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Britney Spears carga contra su exmarido y explica por qué se ha distanciado de sus dos hijos

La cantante responde a las revelaciones del exbailarín Kevin Federline, que ha asegurado en una entrevista que los dos adolescentes hace meses que no ven a la artista porque no aprueban su comportamiento en redes sociales

Britney Spears
Britney Spears, en una entrega de premios en agosto de 2016.PA (PA / Cordon Press)
El País

“Criar a niños adolescentes no es fácil para nadie”. Aún menos para alguien con la tumultuosa vida de Britney Spears. La cantante de Toxic explicaba así el distanciamiento que ha sufrido en los últimos meses de sus dos hijos, Sean Preaston, de 16 años, y Jayden James, de 15. Lo hacía en una publicación en su cuenta de Instagram en la que daba la réplica a su exmarido y padre de los niños, Kevin Federline, después de que este hiciera público el distanciamiento en una entrevista televisiva. “Me apena escuchar que mi exmarido ha decidido hablar públicamente sobre la relación que existe entre mis hijos y yo”, ha contestado la cantante. Ambos han coincidido en que ese distanciamiento existe. A partir de aquí, sus versiones difieren.

Kevin Federline vivió un tumultuoso romance con Britney Spears en 2014. Se conocieron en un videoclip, empezaron a salir y se comprometieron, casándose solo tres meses después. Su matrimonio fue igualmente fugaz: dos años en los que tuvieron dos hijos. Después se divorciaron alegando “diferencias irreconciliables”. Desde entonces, Federline, que se ha vuelto a casar con la jugadora de voleibol Victoria Prince y ha tenido otras dos hijas, se había mantenido alejado del ojo público. Hasta ahora. En una serie de entrevistas televisivas que serán emitidas esta semana en la cadena ITV news, ha compartido detalles de su vida privada, ofreciendo una estampa idílica de familia feliz, y de paso ha opinado sobre la de Spears.

El antiguo bailarín asegura que sus hijos se han alejado de su madre en los últimos meses debido a su reciente liberación de la tutela de su padre, una tutela, añade Federline, que “la salvó”. La cantante recuperó su libertad el pasado mes de noviembre, tras más de una década sometida a un férreo control por parte de su padre debido a sus problemas mentales. Esta figura jurídica hacía que su padre y un equipo de abogados administraran su dinero, monitorearan sus comunicaciones, tomaran por ella decisiones personales (como si podía casarse o tener hijos) y también profesionales, obligándola a trabajar en un espectáculo en Las Vegas.

Desde que recuperara su libertad, Spears se ha mostrado especialmente prolífica en Instagram, dónde comparte momentos de su vida y algunas publicaciones en las que se la ve con poca ropa. Este sería, según Federline, uno de los motivos por los que sus hijos se han alejado de ella. “Trato de explicarles: ‘Mirad, tal vez esa es solo otra forma en que ella trata de expresarse’, pero eso no quita el hecho de lo que les hace. Es duro”, ha asegurado en la entrevista. “No puedo imaginar cómo se siente ser un adolescente que tiene que ir a la escuela secundaria”, añade. Spears ha utilizado precisamente sus redes sociales para negar esas acusaciones: “Eso no tiene nada que ver y todo esto viene de mucho antes”, ha dicho en su perfil de Instagram. La artista ha querido señalar que parte de la culpa de que no viera a los niños la tiene su propia madre, quien sugirió que “debía darle los niños a su padre”, mientras ella se encontraba bajo la tutela judicial.

En lo que ambos parecen mostrarse de acuerdo es que en los últimos meses ha habido un distanciamiento. Los menores habrían decidido voluntariamente alejarse de su madre, según Federline: “Los chicos han decidido que no la van a ver en este momento. Han pasado unos meses desde que la han visto. Ellos tomaron la decisión de no ir a su boda”.

Se explica así su ausencia en el enlace de Spears, que se casó el pasado junio con su novio, el entrenador personal Sam Asghari. A la ceremonia asistieron personalidades como Donatella Versace, Madonna, Paris Hilton, Drew Barrymore o Selena Gomez, pero no su familia más cercana, con la que está enfrentada, o sus hijos. Después del enlace, Spears y Asghari se han comprado una casa, valorada en 10 millones de dólares, cerca de la de Federline y sus hijos.

Su nuevo marido también ha dado su opinión sobre este desencuentro. En un post de Instagram ha señalado que las palabras de Federline “no tienen validez”. “Es irresponsable hacer esa declaración públicamente”, ha opinado Asghari. “Los niños son muy inteligentes y pronto tendrán 18 años y podrán tomar sus propias decisiones. Eventualmente, se darán cuenta de que la parte ‘difícil’ fue tener como referente a un padre que no ha trabajado mucho en más de 15 años”.

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