflix
Nuria Labari

Quien aún no haya visto la serie británica del momento, Adolescencia, la más vista de Netflix, seguramente lo haga cuando se cruce con la mirada de Owen Cooper, el actor protagonista, de 14 años. Descubrirá al personaje de Jamie, un chaval corriente que ha matado a puñaladas a Katie, compañera de su instituto. El crimen lo conocerá nada más empezar, y asistirá a la investigación que trata de averiguar el porqué. Es tan buena y profunda que madres y padres, cinéfilos y público en general no dejan de hablar de ella y de las complejas causas de la violencia misógina en la adolescencia. Pero hay algo que los ojos adultos pasan por alto, incluso cuando miran todos a la vez. Se trata de un número, el 12. Aparece en amarillo al comienzo de cada episodio y significa que Netflix ofrece este contenido a todos los niños a partir de esta edad.

Ese número significa que la mirada oscura de Jamie es lo primero que Netflix ofrece a mi hija de 12 en su perfil (y a todos los espectadores a partir de esa edad), a pesar de que sus padres hemos prohibido a la plataforma ofrecerle contenido inadecuado a través del control parental. Pero da igual que los padres intentemos proteger a nuestros hijos de un contenido que podría dañarlos si la tecnología que usan a diario se lo ofrece impunemente. Jamie, el asesino de la serie, consumió grandes cantidades de contenido misógino online antes de asesinar a su compañera, sin ninguna protección. ¿Qué pensará mi hija al cruzarse con su fascinante mirada? La carátula lo pinta inofensivo, dice que es un adolescente, igual que ella. ¿Pero quién considera que esta serie es recomendable para niñas de 12? ¿Un ser humano o una IA? ¿Y quién se responsabiliza de ofrecer este contenido como primera opción a todos los adolescentes del mundo? Un algoritmo.

Hay un momento, en el tercer capítulo, donde una psicóloga pregunta a Jamie si conoce el sentido de la muerte. Si entiende que Katie, la chica a la que ha asesinado, no volverá jamás. Pero él no lo tiene claro. Es difícil, a sus 13 años, entender lo que ha hecho. La propia serie explica por qué este no es un contenido para chavales. Y ahí está, actuando como artefacto de persuasión a gran escala. ¿Pero de qué podría persuadirlos? Creo que su exposición indiscriminada los induce a pensar que la violencia entre adolescentes es un hecho generalizado (Jamie es un chico normal) y en la medida en que la persuasión funciona, comienza a ser también un hecho normalizado.

Y a nosotros, los adultos, ¿nos persuade de algo? Juraría que también. Porque, una vez convertida la ambigüedad en comunicación de masas, induce a una nostalgia y melancolía de mundos anteriores, donde todo era visible y los alumnos respetaban a los profesores en sus colegios y no mataban compañeras. Una melancolía que nos hace sentir indefensos primero y rendidos después, frente a la tecnología y el futuro. Cuando, en realidad, hubo tiempos donde la mayoría no iba a clase y la educación no era obligatoria. El pasado no siempre fue mejor y desde luego no en todo. Y los adultos debemos despertar y recordar que nuestra nostalgia unida a su desprotección tecnológica es la peor combinación posible. Dejemos de hablar de lo buena que es y borremos ese 12 YA.


Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Nuria Labari
Es periodista y escritora. Ha trabajado en 'El Mundo', 'Marie Clarie' y el grupo Mediaset. Ha publicado 'Cosas que brillan cuando están rotas' (Círculo de Tiza), 'La mejor madre del mundo' y 'El último hombre blanco' (Literatura Random House). Con 'Los borrachos de mi vida' ganó el Premio de Narrativa de Caja Madrid en 2007.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_