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LA PARADOJA Y EL ESTILO
Columna
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El amigo paparazi

Los mejores profesionales son los que saben esquivar un ‘photocall’ y acertar con titulares sabrosos lejos de cualquier ‘show’ de egos hambrientos

María Bello y Dominique Crenn, en un acto a favor de la investigación contra el cáncer en 2020.
María Bello y Dominique Crenn, en un acto a favor de la investigación contra el cáncer en 2020.Frazer Harrison (Getty Images)
Boris Izaguirre

Ahora que alcanzamos el 80% de vacunación, el 80% de fiestas son con photocall. Un photocall es un invento de este siglo, igual que las redes, pero que requiere lo presencial, como la vacunación. Un ritual en el que hay fotógrafos, periodistas y famosos. Ninguno de estos campos profesionales exige de un curriculum académico. Primero posas, donde sí se mide un cierto grado de profesionalidad. Y luego vas atendiendo el carrusel de los distintos medios .

En mi caso, resulta un poco traumático. No sé posar bien y desconfío de los compañeros periodistas que siempre me preguntan sobre otras personas, pocas veces sobre mí o algo que yo haya hecho. Tengo que asumir que me pregunten sobre amigas y conocidas. Es una bofetada de humildad. En cuanto a las preguntas, ay, esta semana han sido todas sobre Mar Flores y unas supuestas conversaciones filtradas entre ella y un amigo paparazi. No sé hasta qué punto es buena idea mantener amistad con un paparazi. Me es bastante imposible asociar la palabra confianza a esa profesión. Viven de acechar, de cortarte el paso, o de empujarte a un accidente traumático. Recordemos a Diana de Gales. Pero también es cierto que la celebridad puede dejarte muy sola y que lo único que tengas a mano para pasar una mala luna sea, precisamente, un paparazi o un guardaespaldas. Pero lo mismo pienso ahora de esos arreglos entre miembros de partidos políticos, de dos siglas. Quiero decir que lo mismo que reflexiono acerca de Mar lo hago de Pablo Casado y sus compañeras. No son amigos, pero lo parecen. Tampoco es un talent show. Pero casi.

Con mucho o poco talento, hay que reconocer que estos escándalos no renuevan el ambiente, aunque sí que lo ventilan. Con los supuestos audios de Mar ha vuelto esa figura literaria algo desdibujada por el éxito pospandémico de los photocalls, que es “el comunicado”. La exmodelo emitió uno esta semana para defenderse de las acusaciones, aclarando que sus abogados preferirían que no comunicara nada. Un comunicado puede tener mucho peso, pero también puede causar cierta risa o desafección. Despide aires de sobreactuación. Estoy con los abogados de Mar, por más vieja escuela: mejor silencio que un comunicado.

En cuanto a Casado, la tensión interna en su partido es por quién llegará a la final y será el líder de Madrid. Isabel Díaz Ayuso, que no para de comunicar que es la reina del photocall y de la audiencia, ha llevado a Casado a emitir unas declaraciones curiosas: “El PP no es un talent show” y “aquí no caben los personalismos”. Guau, si la audiencia puede digerir un talent con egos desorbitados, este es el momento. Con las poderosas redes satisfaciendo y estimulando cualquier tipo de narcisismo. El público premia los personalismos. ¡Si lo sabré yo!.

Al ritmo que vamos, probablemente todos terminemos en formato talent show. Precisamente para no volver a uno de ellos, intento escoger lo que ingiero, tanto física como espiritualmente. En la parte gastronómica, tengo que alabar el chic de Dominique Crenn, la primera mujer ganadora del premio Chef of the Year, de Tapas Magazine. La convocatoria nos citó en el Casino de Madrid, un edificio espectacular que impresionó a la chef francesa, residente en San Francisco. Fue un ejemplo de talento verla acompañada de su esposa, la actriz María Bello y con un acento tan comunicativo como sedoso, que empleó para agradecerle a “España su cultura y el amor por la gastronomía”. “Para explicarle mis orígenes a los californianos, me confié e investigué la comida española. Y así, mis raíces como cocinera son de aquí”. Le aplaudió, con entusiasmo, Ana Belén, solidaria y elegante. Observándolas, comprendí que los mejores profesionales son los que saben esquivar un photocall y acertar con titulares sabrosos lejos de cualquier show de egos hambrientos.

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