Azulejos hasta en el salón o un monasterio del siglo XVIII: las 8 propuestas más sorprendentes de Casa Decor 2024

Asier Rua

Adiós a los espacios sedantes, hola al maximalismo. Aunque Pantone con su tono 2024, el Peach Fuzz, apueste por los tonos suaves y terrosos como filosofía de vida, la realidad es que entre las voces expertas se desterraron hace mucho tiempo. El "más es más" ha vuelto por la puerta grande y los espacios se antojan grandilocuentes, excesivos por momentos y sin lugar al respiro estético. De todas las salas que lo defienden en esta edición (entre otros, el restaurante intervenido por Tarimatec o el auditorio que diseña Sandra Antón), el espacio de Italian Trade Agency (ITA) es su más fiel seguidor. Ideado por el interiorista Jean Porsche, conocido por su particular uso de la luz y del color, aúna un sinfín de estilos italianos en solo unos metros cuadros. Bautizado como Gabinete Visconti, se inspira en las películas de época del cineasta italiano, con paredes enteladas en azul, lacas brillantes y el revestimiento de madera de la marca belga Arte, además de un artesonado superior digno de un palacio renacentista. "En este proyecto hemos fusionado la riqueza del legado italiano con un enfoque moderno, creando un espacio que no solo exhibe diseño, sino que también narra una historia", explica Jean Porsche. En cuanto al mobiliario, cada pieza ‘made in Italy’ es una obra de arte, como el sofá de Michelle Bönan, la escultural mesa de despacho Utagano de Natuzzi, las cerámicas artesanales de Santo Peccatore, marca original de Puglia, o las butacas diseñadas por el propio interiorista y tapizadas con telas de Etro Home. Nacho Uribesalazar

Las casas serán modulares o no serán. El confinamiento demostró que una casa puede convertirse de la noche a la mañana en un lugar completamente diferente. La vivienda del siglo XXI debe ser orgánica y cambiar como lo hacen nuestras necesidades. Este es el motor del apartamento Alba, creado por Niessen, la marca de equipamiento tecnológico para espacios residenciales. Una casa dentro de otra que recrea una terraza con vegetación y luz natural en su interior. Este loft modular y móvil ofrece múltiples usos gracias a sus diferentes módulos que alargan la vida del mobiliario que contiene, y donde una piscina de gres es la gran protagonista. Con la mirada puesta en la obra de Mies Van der Rohe y Lilly Reich, el pabellón de Barcelona que fue construido en 1929 (coetáneo al Palacio de la Trinidad, sede de esta edición de Casa Decor), Modular Home presenta una casa basada en la geometría y la precisión de un sistema de módulos de hormigón. Piedras nobles como la cuarcita y el ónix en paredes y cabecero, obras de arte de la galería 1 Mira Madrid, los textiles y velas de Baimara o el ejercicio de paisajismo de Fran Cisneros humanizan esta visión de la casa del futuro. La mirada artesanal de Wood Modulor, en cambio, hace realidad el sueño infantil de tener una casa de árbol sin renunciar a la comodidad, gracias a módulos de madera que optimizan el uso del espacio y se adaptan a las necesidades de cada momento del día. Asier Rua

La era del mármol. En esta era del lujo silencioso, la veta insinuante del mármol y su tacto frío vuelven con fuerza para colarse en recibidores y salones revestidos por este material al completo, tal y como sucede en la sala de estar de Gómez Grau, con el mármol italiano Calacatta Borghini o la piedra Patagonia hecha de cuarzo casi en su totalidad. Es, además, el elemento más codiciado en una cocina dominada por una encimera XXL. Así lo defiende el equipo Sixty Pro con su isla de siete metros ideada por Cupa Stone en tonos cristalinos o el espacio Arrital que diseña Raúl Martins, inspirado en la atmósfera decadente del gran salón de baile de 'Il Gattopardo' y en la elegancia inherente a los palacios sicilianos. A la cubierta de piedra natural Calacatta Gold de Levantina se suma el suelo personalizado de Pardo Stone Design, en contraste con los electrodomésticos Miele o la superestrella de los grifos, el monomando Quooker. La estética del mármol se deja ver en pequeños detalles como el friso de mármol del espacio Geberit en los lavabos, en las molduras y rodapiés de Jacob Delafon o en la oda que plantea Mármoles Sol, que resalta sus frías estrías en un mix de texturas y luces. En el auditorio diseñado por el estudio de Sandra Antón, la excusa de viajar hasta el Berlín de los ochenta y la decadencia de sus naves industriales lleva a crear un contrapunto de distinción y oscuridad gracias a las cornisas afrancesadas o la cuarcita Belvedere, con sus vetas puras en color caramelo. Nacho Uribesalazar

La vuelta a lo esencial. La puesta en valor de la artesanía y la labor de los antiguos oficios han calado en el interiorismo actual, y no solo en el mero objeto decorativo. Espacios como el de Atmospheras, una sala de estar tradicional que viaja hasta los pueblos del interior de Aragón y Valencia en el siglo XVIII, nos traslada a la belleza idealizada de una forma de vida sin sofisticaciones, simple y tranquila. Este homenaje a la quietud se lleva al presente cubriendo las necesidades actuales de manera sostenible, como la luz natural, un correcto aislamiento con las vigas de madera y el ladrillo de barro, o la pulcritud que aportan los revestimientos cerámicos. El estudio propone un mobiliario 100% reciclado, como sillas, tinajas y una mesa procedente de los anticuarios Marsol & Hijos. El patio que propone el Studio Mo prolonga este alegato rural viajando hasta Escandinavia (pero sin perder de vista el Mediterráneo), y reivindica el hogar como ese lugar donde se reunía la familia y los invitados para pasar tiempo juntos, esta vez, al aire libre. Sus detalles artesanales hacen más acogedor este espacio: del mobiliario de JYSK donde prima la rafia y los telares a rayas, al cerramiento acristalado, la puerta corredera de roble o los paneles que imitan el bambú. Lo rústico ha vuelto para quedarse. Amador Toril

