Ana de Armas y el prejuicio latino: “Creí que era una joven poco sofisticada”, reconoce sobre ella Jamie Lee Curtis
La actriz hispanocubana reflexiona en una entrevista sobre riesgo de que sus orígenes la limiten en Hollywood, algo que parecen confirmar las declaraciones de su compañera de reparto en ‘Puñales por la espalda’
Las primeras impresiones pueden fallar, sobre todo si están envueltas en un halo de prejuicio. Cuando la actriz Jamie Lee Curtis conoció a Ana de Armas en el rodaje de Puñales por la espalda supuso que su compañera de reparto era “una joven inexperta y poco sofisticada”. La intérprete de Halloween hizo estas suposiciones por el origen cubano de su colega. “Supuse, y lo digo con verdadera vergüenza, porque ella había venido de Cuba, que acababa de llegar”, ha declarado a la edición estadounidense de Elle.
Ana de Armas es la portada de agosto de esta revista, que le dedica un amplio perfil. En él, la actriz hispanocubana reflexiona precisamente sobre el estereotipo de latina que hay en Hollywood. Ella no reniega de sus raíces, pero tampoco quiere que estas la limiten. “Quiero jugar a ser latina”, declara, “pero no quiero ponerme una cesta de frutas en la cabeza todo el rato”. Un buen ejemplo de esa dicotomía entre no renunciar a sus orígenes y la búsqueda de papeles menos limitantes se ejemplifica en este perfil, que habla sobre dos proyectos cinematográficos muy distintos: uno que no salió adelante y otro que sí va a ser una realidad y por el que Ana de Armas ha ocupado titulares recientemente.
Una vez superados sus prejuicios, Jamie Lee Curtis se convirtió en una amiga y valedora de su compañera dentro de Hollywood. Estaba tan impresionada que quería presentarle a Steven Spielberg para interpretar a María en West Side Story. Al final, De Armas no consiguió el papel, pero se hizo con otro en principio más complicado, el de Marilyn Monroe. De Armas fue a Los Ángeles para hacer una prueba de pantalla para el papel mientras estaba rodando junto a Curtis. “Me mostró una foto de ella como Marilyn”, recuerda la veterana actriz. “Mi padre [el actor Tony Curtis] estaba en Con faldas y a lo loco, y tengo muchas fotos de él con Marilyn. Ana me enseñó un par de fotografías y un vídeo de ella moviéndose, sin audio. Y fue tan impactante… ella era Marilyn”.
“El hecho de que una actriz latina con acento cubano haya sido elegida para protagonizar Blonde [el biopic de Marilyn Monroe que estrena Netflix el próximo septiembre] no es solo una señal de su talento, sino de que Hollywood podría estar volviéndose un poco más abierto con respecto a sus prácticas de casting”, señala la periodista Marisa Meltzer en el perfil de Elle. La intérprete se muestra de acuerdo, pero con matices. “El problema es que, a veces, ni siquiera llegas a la sala con el director para sentarte y probarte a ti misma. Es a la vez agotador y frustrante”, confiesa.
Una nueva vida en Nueva York
Ana de Armas ha tenido una vida itinerante. Nació en Santa Cruz del Norte en 1988 y se crio en Cuba, donde hizo tres películas. A los 18 años se mudó a España, donde trabajó principalmente en televisión, en series como El internado. Después de ocho años, a los 26, decidió darle una oportunidad a Los Ángeles. Hasta ahora.
De Armas tuvo una mediática relación con el actor Ben Affleck, lo que hizo que la actriz fuera el objetivo de todas las cámaras, no solo las cinematográficas. “¿Cómo fue eso?”, le pregunta ahora la periodista. “Horrible”, asegura tajante De Armas. “Fue una de las razones por las que me fui de Los Ángeles”. En la actualidad se ha mudado a Nueva York, donde vive en un apartamento con su novio, el ejecutivo de Tinder Paul Boukadakis. Le encanta vivir en la Gran Manzana, asegura. Está a solo tres horas de vuelo directo de La Habana y mucho más cerca de España que Los Ángeles, algo que valora bastante pues, según reconoce, a veces echa de menos Europa.
Eso sí, la actriz confirma que aún no ha encontrado su sitio en la ciudad, aunque profesionalmente tampoco llegó a encontrarlo en La Habana o en Madrid. “A veces siento que no soy parte de la comunidad de artistas cubanos, y luego estaba en España y siento que no soy parte de la comunidad allí, especialmente porque en España hice más televisión que películas”, afirma. “Y luego estoy aquí, y siento que todavía no estoy allí. ¿Sabes? ¿Soy parte de la comunidad? Apenas conozco a nadie”. Esta reflexión, más personal, entronca también con los mencionados retos profesionales. Ana de Armas se está reivindicando como una actriz latina orgullosa de sus orígenes, pero no quiere limitarse por los bordes de un cliché que se le queda estrecho.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.