Carlos de Inglaterra, positivo en coronavirus por segunda vez

Casi dos años después de contraer por primera vez el coronavirus, Carlos de Inglaterra, hijo mayor de Isabel II y heredero al trono británico, ha vuelto a infectarse con la enfermedad. Así lo ha anunciado palacio a través de sus redes sociales.

La cuenta de Twitter de Clarence House ha comunicado a la una de la tarde que Carlos, de 73 años, “ha dado positivo en covid-19 esta mañana y ahora está en aislamiento”. Además, añade que el príncipe de Gales está “profundamente decepcionado por no poder atender a los eventos programados para hoy en Winchester y espera con ganas poder reprogramar su visita para lo más pronto posible”. Carlos iba a acudir a Winchester para desvelar una estatua en el centro de la ciudad y visitar su castillo, según refleja su agenda. Por el momento no se han dado más detalles del estado de salud del heredero.

Según han explicado fuentes del palacio de Buckingham y tal y como recoge la revista Hello!, se está “monitorizando” la salud de Isabel II, puesto que al parecer Carlos estuvo con su madre hace pocos días; algunas fuentes apuntan a que el martes, apenas dos días antes de dar positivo. La soberana, por el momento, no tiene síntomas.

La noche del miércoles, el día anterior a dar positivo, Carlos de Inglaterra acudió a un acto del British-Asian Trust de Londres, una institución que trata de unir lazos entre el Reino Unido y el sudeste asiático y que el propio príncipe fundó en 2007, y que tuvo lugar en el Museo Británico de Londres. Allí estuvo junto a su esposa, Camila de Cornualles, y también posó en el photocall, saludó a muchos asistentes y dio un discurso. En todas las imágenes se le ve sin mascarilla. Entre quienes acudieron a la fiesta y estuvieron con Carlos había miembros del Gobierno: allí estuvieron la ministra del Interior del Reino Unido, Priti Patel, y el canciller de la Hacienda británica, Rishi Sunak.

Por el momento, se desconoce el estado de salud de su esposa aunque, como por el momento no se ha comunicado nada al respecto, se presupone que la duquesa es negativa en la enfermedad.

Carlos de Inglaterra y Camila de Cornualles tienen las tres dosis de la vacuna del coronavirus; la primera se la pusieron en febrero de 2021, mientras que la última de ella les fue administrada en diciembre, tal y como contaron ellos mismos en un comunicado en el que animaban a toda la población a vacunarse. “Solo podemos instaros a que miréis lo evidente en nuestras unidades de cuidados intensivos”, explicaban entonces. “Quienes no están vacunados tienen al menos 10 veces más probabilidades de ser hospitalizados o de morir que quienes tienen dos dosis”.

El príncipe es el tercer miembro de una familia real europea en anunciar que tiene coronavirus durante las últimas horas. El miércoles 9 de febrero Margarita de Dinamarca, de 81 años, dio a conocer que también padecía la enfermedad y que estaba aislada en su palacio de Amalienborg, en Copenhague. Un día antes había aparecido en público para inaugurar una exposición. Además, el rey Felipe VI también dio positivo el martes, tal y como se anunció en un comunicado desde el palacio de la Zarzuela. Ha suspendido sus actividades durante una semana. Mientras, tanto la reina Letizia como la infanta Sofía no presentan síntomas y por el momento seguirán con sus actividades con normalidad. La princesa Leonor está lejos de sus padres, estudiando en Gales.

Poco después de superar la enfermedad, Carlos afirmó que había sido “una experiencia extraña, frustrante y a menudo estresante, en la que no es posible contar con la familia ni los amigos y en la que las estructuras habituales de la vida desaparecen en un instante”. En noviembre de 2020 se supo que esos mismos meses, en abril, Guillermo de Inglaterra, su hijo y segundo en la línea de sucesión al trono británico, también había padecido coronavirus, pero que lo había ocultado. “Había cosas importantes que hacer y yo no quería preocupar a nadie”, dijo el nieto de Isabel II en un acto oficial. Entonces, Guillermo siguió con su trabajo, realizando una docena de llamadas telefónicas y videollamadas desde su casa para contactar con distintos grupos sociales, aunque tuvo algunos problemas para respirar.