El triunfo de la impresión digital. Amanecer todos los días bajo un sol naciente, recrear un jardín de plantas exóticas sin un gramo de tierra o pisar un suelo de piedras centenarias cuando realmente es microcemento. La impresión 3D permite crear todo tipo de fantasías decorativas. El salón que proyecta Natuzzi, la marca italiana especializada en mobiliario fundada en 1959, nos sumerge en una experiencia sensorial que acaricia el metaverso, basada en una caja de luz que se transforma según nuestras necesidades. La luz se refleja en cada superficie desdibujando lo tangible de lo que no lo es, para conectar el mundo físico con lo emocional. Las columnas sinuosas llevan el sello de Nagami, autores también del revestimiento a medida en “tejidos” blancos y en oro impresos en 3D con plástico reciclado a la entrada de la vivienda; o el diseño modular de la lámpara de araña, impresa también con plásticos reciclados, eleva el lujo sostenible a niveles sin precedentes. Los paneles en 3D que recuerdan a un jersey de cable y revisten las paredes del aseo de uso público de Blanca Rosa Gutiérrez, o el guiño al brutalismo con texturas anacaradas que dibujan también Orac Decor en el auditorio, son un ejemplo de la infinidad de posibilidades que puede ofrecer esta técnica sobre la vivienda. Asier Rua

El lujo de culturizarse. Series como 'Succession' o 'Trust' han mostrado cómo viven las grandes fortunas americanas. Delirios de gente millonaria aparte, sí despachan ideas que podemos replicar, como dar importancia al espacio social en una vivienda, el valor de embellecer las paredes con molduras y telas, o la relevancia de una pieza de anticuario. También, si las dimensiones lo permiten, podemos inspirarnos en su manera de recrear espacios para la cultura, como una estantería infinita a modo de librería, reservar un rincón para escuchar música o una pared donde proyectar películas. Es el caso del salón Bang & Olufsen, que armoniza lo estético con lo acústico con un sistema de domótica que transforma la luz y la atmósfera. El oasis marino de Mira Madrid con obras de Juan Uslé como si fuera una galería-pasillo, o la sala de lectura de Mausha Marsá, en la que desconectar rodeado de esculturas y al calor de la chimenea, son otros ejemplos. La cosa es relajarse y dejar espacio al divertimento. Lupe Clemente

El metal como elemento sublimador de un baño. Si algo define a este 2024 es la valentía y falta de pudor a la hora de mezclar todo lo inimaginable. “Actualmente estamos en un momento muy rico en el que la fusión lo es todo. Eso sí, con criterio. Esta fusión permite un nivel de creatividad casi infinito, que sería lo contrario a un estilo decorativo que nos marcaría y nos daría sus pautas”, apunta Fran Cassinello, anticuario y coleccionista. En el relato de este experto, el acero se convierte en un material bien avenido en estancias antes impensables como el cuarto de baño. Es el caso de la propuesta de Strohm Teka que ha desarrollado el interiorista Erico Navazo, un baño regio y sereno (en sintonía con la naturaleza del edificio, obra de 1928) que cuenta con cuatro ambientes. Un panel de fondo metálico oculta la zona del inodoro y el bidé de cerámica negra, y enmarca de forma teatral un escenario con elementos tan dispares como un espejo envejecido, la bañera de obra en Silestone, las paredes tapizadas o la grifería moderna de la colección Metallic. "Un elemento como el metal capaz de reflejar la luz es el ideal para crear composiciones sugerentes. Adoro la mezcla de texturas, lanas, maderas y metales, siempre busco crear una composición equilibrada y bien balanceada”, recalca el diseñador. Otra manera de integrarlo en esta zona íntima de la casa, como señalan en el espacio de Jacob Delafon, es a través de la artesanía más distinguida, como la calidez de la arcilla o las molduras de escayola palaciegas. En la fusión está el secreto.Amador Toril

El uso total de azulejos. La arquitecta Eileen Gray, autora de la villa E-1027, predijo al comienzo del siglo XX que los azulejos no serían patrimonio único de la cocina ni de las paredes de un baño. Un siglo después, el interiorismo hace acopio de las posibilidades que ofrece este material en cualquier estancia de la casa. El espacio de Nais, la empresa castellonense conocida con sus baldosas artesanales que viajan desde el Mediterráneo hasta Nueva York o Marruecos, propone jugar con diferentes texturas y tonalidades en su espacio destinado al descanso y la desconexión. Sobre suelos y paredes priman los tonos crema, tanto en vertical como creando un zigzag que nos traslada a los suelos baleares, mientras el revestimiento rectangular de la barra se ciñe a un verde botella que recuerda al gres de una antigua residencia. Los pavimentos y revestimientos cerámicos de la marca Harmony en blanco total para el aseo público creada por el Equipo Impar, o el suelo en damero blanco y terracota de exterior que propone Dosde Interiorismo son algunos ejemplos de la versatilidad y el carácter que puede imprimir este recurso a una vivienda. Lupe Clemente