‘¡Hola!’ se planta frente al pirateo de la revista en WhatsApp: “Emprenderemos acciones legales para que Meta pare esto”

“Este lunes, todo el mundo quería comprar un ejemplar de ¡Hola!. Todos querían ser el primero en tener el número de la boda de Tamara Falcó. Se vendieron todos enseguida. Hoy, martes, ya hemos vendido menos. Es por ese PDF que anda circulando por ahí”, explica Teresa, propietaria de un quiosco de prensa en el madrileño barrio de Chueca. La quiosquera se refiere a la filtración del último número de la popular cabecera a través de grupos de WhatsApp, con un documento en formato PDF que se ha viralizado a gran velocidad. Es difícil encontrar a alguien en España que en estas 24 horas no haya recibido en su teléfono móvil el ¡Hola! completo dedicado al enlace de la marquesa de Griñón e Íñigo Onieva. Conscientes del interés que iba a provocar la boda de la hija de Isabel Preysler, la cabecera, que tiene los derechos de comunicación del evento en exclusiva, no solo adelantó su salida al lunes, sino que también aumentó su tirada, que se agotó ayer en apenas unas horas. Pero no contaba con el pirateo a través de la aplicación de mensajería instantánea, un incidente que ya les ha causado serios perjuicios económicos.

“Sabemos que es difícil rastrear el origen del pirateo. Lo grave es el medio a través del que se están distribuyendo estas copias ilegales y su alcance. En este caso, ese medio es WhatsApp”, explica Rafael Juristo, abogado de la revista, en conversación con EL PAÍS. “Esta plataforma se cubre bien las espaldas con sus políticas y condiciones de uso. Alega que no tiene un control sobre lo que se comparte y nos pide a nosotros la prueba diabólica de buscar al usuario que está enviando a otros el contenido ilegal. Pero es WhatsApp la que tiene los medios para parar esto. Dicen que no pueden, aunque monitorizan todo. Y por eso hasta cierto punto tienen responsabilidad por permitir lo que ocurre dentro de su entorno. Por eso vamos a iniciar un requerimiento particular”, anuncia el letrado. Según Juristo, ¡Hola! va a presentar una reclamación ante WhatsApp —y también ante Telegram— por infracción de derechos de autor de sus usuarios. “O cancelan las cuentas o paran a los usuarios que hacen un uso indebido de la plataforma. Y si no hacen nada, o lo que hacen es insuficiente, ya la reclamación sería directamente contra ellos”, expone. EL PAÍS se ha puesto en contacto con Meta, pero la filial española de la compañía estadounidense por el momento no ha querido hacer comentarios sobre el caso.

Para Paloma Llaneza, abogada experta en ciberseguridad, ¡Hola! tiene pocas probabilidades de ganar esta batalla contra el gigante tecnológico fundado por Mark Zuckerberg. “Meta tiene las redes sociales Facebook e Instagram. Ambas aplicaciones son plazas públicas donde la gente comparte abiertamente contenidos que la empresa puede controlar y auditar. Pero luego tiene WhatsApp, que en teoría es un sistema de mensajería. Y ahí la compañía no puede meterse en los contenidos que se comparten. En teoría, Meta no tiene acceso a esa información. Ellos alegan que hacen un cifrado de extremo a extremo”, explica Llaneza. “Es verdad que WhatsApp se comporta como una red social, pero legamente no lo es. Y Meta se escuda en ello”, señala la abogada. “¡Hola! tiene derecho a solicitar que se retiren sus contenidos, alegando que se están violando sus derechos de propiedad intelectual, pero la empresa les dirá que no puede hacer nada. Y ahí terminará el requerimiento, no tiene más recorrido legal”, concluye.

Juristo, abogado de ¡Hola!, es consciente de la dificultad del caso, pero asegura que la cabecera utilizará todos sus medios y recurrirá a todas las instancias judiciales posibles para que el pirateo no vuelva a repetirse. “Es probable que no hagan nada y que digan que no se pueden meter en los contenidos que comparten sus usuarios. Pero nuestro deber es intentarlo. Habrá que ver hasta dónde podemos llegar. Detrás de ese PDF que circula por WhatsApp hay muchas horas de trabajo de mucha gente. Te podrá gustar más o menos, pero ¡Hola! es un producto que requiere mucho trabajo y mucho dinero”, sostiene.

