Robert De Niro, condenado a pagar 1,2 millones de dólares a su exasistente por discriminación de género y represalias
El actor, que se ha enfrentado a un mediático juicio contra Graham Chase Robinson las últimas dos semanas, deberá indemnizar a quien fue su ayudante durante una década, que afirma sufrir “angustia emocional” por sus insultos
Los gritos, las acusaciones y los insultos de “petulante”, “bruta” y “puta niñata malcriada” le han salido caros a Robert de Niro. El intérprete, de 80 años, ha sido condenado por un tribunal de Manhattan en un caso civil a indemnizar con 1,26 millones de dólares (1,18 millones de euros) a quien fue su asistente durante una década, Graham Chase Robinson, de 41 años. En concreto, el jurado considera a Canal Productions, la empresa del actor, responsable por discriminación de género y represalias. Además, Robinson ha sido absuelta de toda irregularidad financiera durante sus 11 años trabajando junto al actor.
De Niro y Chase Robinson se demandaron mutuamente en 2019, y ahora ha llegado el momento del juicio, que ha tenido lugar en Nueva York durante varios días desde el 30 de octubre. El veredicto ha llegado algo antes de la fecha esperada. El intérprete de Toro salvaje ha acudido en tres ocasiones ante la corte, en la que también se ha personado su exayudante, y finalmente deberá indemnizarla con dos pagos de 632.142 dólares (592.633 euros), tal y como ha dado a conocer la agencia Associated Press. Este jueves 9 de noviembre él no ha estado presente en los juzgados, pero sí ella, que se ha mostrado contenta, abrazando a sus asistentes legales tras conocer la sentencia, según el medio Deadline. “El jurado ha visto lo mismo que vio la señora Robinson”, se han felicitado. Ella exigía 12 millones de dólares, por lo que los abogados de De Niro también se han congratulado; además, él no ha sido acusado personalmente, sino que lo ha sido su empresa.
En 2008, De Niro contrató a Chase Robinson para que se encargara de sus asuntos personales, de su agenda, de la gestión de sus propiedades y de recados diarios. En 2017 incluso llegó a ascenderla a vicepresidenta de su empresa. En 2018, se compró un piso en el Upper West Side de Manhattan y trató de que su asistente y su pareja, Tiffany Chen, lo decoraran juntas, pero no salió como esperaban. Chen empezó a contarle a De Niro que notaba un interés romántico por parte de la empleada. “Ella notó que había algo ahí, y probablemente tenía razón”, afirmó el actor en el juicio. “Yo quería que todo funcionara, que todo el mundo estuviera feliz y todo funcionara”.
Fue entonces cuando llegaron las acusaciones mutuas. De Niro afirmó que su empleada quería crecer en la empresa, que la ascendió y le triplicó el sueldo (pasó a cobrar 300.000 dólares al año, unos 280.000 euros) sin muchas más responsabilidades. También empezaron las acusaciones: aseguró que Robinson se quedó con puntos aéreos de vuelos por valor de más de 450.000 dólares, comprados para la empresa (aunque después ha reconocido que no había reglas estrictas con respecto a esas millas), y también de que veía Netflix en sus horas de trabajo. En cuatro días de enero de 2019 vio 55 episodios de Friends, 20 de Arrested Development y 10 de Schitt’s Creek durante su horario laboral, según sus informes.
Ella contraatacó con acusaciones que iban mucho más allá. Afirma que está pasando por episodios de angustia emocional severa que no le permiten encontrar otro empleo —aunque se ha postulado a 638 en este tiempo—, salir de casa ni tener vida social, puesto que sufrió “acoso de género”. Cuenta que De Niro le asignó “tareas esterotípicamente femeninas inconsistentes con el cargo” de vicepresidenta, como rascarle la espalda o pasar la aspiradora, y que el actor le gritaba, la llamaba por “nombres desagradables” y mantenía “contacto físico gratuito e indeseado” con ella. “¡Todas esas cosas que lanza contra mí son bobadas!”, gritó De Niro en la vista. “Qué vergüenza, Chase Robinson”.
Finalmente, en el juicio De Niro llegó a admitir que la regañaba en algunas ocasiones, pero que nunca tuvo una actitud de abusos. En una grabación de audio filtrada, se escucha al actor gritándole después de enterarse de que ella estaba pasando una temporada en España, cuando él estaba en EE UU. En ella hay varios “¡que te jodan!”, gritos de “puta niñata malcriada” y acusaciones: “¡No me prestas el puto respeto! ¡Hagas lo que hagas siempre quieres otro puto puesto!”. En el estrado, ella aseguró: “Me siento tan humillada y avergonzada y me he sentido tan juzgada, tan dañada... he perdido mi vida. He perdido mi carrera. He perdido mi independencia financiera. Lo he perdido todo”.
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