Luis Medina, el soltero de oro de la ‘jet set’ española, acusado de estafa y blanqueo
El hijo menor de Naty Abascal y Rafael Medina, anterior duque de Feria, se enfrenta a la acusación de la Fiscalía Anticorrupción por la venta de material sanitario al Ayuntamiento de Madrid
Este miércoles la Fiscalía Anticorrupción se ha querellado contra dos empresarios que en marzo de 2020, cuando más arreciaba la pandemia, vendieron material sanitario al Ayuntamiento de Madrid por valor de 15,8 millones de euros con el ánimo de obtener un “injustificado beneficio económico”. Los empresarios en cuestión son Alberto Luceño y Luis Medina, el hijo menor de Naty Abascal y Rafael Medina Fernández de Córdoba —anterior duque de Feria— y conocido principalmente por sus apariciones en prensa rosa debido a sus noviazgos. Por dicha operación, según la información publicada hasta ahora, Medina, de 41 años, habría recibido un millón de euros con el que habría comprado un yate modelo Eagle 44, llamado Feria, por el que pagó 325.515 euros y adquirido dos bonos de inversión de 200.00 euros cada uno.
Desde 2021, Medina, nacido en Sevilla, ostenta el título de marqués de Villalba. El reconocimiento nobiliario le llegó gracias a la cesión de su hermano Rafael Medina Abascal, actual duque de Feria. En lo que respecta a la actividad empresarial, Medina figura como uno de los cargos directivos, en calidad de representante, de Show Me That, un showroom —espacio donde se muestra ropa y complementos de diferentes marcas— con dirección fiscal en la calle Argensola de Madrid, y que hace cinco años, según publicó entonces El Confidencial, fue denunciado por la empresa de transporte Gescom por impago, habiendo acumulado una deuda de 30.000 euros. A través de dicho servicio de transporte, la empresa de Medina enviaba ropa a personajes conocidos para que la lucieran en eventos. Además, Medina aparece también vinculado a varias sociedades y holdings como Azulalia Essential S.L y Gekko Partners S.L —como administrador único en ambas—, y Nabain S.L., donde dejó de ser administrador único en 2018, cargo en el que ahora figura su madre, Natividad Abascal Romero-Toro. Poco después de que se llevara a cabo la venta de las mascarillas al Ayuntamiento de Madrid por la que ahora la Fiscalía Anticorrupción le acusa de blanqueo, estafa y falsedad documental, en mayo de 2020, se creó Sextante Trade Desk S.L., con dirección fiscal en Madrid, y en la que Luis Medina aparece como administrador y socio único.
Pese a que en alguna ocasión incluso ha ejercido como imagen de marcas como Dolce & Gabbana —la firma italiana le nombró en embajador en 2014—, lo cierto es que al contrario de otros personajes famosos, Medina decidió apartarse del mundo de la moda al que perteneció su madre y de los eventos sociales, manteniéndose también alejado de las redes sociales. Medina no cuenta, por ejemplo, con perfil de Instagram, después de que decidiera eliminarlo cuando contaba con 30.000 seguidores. En 2019, en una de las escasas entrevistas concedidas, el hijo menor de la exmodelo Naty Abascal, aseguró en el suplemento XL Semanal que la fama “te proporciona ciertas comodidades” como conseguir mesa en un restaurante o que hagan descuento en una tienda, “pero no paga las facturas de tu casa”. En dicha conversación se pronunció también sobre su actividad laboral y su exposición pública. “Mis clientes son empresas, puedo entender esa preocupación en un futbolista o en un cantante porque quien paga su caché es el público. Mi nevera no se llena con la buena opinión de la gente”, afirmó.
Medina siempre ha sido considerado como uno de los solteros de oro de la jet set española y a lo largo de los años se le han atribuido numerosos romances, aunque algunos nunca llegaron a confirmarse. Durante casi cinco años mantuvo un noviazgo con Alejandra de Rojas —hija del fallecido conde de Montarco— y se le vinculó con Tamara Falcó y la actriz Norma Ruiz, además de haber salido con Amanda Hearst, heredera de una de las grandes fortunas de Estados Unidos. Su última relación conocida fue la que mantuvo en 2017 con Cristina Fontcuberta, hija de la duquesa de Estremera y el fallecido marqués de Bellamar.
El padre de Luis Medina, Rafael Medina Fernández de Córdoba, fallecido en 2011, también se enfrentó a problemas con la justicia, aunque de muy distinta índole. El 6 de marzo de 1993 ingresó en la prisión Sevilla-1 por orden de la juez María de la Oliva Morillo Ballesteros, acusado de rapto de una niña de 5 años, y de un delito contra la salud pública de tráfico de drogas. Unos días antes, el duque de Feria había declarado en la revista Hola : “Me encantan las mujeres. Son mi única droga. Lo malo es que me gustan las jóvenes y ya voy a cumplir 51 años”.
Durante la instrucción del sumario, a mediados de mayo la revista Interviú publicó un reportaje en el que aparecían fotografías de Rafael Medina y varias niñas desnudas, por lo que fue llamado a declarar y se le acusó de un nuevo delito de corrupción de menores. Recurrió la sentencia condenatoria de 18 años ante el Supremo, quien rebajó la pena el 15 de febrero de 1995 a 9 años, argumentando drogadicción y problemas de salud mental. El 6 de agosto de 2011, a los 58 años, el entonces duque de Feria fue hallado muerto en el palacio sevillano Casa Pilatos, su residencia habitual, después de que ya anteriormente, en 1998 hubiese intentado quitarse la vida.
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