Retrofuturismo a todo color: así reinventa Harmont & Blaine el ‘work&leisure’ en su nueva colección

Pasado y futuro, artesanía y modernidad, estilo e imaginación. Entre esos juegos de conceptos se puede resumir el ADN de Harmont & Blaine, la firma que nació de un pequeño negocio familiar de Nápoles y que ha hecho del work&leisure, prendas en las que se une calidad, color y comodidad, su estilo de marca. Esa apuesta por una moda colorista que sirva para todo tipo de situaciones se refleja ahora en una colección otoño/invierno 2024-2025 que se abre al futuro con optimismo e imaginación. “Hemos llamado a esta colección Retrofuture porque queríamos imaginar nuestro territorio, Nápoles y todo el mundo mediterráneo, con el filtro de Inteligencia Artificial”, explica Tiziano Foglia, Head of Design de la firma. “Ha sido muy bonito, porque hemos tomado zonas icónicas de Nápoles, como la Piazza Plebiscito o el Castel dell’Ovo, y el resultado son visiones del futuro de la ciudad”, cuenta sobre unas prendas que aplican la naturaleza colorista a una visión optimista del futuro.

Los resultados, cuenta, son sorprendentes: “En los visuales que habíamos hecho se veía San Gregorio Armeno, que es una de las calles más espectaculares de Nápoles, donde se hacen los belenes artesanales. Visto con este filtro, evoluciona hacia una cosa totalmente diferente”. Ese uso creativo de la Inteligencia artificial también se aplica a otro de los clásicos de la firma, la camisa de rayas. “Para esta colección también hemos pensado colaborar con Albini, uno de los fabricantes más importantes de tejidos de camisas, y volver a elaborar nuestras rayas icónicas con el filtro de la inteligencia artificial”, relata Foglia. “Es una manera curiosa e inteligente de vincular el presente y el pasado, además de una manera de ver cómo podemos evolucionar en el futuro”, añade Foglia.

La elegancia unida a la relajación

Retrofuture es también una colección que mantiene las constantes de la firma italiana por un estilo relajado y vitalista que apuesta por la calidad y una manera de mostrarse a uno mismo. “Además de que te guste, un look tiene que ser cómodo”, defiende Foglia. “Muchas veces, cuando estamos dentro de un traje, o de una vestimenta, no expresamos lo que somos realmente como personas. La experiencia de vestirse tiene que ser positiva, que te guste, y hacer que esconda tu verdadera personalidad. Para ser totalmente libre, también tienes que poder interpretar tu estilo de una manera personal”.

Esa manera de entender la vida también incluye, por primera vez en la firma, a nuestros compañeros más fieles. “Los perros ya son miembros a todos los efectos de la familia. ¿Por qué no le podemos poner nuestro mismo jersey?”, cuenta Foglia sobre My Dog & I, una colección cápsula de jerséis de lana y cachemira para ir a juego con tu mascota. “Hemos querido crear familias heterogéneas con diferentes colores y motivos, ateniéndonos al heritage de la marca: el color y la búsqueda de la calidad. Por eso hemos realizado esta cápsula con un hilo de nuestro proveedor italiano, de cashmere y lana, que utilizamos para nuestros jerseys, porque lo que lleva su perro no debe ser menos bonito y menos de calidad de lo que lleva el dueño. Me encantó la idea de poder hacer una familia, una pet family entre hombre, mujer y animal y que respiren todos la misma estética, los mismos colores”.

Artesanía y calidad

Dentro de la filosofía de Harmont & Blaine también encontramos una apuesta por la calidad y el valor de lo artesanal como manera de combatir la fast fashion. “La época de grandes producciones masivas que invaden todo el mercado a todos los precios, sin ningún tipo de valor añadido, ya se acabó”, defiende Foglia. “Apostamos por una producción más consciente, más justa para los que la hacen y los que la venden, y el propio cliente, que ya no quiere comprar tanto, sino lo que realmente le gusta, y que pueda usarlo durante más tiempo”.

Ese enfoque se traduce tanto en medidas concretas.”Hemos incorporado procesos súper sostenibles, como cambiar todas las máquinas de nuestra lavandería por otras que funcionan solo con agua micronizada. Ahora, con una cantidad equivalente a un vaso de agua podemos aclarar un tejano que normalmente necesitaba 25 litros. Es un ejemplo, pero otro está en los algodones de las camisas, Con nuestros proveedores tenemos la trazabilidad del cultivo, de donde proviene. Y también hemos hecho calzado totalmente reciclados, hechos con material derivado de piel de manzana, suelas de corcho…”, enumera.

Pero esa apuesta por una moda más consciente también se apoya en el pasado, en el trabajo artesano hecho para perdurar. “Hemos evolucionado hacia un producto un poco más autóctono, un poco más manual, donde la intervención humana sea más visible”, cuenta, y pone como ejemplo una de sus piezas preferidas de la nueva colección. “Hemos colaborado con unas chicas fantásticas de Bolonia que pintan a mano. Es un jersey de edición limitada a 100 piezas, totalmente hecho a mano. Con una prenda así, cuentas una historia y das una base de valor real a lo que haces”, concluye.