Tori Spelling anuncia su divorcio en su ‘podcast’ tras 18 años de matrimonio alegando que el amor le duró cuatro meses
La actriz y heredera se separó en julio de su marido, Dean McDermott, con quien tiene cinco hijos, pero le ha comunicado la ruptura definitiva en una llamada que ha hecho pública en su nuevo programa
La experta en rizar el rizo Tori Spelling ha vuelto a dar uno de sus siempre sonados espectáculos, esta vez, además, prácticamente en directo. La actriz de 50 años, hija del millonario productor de televisión Aaron Spelling (que al morir en 2006 le dejó apenas 800.000 dólares), se separó el pasado julio de su esposo, el también actor canadiense Dean McDermott, pero no ha sido hasta ahora cuando han anunciado que se divorcian. De hecho, quien lo ha anunciado ha sido ella, y se lo ha comunicado en una llamada de teléfono a él que no ha dudado en emitir al completo en el primer programa de su nuevo podcast, Misspelling (un juego de palabras entre “señorita Spelling” y el término “mal escrito”). Y no contenta con ello, ha seguido desvelando detalles de sus 18 años de vida marital, con la que no parece estar especialmente contenta.
El primer capítulo de este proyecto de Spelling dura apenas 40 minutos, pero en él le da tiempo a contar bastantes intimidades. La actriz telefonea a su ya exmarido y se lamenta de que él está trabajando y no puede contestarle bien. Después, se escucha parte de su conversación, la de ella: “Ya lo han hecho. Es lo formal. Solo hay una hoja que hay que marcar, y firmar la siguiente. Tienes un abogado”. Después se la escucha discutiendo con McDermott (”Espera, ¿qué lo van a hilar cómo? ¿Que ya he tenido bastante de ti? ¿Qué, qué quieres decir?”), y también acusándole de filtrar lo ocurrido: “Básicamente sacaste todo a la luz en el Daily Mail, como dijiste, todo lo que me has hecho a lo largo de los años”. Spelling, que afirma estar “supernerviosa” porque no busca “la confrontación”, no desvela en el podcast la respuesta qué él le da.
Después, la actriz se viene abajo. “Dios, nunca jamás me he sentido así de sola en un lugar lleno de gente y haciendo un podcast. Joder, no me he sentido tan sola en mis 50 años”, lamenta entre lágrimas. “No me siento digna de amor, esa es la verdad. Y eso es algo que hay en ti, no que hayas deseado o creado, es algo que empieza cuando eres joven”. El programa salió al aire el domingo 31 de marzo por la tarde, mientras que un par de días antes, el viernes, se había filtrado que la pareja había firmado el divorcio. Pero durante la grabación ella echa más sal en la herida al explicar que debía haber firmado dichos documentos “hace como... 15 años”. “Creo que él diría lo mismo si tuviéramos una charla a corazón abierto. Tenía que haber sido mucho antes”, opina la actriz de Sensación de vivir, para la que su relación acabó a los cuatro meses de comenzar.
Según la actriz angelina, la pareja tuvo “un romance rápido y furioso”; de hecho, ambos rompieron sus respectivos matrimonios de entonces para estar juntos. Ella se había casado con el guionista Charlie Shanian en una inmensa boda celebrada en la mansión familiar en julio de 2004, y en menos de un año pidió el divorcio, mientras que él estuvo casado con la cantante y actriz Mary Jo Eustace durante más de 12, y tuvieron un hijo, Jack. Pero al conocerse durante un rodaje saltaron chispas y los dos se separaron para estar juntos. En la Nochebuena de 2005 McDermott le pidió matrimonio a Spelling y en mayo de 2006 se casaron en Fiji. Tuvieron cinco hijos muy seguidos: Liam llegó en marzo de 2007, Stella en junio del año siguiente, Hattie en octubre de 2011, Finn en agosto de 2012 y, por último, Beau Dean, ya en marzo de 2017. Desde los primeros años de su matrimonio sus problemas fueron públicos, y él reconoció haberle sido infiel a la actriz. Fueron a terapia pero nunca consiguieron superarlo por completo.
“Tuvimos un período de enamoramiento muy, muy rápido, muy apasionado”, rememora ahora Spelling en Misspelling. “Recuerdo que podía mostrarle cómo era yo en realidad. No era como estar entre risitas y: ‘Esto es lo que la gente quiere que sea’. Era capaz de ser fuerte, de alzar la voz”, asegura, comparándose con el personaje que le dio la fama en televisión en los noventa: “No soy sólo Donna Martin, la perfecta chica buena. Podía haber un poco de chica mala en mí, y estaba bien. A él le gustaron todas esas facetas y le gustó lo inteligente que era y me aceptó”, recuerda. Pero también afirma que había “banderas de peligro” de las que todo el mundo le hablaba y que ella no era capaz de vez, como “problemas de ira” por parte de su pareja, en parte alimentados por el alcohol, algo que él también ha reconocido (hace unos meses contó que no podía dormir si no tomaba tequila cada noche) y ya superados. Ella le advirtió desde el principio de la complejidad que supondría estar en el foco mediático, y él pensó que sería algo liviano, pasajero. “Pero conmigo, eso nunca desaparece. Desde que nací estaba en los medios. No ha habido un respiro”, explica ella, que se ha confesado abiertamente adicta a la fama y que convirtió a su familia en carne de reality show, algo de lo que han vivido durante años.
Para Spelling su relación con McDermott “nunca fue la misma” al tener hijos. “Siempre decíamos: ‘No seremos de esos padres que cambian. Nos aseguraremos de que nuestra relación sea una prioridad, nosotros dos. Tendremos citas algunas noches’. Y todo se fue al garete. Me centré por completo en los niños y, en cierto modo, le abandoné”. Ella afirma que se sintió “sola con los niños”, que él solo era “un par de manos extra” pero no un verdadero apoyo emocional y que toda la responsabilidad recaía en ella. “Y todo mientras reconstruía mi carrera, cosa que hice. Nuestra familia se convirtió en una marca. Pasé a ser de una niña rica de Hollywood a una mamá guay: ‘Mírala, lo hace todo’. Pero detrás del telón me estaba viniendo abajo”.
Ahora Spelling ha pedido el divorcio por “diferencias irreconciliables” (como bien cita en el podcast) y también quiere la custodia de sus cinco hijos, todos ellos aun menores, aunque compartida con McDermott, en un régimen de visitas que fijarán más adelante. En noviembre, él contó que no había visto a los chicos desde junio, tras separarse. Además, durante el verano Spelling, quien de niña residió en la mansión más grande de Hollywood, con más de 100 habitaciones y cuya madre posee una fortuna de más de 600 millones de dólares, estuvo viviendo con los niños en una caravana durante varias semanas al llenarse su casa de moho y no tener dónde ir.
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