Trace, hermano de Miley Cyrus, envía una petición desesperada a su padre, Billy Ray: “Tengo miedo de perderte demasiado pronto”

La investidura de Donald Trump como presidente de Estados Unidos dejó un reguero de anécdotas: del “no beso” de Melania a su marido al gesto que parecía un saludo nazi de Elon Musk. Durante horas, las redes sociales se llenaron de publicaciones sobre estos momentos, que llegaron incluso a opacar la toma de posesión. Las actuaciones musicales intentaron, sin mucho éxito, amenizar las horas previas a la gran cita con estrellas como Billy Ray Cyrus (Flatwoods, Kentucky, 63 años), que fue uno de los encargados de poner ritmo en el Liberty Ball de Washington, pero los fallos técnicos y la extraña actitud del padre de Miley Cyrus no le dejaron en un buen lugar. “¿Mi guitarra sigue encendida? Creo que me cortaron. No la escucho. ¿La escuchan ustedes? ¿Hay alguien despierto todavía?”, preguntó el cantante de country al público. Y repreguntó: “¿Quieren que siga cantando o prefieren que me largue del escenario? Me da igual”. Una actitud que sorprendió y que no dejó indiferente a nadie. Ni siquiera a sus hijos.

La relación de Billy Ray Cyrus con sus seis vástagos lleva años deteriorada, protagonizando diferentes enfrentamientos públicos y demostrando que hoy solo les une ya el apellido. De hecho, Miley Cyrus obvió mencionar a su padre —con quien trabajó en Hannah Montana, la serie que la lanzó a la fama— durante su discurso al recoger el primer Grammy de su carrera musical en 2024. La familia, que durante años formó parte del día a día de los espectadores gracias a sus participaciones televisivas, ha dejado de ser un frente unido. Y la cosa no parece que se vaya a arreglar, más después de las palabras que su hijo Trace Cyrus ha compartido en sus redes sociales.

“Desde mis primeros recuerdos, todo lo que puedo recordar es estar obsesionado contigo y pensar que eras la persona más genial del mundo. Quería ser como tú”, comienza el escrito que el también músico publicado en su perfil de Instagram, donde acumula 647.000 seguidores. Trace es hijo de Tish, madre de Miley, y fruto de su primer matrimonio con Neal Helson. Cuando la actriz estadounidense y Billy Ray Cyrus se casaron en 1993, fue adoptado oficialmente por el cantante de country —entonces tenía cuatro años, hoy tiene 35—. “El día que me adoptaste fue el día más feliz de mi vida”, recuerda en su publicación.

“Tristemente, el hombre que quería desesperadamente ser apenas lo reconozco. Parece que este mundo te ha derrotado”, continúa explicando sobre la situación que atraviesa su padre. “Puede que estés molesto conmigo por publicar esto, pero realmente no me podría importar menos. Las chicas y yo [sus hermanas] hemos estado preocupados por ti durante años, pero nos has alejado a todos. Noah ha querido desesperadamente que seas parte de su vida y ni siquiera has estado ahí para ella. Esa es tu niña, merece algo mejor. De alguna manera, al igual que yo, todavía te idolatra”, expone públicamente sobre lo que opina la familia de Billy Ray Cyrus. No es ningún secreto, porque siempre se han hecho públicas sus tiranteces, aunque fuese de forma más velada que ahora.

El alcohol y las adicciones siempre han sido un problema en el seno de los Cyrus. De hecho, el ya exmatrimonio comenzó su relación después de que Tish dejase de beber —es lo que más le atrajo a Billy Ray de ella, según ha contado él en el pasado—. “No estás sano y todo el mundo lo está notando. Mientras escribo esto con lágrimas en mis ojos, espero que te des cuenta de que este mensaje solo viene de un lugar de amor y del miedo de perderte demasiado pronto. No hemos hablado en un tiempo, pero llevo más de un año y medio limpio de alcohol. ¿Adivina qué? Me siento increíble. No sé con lo que estás luchando exactamente, pero creo que tengo una muy buena idea y me encantaría ayudarte si te abrieras y recibieras ayuda. Sabes cómo contactarme. Hasta que ese día llegue seguiré rezando por ti”, concluye Trace un texto que acompaña de una fotografía de ambos encima de un escenario.

Por el momento, Billy Ray Cyrus no se ha pronunciado públicamente sobre unas palabras que confirman la nula relación entre padre e hijos. Mientras tanto, su única preocupación ha sido defenderse públicamente de las críticas por su actuación en el Liberty Ball. “¡Esta fue la parte más divertida del Liberty Ball! Y si no lo viste... simplemente tenías que estar allí”, escribió junto a un vídeo en el que interpreta a capella su éxito de 1992 Achy Breaky Heart. “Simplemente no creo que lo entendáis”, añadía en la publicación de Instagram en la que desactivó los comentarios.

2024 quedará marcado para siempre en su vida como el año en el que, una vez más, sus problemas personales han protagonizado más titulares que su trabajo —como su complicado proceso de divorcio—. En octubre de 2023, Billy Ray se dio el “sí, quiero” con Firerose, un matrimonio que apenas duró siete meses y que terminó con un cruce de acusaciones entre ambos en los juzgados. Él defendió que ella había mantenido “una conducta matrimonial inapropiada” y ella defendía que le hizo vivir en una “prisión psicológica y emocional” y le reprochó haberle solicitado el divorcio un día antes de someterse a una doble mastectomía preventiva.

Aunque la relación entre Miley Cyrus y su padre parecía idílica en un principio, los comentarios y las actitudes de ambos demostraban que algo no iba bien entre ellos. Todo terminaría por estallar en 2022, cuando Tish le pidió el divorcio a su marido después de tres décadas de matrimonio, una década de conflictos y dos años viviendo separados. Esto causó la ruptura definitiva de la familia y los hijos no dudaron en posicionarse por uno u otro en esta guerra. La intérprete de Wrecking Ball se alió con su madre, dejó de seguir a su padre en Instagram y se convirtió en una de las damas de honor de la boda que unió en matrimonio a su progenitora con el actor Dominic Purcell. Los motivos exactos de este distanciamiento no se conocen, pero la realidad es que llevan años sin aparecer juntos públicamente y no parece que eso vaya a cambiar pronto.