Los reyes Guillermo y Máxima no han estado a la altura durante la pandemia, opinan los holandeses

Los errores cometidos por los reyes Guillermo y Máxima de Países Bajos durante la pandemia pesan más en la percepción popular que la labor efectuada a lo largo de esta crisis. Su imagen ha salido malparada, según un informe encargado por el departamento de comunicación del Servicio de Información del Gobierno (RVD en sus siglas neerlandesas) sobre el papel de la familia real durante esta crisis. Las visitas del soberano y de su esposa a hospitales, o bien sus encuentros virtuales con diversos grupos ciudadanos, han tenido menos eco que sus truncadas vacaciones a Grecia, en octubre de 2020. El Gobierno holandés en funciones había pedido entonces mesura en los desplazamientos para frenar los contagios, y la pareja tuvo que pedir perdón en público. El RVD encarga todos los años un análisis de esta clase para pulsar la opinión pública sobre asuntos diversos que luego aprovecha para asesorar a la Casa de Orange.

Efectuada entre el 18 y el 22 de marzo de 2021, el resultado de la investigación aparece en el sitio de web de RVD, y en ella se indica que el papel de los reyes Guillermo y Máxima “no ha producido gran impresión” a lo largo de la crisis de la covid-19. La corona neerlandesa depende oficialmente de la oficina del primer ministro, y los investigadores han consultado a un grupo de 16 personas de procedencia diversa. Con estudios bajos, medios y superiores, no había entre ellos críticos acérrimos o bien seguidores declarados de la Familia Real, y de sus respuestas se deduce lo siguiente: “Los participantes no tienen una idea clara de lo que hace la familia real a lo largo de la pandemia, mientras que sí han visto los errores cometidos, entre ellos la escapada a Grecia y una foto tomada allí [en agosto de 2020, en un restaurante local] sin guardar la distancia de seguridad”. Los reyes admitieron que habían bajado la guardia en esa comida griega y se disculparon. El eco de ese incidente se fue apagando, pero las vacaciones de otoño en su villa griega del Peloponeso causaron un escándalo que fue preciso contener.

En octubre, el calendario escolar holandés tiene programadas unas cortas vacaciones, y los reyes viajaron en el avión oficial con sus tres hijas, las princesas Amalia, Alexia y Ariane. Las críticas arreciaban ya para cuando aterrizaron, porque partieron poco después de que el Gabinete hubiese pedido mesura en los viajes a la población. La tensión fue tal que Guillermo y Máxima acabaron pidiendo perdón ante las cámaras. Ese momento mostró lo quebradiza que era la línea entre su percepción de la vida privada y de su responsabilidad pública.

Para el informe ahora publicado, los investigadores hablaron con los 16 interlocutores en grupos de cuatro, y uno de estos mencionó espontáneamente el papel de la familia real durante la covid-19: “Pertenece al grupo que expresó las mayores críticas a la casa real, y señaló que se ha visto poco al rey y a la reina en estos momentos. Que no acompañan lo suficiente a la población”. De todos modos, en otro grupo, cuya opinión era más positiva, hubo también una voz que afirmaba “no tener ni idea de lo que hacen [los reyes]; no se les ve”.

El hecho de que solo se sondeara a 16 personas reduce el carácter representativo de la muestra, pero en RVD se aprovechan estas consultas como indicación fiable para tomar el pulso ciudadano sobre diversos asuntos. El estudio se considera asimismo “una buena guía” para hacerse una idea del sentimiento popular hacia la casa real. De ahí la trascendencia de otra de las respuestas, que subraya la importancia de que la corona “juegue un papel unificador”. Es decir, “que el rey y la reina se muestren involucrados con la gente”. Para saber más de su trabajo, se apunta la apertura de un blog o bien de un podcast que informe sobre las actividades diarias de los reyes para que la población siga mejor su labor.