El exmarido de Sia solicita más de 200.000 euros mensuales de manutención conyugal para poder mantener su lujoso estilo de vida
“Nunca tuvimos que controlar nuestros gastos”, asegura Dan Bernard en los documentos judiciales, que muestran que la expareja desembolsaba más de 400.000 dólares mensuales en vacaciones, restaurantes, jets y empleados a tiempo completo


El aún esposo de la cantante Sia (Adelaida, Australia, 49 años), Daniel Bernard (47 años), ha solicitado a la cantante australiana más de 200.000 euros mensuales en manutención conyugal para “mantener su lujoso estilo de vida”. En marzo de este año, la artista solicitó el divorcio de Bernard, con quien comparte un bebé de un año, por “diferencias irreconciliables” después de dos años de matrimonio. En medio del proceso de divorcio, él ha solicitado 250.856 dólares al mes, más 300.000 dólares de honorarios legales y otros 200.000 dólares para gastos de contabilidad forense, según los documentos judiciales obtenidos por medios como People.
“Nunca tuvimos que controlar nuestros gastos de vida”, se justifica Bernard en los documentos, que dan una pequeña muestra de en qué se gastaba el dinero el matrimonio. Según la declaración, ambos llevaban un “estilo de vida lujoso y de clase alta” con gastos de más de 400.000 dólares mensuales destinados a vacaciones, restaurantes exclusivos, jets privados y varios empleados contratados a tiempo completo.
“Solicito que el tribunal ordene a Sia pagarme una pensión conyugal temporal de 250.856 dólares al mes. Estas órdenes son necesarias en este momento porque dependo económicamente de Sia, quien era la principal fuente de ingresos en nuestro matrimonio. No tengo ingresos y Sia ha dejado de financiar por completo Modern Medicine. Sia tiene la capacidad de pagarme una manutención conyugal para mantener nuestro nivel económico actual”, afirma Bernad. Él es oncólogo radioterápico, aunque asegura que no tiene ingresos desde que dejó de ejercer como médico en 2021, cuando junto con su entonces esposa decidieron abrir una clínica conjunta de tratamientos con ketamina. También afirma en su petición que la intérprete de éxitos como Unstoppable sabía que su licencia médica expiraría como consecuencia de ese cambio de carrera. En 2022, la ya expareja fundó la compañía Modern Medicine, pero Sia dejó de financiar el proyecto tras la separación. Según los documentos legales, Bernard no ha recibido un salario desde marzo, pese a un supuesto acuerdo que le permitía seguir en el negocio hasta julio.
El médico asegura que necesitará “varios años de formación y aprobar varios exámenes rigurosos antes de poder renovar mi certificación y volver a ejercer como oncólogo radioterápico”. También detalla que la cantante y compositora le pagó un hotel para que se fuera a vivir allí, desde marzo, cuando solicitó el divorcio, hasta julio. Después se mudó a su vivienda actual, para la que pagó más de 100.000 dólares por un año de alquiler y ha solicitado que la intérprete de Chandelier le rembolse este gasto. Según los documentos, ella, por el momento, se ha negado a concederle esa petición.
La cantante, que padece una rara enfermedad neurológica, no ha solicitado manutención de su expareja, pero sí la custodia legal y física de su hijo más pequeño, Somersault Wonder Bernard, aunque está abierta a que su padre lo visite siempre y cuando lleguen a un acuerdo de los tiempos de estos encuentros. Este es el segundo divorcio de Sia, que estuvo casada, también durante dos años, con el cineasta Erik Anders Lang y en 2016 se divorciaron. Aunque no comparte hijos con él, la artista tiene otros dos hijos que adoptó en 2019.
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