Un documental sobre el príncipe Andrés y su entrevista en la BBC acerca de Epstein le ponen de nuevo en el punto de mira

La estrecha relación de Andrés de Inglaterra con el millonario pedófilo Jeffrey Epstein vuelve a ser noticia y a poner al defenestrado príncipe en el punto de mira por la reciente emisión de un documental sobre el hijo favorito de la difunta reina Isabel. Desde que salió a la luz su amistad, el duque de York se convirtió en uno de los implicados en una turbulenta trama de abusos sexuales, a pesar de que tratara de negar (sin éxito) todo vínculo con esta. Epstein se quitó la vida en 2019 mientras esperaba la fecha del juicio en el Centro Correccional Metropolitan de Manhattan. Con él, murió la posibilidad de hacer justicia, al menos en parte. En junio de 2022, Ghislaine Maxwell fue condenada a 20 años de cárcel por proporcionar menores al depredador sexual Epstein. A ello se suma que podría reabrirse la batalla legal contra Virginia Giuffre, la mujer que acusó a Andrés de Inglaterra de abusar de ella cuando era menor y con la que llegó a un acuerdo económico para silenciarla. Ahora, en el nuevo documental de A&E, un nuevo testimonio vuelve a señalar al hermano del rey Carlos III.

Este lunes 21 de agosto se emitió el primero de los proyectos audiovisuales relacionados con el hijo de Isabel II, Los secretos del príncipe Andrés. Además, Netflix está preparando una película sobre él, Scoop, que ya está en fase de producción. El eje sobre el que giran ambos proyectos es la controvertida entrevista que el duque de York concedió en noviembre de 2019 a la televisión británica BBC. Una cita que, más que ayudarle a disipar las dudas sobre su relación con Epstein y el daño que eso estaba provocando a la casa real británica, solo consiguió molestar más a la opinión pública. Reconoció su error y ser amigo de un pedófilo, pero esquivó erróneamente las acusaciones más graves, debilitando su imagen hasta tal punto que, a los pocos días de la desastrosa entrevista, la reina ordenó su alejamiento de toda actividad pública en representación de la monarquía británica.

“Cada vez que la BBC y la realeza se reúnen, siempre despiden a alguien”, explica en Los secretos del príncipe Andrés Emily Maitlis, la periodista que le entrevistó para el programa Newsnight. “No pensé que sería él”, añade. Después de su conversación, que fue grabada en el palacio de Buckingham, nada volvió a ser igual para el príncipe Andrés. Su círculo cercano le había recomendado que no aceptase la entrevista, sin embargo, él hizo caso omiso y siguió adelante con el proyecto a sabiendas de que uno de los temas que se abordaría sería el de Virginia Giuffre, una de las víctimas de Epstein y quien denunció a Andrés de Inglaterra por abusar de ella cuando solo tenía 17 años. Él negó conocer a la chica y afirmó que el relato era completamente falso. Tras la grabación, tal y como relata ahora la entrevistadora, tanto el príncipe como su equipo parecían contentos con el resultado. “Le dijeron a Emily y al equipo de Newsnight que se quedaran en palacio para la noche de cine semanal. Iban a tomar ginebra y té”, explica Sheldon Lazarus, uno de los productores del documental, en Variety. Oferta que el equipo de televisión rechazó: “Estaban ansiosos por marcharse lo antes posible. Eran conscientes de que la cinta que tenían en sus manos era significativa y extraordinaria”, añade Lazarus, que señala que el príncipe fue invitado a participar en el documental (cosa que declinó).

La realidad sería una muy diferente a lo que Andrés esperaba: sus respuestas fueron objeto de duras críticas, hasta tal punto que dos años después de ser apartado de sus deberes reales terminó perdiendo, por orden de su madre, sus títulos militares y patronatos reales a principios de 2022. La denuncia de Giuffre no llegó a juicio después de que ambos llegaran en febrero de 2022 a un acuerdo, en el que él no reconocía su culpabilidad pero sí que ella era una víctima, y ella se comprometía a cesar sus comentarios sobre el príncipe. Pero quien sí habla en el documental es su abogada, Sigrid McCawley, que defiende que Giuffre “fue obligada a tener relaciones sexuales” con el duque de York y que estas no fueron “voluntarias”.

