La familia de Brian Wilson, de los Beach Boys, pide su tutela tras la muerte de su esposa y su avanzada demencia
Melinda Wilson murió el 30 de enero, a los 77 años. Llevaban casados 28, y, según los documentos, era ella quien le atendía a diario, ya que el fundador de la emblemática banda se encuentra “incapaz de satisfacer adecuadamente sus necesidades personales de salud física, alimentación, ropa o vivienda”
Hace apenas unos días, el pasado 30 de enero, Brian Wilson (Inglewood, California, 81 años), fundador de la banda Beach Boys, firmaba unas conmovedoras palabras de despedida a su esposa a través de su cuenta de Instagram: “Tengo el corazón roto. Melinda, mi amada esposa durante 28 años, nos ha dejado esta mañana. Nuestros cinco hijos y yo no dejamos de llorar. Estamos perdidos. Melinda era mucho más que mi esposa. Fue mi salvadora. Me aportó la seguridad emocional que necesité para tener mi carrera. Me apoyó para hacer la música que estaba más cerca de mi corazón. Fue mi ancla. Era todo para nosotros. Rezad por ella, por favor”. Era esta una publicación atípica en la cuenta de Wilson, puesto que él no acostumbra a firmar nada de lo que allí aparece. Su perfil de la red social, como el de tantos otros artistas, no lo gestiona el propio Wilson, sino un equipo que actualiza sobre sus proyectos, comparte artículos que aparecen en prensa sobre él o sobre la emblemática banda estadounidense, y postea fotografías, vídeos o actuaciones de tiempo atrás para deleite de sus fans.
Hace tan solo unas horas, era la familia Wilson quien colgaba un comunicado en la cuenta del compositor y vocalista, informando de que habían solicitado la tutela legal del artista: “Tras el fallecimiento de Melinda, la amada esposa de Brian, después de una cuidadosa consideración y consulta entre Brian, sus siete hijos, Gloria Ramos [su cuidadora] y los médicos de Brian (y de acuerdo con los procesos familiares implementados por Brian y Melinda), confirmamos que LeeAnn, representante de la familia Wilson desde hace mucho tiempo, Hard y Jean Sievers actuarán como cotutores de la persona de Brian”, explicaban a través de la publicación. “Esta decisión se tomó para garantizar que no habrá grandes cambios en el hogar y que Brian y los niños que viven en el hogar serán atendidos y permanecerán en el hogar donde son cuidados por Gloria Ramos y un maravilloso equipo. Brian podrá disfrutar de toda su familia y amigos y continuar trabajando en proyectos actuales, así como participar en cualquier actividad que elija”.
Según documentos judiciales para la petición de la tutela, obtenidos por diversos medios estadounidenses, Wilson “no tiene la capacidad de dar consentimiento informado para la administración de medicamentos apropiados para el cuidado y tratamiento de trastornos neurocognitivos importantes (incluida la demencia)”. Y se describe al líder de los Beach Boys como alguien “incapaz de satisfacer adecuadamente sus necesidades personales de salud física, alimentación, ropa o vivienda”. Un médico declara en los documentos que Wilson no podrá asistir a la audiencia sobre su tutela, ya que “a menudo hace declaraciones espontáneas, irrelevantes o incoherentes, tiene muy poca capacidad de atención y con frecuencia es incapaz de mantener el decoro apropiado para la situación.” Esta audiencia, prevista para el próximo 26 de abril, determinará si la familia obtiene el visto bueno sobre su requerimiento.
Brian y Melinda Wilson llevaban 28 años casados. El 6 de febrero de 2024 hubiesen celebrado los 29. Fue ella quien, en los últimos años, se ocupó de las necesidades de su marido. Así lo quería el cantante, que en un testamento vital había nombrado a Melinda como su cuidadora principal y tutora. Sin embargo, el Brian en perfectas facultades parecía no contemplar que su esposa se fuera antes que él, por lo que no había nombrado a una persona que le sucediera en sus cuidados. Es por eso que la familia propone a Sievers y a Hard como cotutores, porque “tenían una relación íntima con los Wilson desde hace años, y el señor Wilson confía en ellos”.
“Fue mi salvadora”. Brian Wilson conoció a Melinda Ledbetter, antigua modelo, en un concesionario de coches Cadillac, donde ella trabajaba como vendedora, en 1986. No acudió solo, sino en compañía de su psiquiatra, Eugene Landy, con el que llevaba en tratamiento, con sus idas y venidas, desde 1975. Wilson, que llevaba desde los 20 años escuchando voces en su cabeza, según cuenta en sus memorias, Yo soy Brian Wilson... y tú no (Malpaso y Cia, 2019), también había desarrollado un sinfín de adicciones (a las drogas, al alcohol y a la comida basura) que hicieron que sus familiares y amigos buscasen ayuda profesional. Lamentablemente, el remedio fue peor. Landy vio un filón en su paciente y decidió sacar el máximo provecho: se puso un sueldo fijo durante los años de tratamiento, aisló al artista de su familia y de sus amigos y, además, se convirtió en su socio, productor y beneficiario de muchas de sus actividades, incluidos los derechos sobre parte de su obra.
Tras conocerse en aquel concesionario, y después de unos cuantos meses teniendo citas pese a las objeciones del doctor Landy, Melinda presentó el caso Wilson por primera vez ante la ley de California. No pudo hacerse nada, porque la futura señora Wilson todavía no tenía una relación familiar con el músico, pero aquello fue la semilla que permitió la liberación física, mental y económica de Wilson de las garras de su psiquiatra, que fue finalmente apartado de la profesión y, en 1991, se logró una orden de alejamiento.
Brian y Melinda se casaron en 1995 y adoptaron cinco hijos (Dakota Rose, Daria Rose, Delanie Rose, Dylan y Dash). Brian ya tenía dos hijas fruto de su anterior matrimonio con Marilyn Wilson-Rutherford, de la que se divorció en 1979, Carnie y Wendy Wilson.
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