“Meta ha destrozado la exclusiva”

Según ha podido saber EL PAÍS, hay un gran malestar en la redacción de ¡Hola!. Netflix, la plataforma de streaming estadounidense, había pujado fuertemente por la exclusiva de la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva, pero finalmente fue la revista española la que consiguió la primicia, “por la amistad y el cariño” que unen a la cabecera y a la familia de la marquesa de Griñón desde hace más de medio siglo. Esta habría desembolsado entre 600.000 y un millón de euros por los derechos de comunicación del enlace de la marquesa en exclusiva. “Ahora, Meta, otro gigante americano, ha destrozado la exclusiva”, señalan desde la publicación. Y van más allá. “Esto es muy peligroso porque nosotros no controlamos el contenido de este PDF y podrían estar incluyendo frases, fotografías o informaciones falsas, dañinas, incluso ilegales, sin que nosotros pudiéramos evitarlo. Y eso destrozaría nuestra reputación y el trabajo de todos estos años”, añaden.

Este caso de pirateo también ha causado un gran revuelo fuera de la redacción de la llamada “biblia del corazón”. Pocas horas después de que el PDF comenzara a circular, la Asociación de Medios de Información (AMI) emitió un comunicado calificando el incidente como “el mayor pirateo de la historia de la prensa” española. “Aunque en los quioscos se ha agotado la primera edición y los responsables prometen otra, el especial de ¡Hola! ha llegado a más gente de la que ha comprado la revista a través de la red social WhatAspp, propiedad de Meta, donde ha sido distribuido de forma masiva. Meta ignoraba así el legítimo derecho de la revista ¡Hola! de hacer suyo el fruto de su trabajo”, comienza su nota. La asociación ha mostrado su rechazo ante estos actos que “dañan la propiedad intelectual y afectan a la sostenibilidad de la industria editorial y ponen en peligro el trabajo de los periodistas.”. AMI solicita a Meta “un comportamiento responsable de forma que paralice de manera inmediata la distribución ilegítima de contenidos editoriales y ponga los medios necesarios para evitar que estas conductas se reproduzcan en el futuro”.

Hace apenas unas horas, la asociación ARI, que aglutina a los editores de las revistas más importantes de España, también ha condenado el comportamiento de la empresa de Mark Zuckerberg. Esta asociación subraya que los derechos de propiedad, la inversión y el trabajo de los profesionales se han visto vulnerados “con una magnitud sin precedentes” a través de WhatsApp, “sin ningún tipo de control por parte del equipo interno de la aplicación de mensajería”. ARI también ha exigido a Meta que ponga fin de manera inmediata a la distribución de ¡Hola! y que tome “las medidas necesarias y oportunas para poder brindar solución a esta problemática que semana tras semana afecta a diferentes periódicos, revistas y novedades editoriales”.

Según los artículos 270 y 271 del Código Penal, la piratería de contenidos editoriales es una actividad ilegal y está tipificada como delito que lleva aparejado penas de cárcel de entre seis meses a cuatro años, además de multas económicas y la obligación de resarcir los daños causados. La legislación vigente estipula que están cometiendo un delito tanto las personas que se descargan el contenido desde las fuentes de acceso legítimo y lo distribuyen por primera vez como aquellos que lo reciben y lo reenvían. “Los usuarios tienen su cuota de responsabilidad y tienen que ser conscientes de ello. Incurrir en una ilegalidad debería tener unas consecuencias, pero ahora mismo no hay consecuencias. Y las plataformas, en este caso WhatsApp, también tienen que asumir su parte de responsabilidad”, concluye Rafael Juristo.

El próximo mes de septiembre, ¡Hola!, una empresa de capital cien por ciento español dirigida por la tercera generación de la familia Sánchez, celebrará sus 80 años de vida. En estas ocho décadas, la revista no solo ha sabido mantenerse vigente en épocas muy diferentes de la historia reciente de España —desde la II Guerra Mundial hasta el auge de internet y las redes sociales, pasando por el franquismo y la Transición—, sino que también ha conseguido convertirse en una marca mundial con más de 10 millones de lectores semanales y 51 millones de usuarios únicos mensuales en su web. Actualmente, tiene 15 ediciones en seis continentes, en países como el Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, México, Argentina, Colombia, India, Turquía, Marruecos o Australia.