Durante todos estos años, los Windsor se han mantenido ajenos a esta polémica —el único que ha hecho mención alguna fue el príncipe Enrique en su libro biográfico—. Pero las cuatro horas del documental también revelan que el duque de York llegó a invitar a Epstein y a su cómplice, Maxwell, a eventos y cumpleaños celebrados en las residencias reales de Sandringham, Balmoral y Windsor, según cuenta el biógrafo real Andrew Lownie. “[Andrés y Epstein] se hicieron muy cercanos”, afirma. “Verdaderos mejores amigos. Había siete números diferentes para Andrés en el pequeño libro negro de Epstein. Tenía los detalles más íntimos de la vida de Andrés. Epstein dijo: ‘Solo hay una persona a la que le gusta el sexo más que a mí, y esa es Andrés”, explica Lownie, quien asegura de que no hay duda de que por entonces se veían todos los meses y que varios miembros de la familia real británica conocieron a Epstein. “El hecho de que fuera invitado de Andrés sería en eventos privados”, parece justificar en el documental Dickie Arbiter, ex secretario de prensa del palacio de Buckingham. “Andrés habría pedido permiso a la reina para invitarlo. La reina creería a sus hijos... y ¿quién había oído hablar de Epstein en la década de 1990?... Es casi como si Andrés cayera bajo su hechizo. [Epstein] Podría proporcionar vacaciones exóticas. Podría proporcionar yates. Él podría proporcionar chicas”, añade Arbiter.

Epstein llegó a un controvertido acuerdo en 2008 en el que se declaró culpable y fue condenado por reclutar a una niña menor de 18 años para prostituirse. Cumplió 13 meses de prisión, tras los que regresó a la vida social neoyorquina como si nada hubiese pasado. Dos años después, en 2010, se publicaron las imágenes definitivas que vinculaban al pedófilo con el duque de York. Fue la reportera Annette Witheridge quien recibió la noticia de que el príncipe Andrés se encontraba en Nueva York. Pidió un fotógrafo y acudió a la mansión que Epstein tenía en el Upper East Side de Manhattan. “Durante ese tiempo, las chicas jóvenes entraban y salían cada hora y media. Entraban dos y salía una”, relata Witherdige en el documental. Al día siguiente, ambos fueron fotografiados juntos en Central Park, lo que obligó al príncipe a pedir disculpas y a declarar que había roto su relación con él.

A pesar de mantener un perfil discreto tras abandonar su rol dentro de la familia real británica, Isabel II siguió amparándole bajo su protección. Algunos medios de comunicación incluso han señalado que fue la monarca quien pagó parte del acuerdo de su hijo con Giuffre. Hoy la historia es muy diferente. La reina ya no está y es Carlos III quien tiene que hacer frente a todas las polémicas derivadas del escándalo. “[Carlos III] No puede darse el lujo de que resurja otro escándalo sórdido de esta magnitud en este momento crítico. Sería desastroso para la monarquía”, defiende en el documental Christopher Andersen, autor de The King. Y añade: “Gracias a su indulgente madre, Andrés está acostumbrado a conseguir todo lo que quiere. Es un hombre mimado de 63 años y ahora es Carlos quien tiene que asumir el papel de mediador”.

Los secretos del príncipe Andrés aporta un nuevo testimonio que vuelve a sacar a la luz la vinculación del príncipe Andrés con la trata de mujeres dirigida por Epstein. Lisa Phillips, modelo que ha alegado ser una de las víctimas del pederasta, relata su experiencia con el millonario estadounidense. Era el año 2000 cuando consiguió un trabajo como modelo en Tórtola y acabó visitando Little Saint James, la propiedad de Epstein apodada como Isla de los Pedófilos. Fue en una cena junto a otro grupo de modelos cuando apareció el príncipe Andrés. “Siento que mi historia comenzó con el príncipe Andrés y terminó con él”, explica Phillips. Después de sufrir abusos por parte de Epstein, la joven se enteró de que su amiga estaba pasando por algo similar. “Epstein le pidió que fuera a la habitación con el príncipe Andrés. Ella lo hizo, entró en la habitación y tuvo relaciones sexuales con él. Supongo que fue consensuado, no fue una agresión sexual. No sé cómo definirlo, fue simplemente traumático. Ella se convirtió en una persona completamente diferente después de eso. Su vida se salió completamente de control”, defiende en el documental. Después de eso, Phillips cortó todo tipo de relación con el pedófilo.