Ana Obregón vuelve a la televisión vestida de luto blanco y con su hijo Aless en el recuerdo

No se puede decir que Ana Obregón esté de vuelta, pero sí que, poco a poco, está recuperando una cierta normalidad vital. La actriz y presentadora lleva más de un año inmersa en una espiral de dolor y luto tras la muerte, en mayo de 2020, de su único hijo, Aless Lequio, que tenía apenas 27 años. La actriz ya ha explicado en sus redes sociales en multitud de ocasiones que jamás va a terminar de recuperarse de ese mazazo, y que su vida ha acabado. Sin embargo, la noche del miércoles rompió su duelo y apareció en televisión para convertirse en una de las investigadoras de Mask Singer.

Obregón apareció vestida con un mono blanco con plumas en las mangas y tapada con una máscara, porque sus compañeros de jurado, Paz Vega, José Mota y Los Javis, desconocían quien era esa nueva investigadora invitada. Javier Ambrossi no tardó en descubrir quién era: “¡Pero cómo no voy a reconocer a Ana Obregón! Ese cuerpo, ese baile”. La actriz se mostró calmada, contenta, divertida: “Este programa es un programón”, le decía Obregón al presentador Arturo Valls. “Yo ahora que estoy en mi retiro por lo que tú ya sabes, por lo que todo el mundo sabe, estoy viendo la tele y lo único que se puede ver es este programa”. Entre risas, habladora, contó que se le daba bien adivinar a los personajes: “Se me da bien adivinar, soy bióloga, ya sabéis”.

La elección del blanco, con una pieza diseñada por Alejandro de Miguel, no fue casual. Ese color es el mismo que llevó en la que hasta ahora había sido su única aparición televisiva, la de las Campanadas que presentó junto a Anne Igartiburu hace seis meses (donde también la vistió el mismo modisto). Como ya contó entonces, el color es símbolo de luto en muchas culturas y ella se siente cómoda llevándolo. Durante el programa, la presentadora estuvo divertida, simpática y en su línea habitual de despistes y chascarrillos, como cuando contó que no veía demasiado bien porque se iba a haber puesto unas lentillas y se las había bebido la noche anterior. No pudo evitar emocionarse cuando Cactus cantó el tema de Pastora Soler Quédate conmigo. “Me he emocionado, me ha llegado al corazón”, confesó. De hecho, estuvo muy acertada al decir que no era cantante, al contrario de lo que pensaban el resto de los jueces, sino que identificaba al personaje con una mujer humorista. Y, sin hacer spoilers, no falló.

Horas antes de su anunciada aparición en el programa, Obregón contó en su perfil de Instagram —su principal canal de comunicación durante estos meses— que grabar el formato le había dado fuerzas y le había supuesto una especial ilusión. Se había sentido muy arropada por el resto de investigadores, confesó. Y también contó que había sido su amiga y representante Susana Uribarri, su “casi hermana” como se llaman a menudo, quien la había convencido para “dejar el duelo por unas horas” .”Me hacía ilusión porque lo vería con mi madre que acababa de salir del hospital”, contaba. Sin embargo, su madre falleció el pasado 22 de mayo, a los 95 años, y no llegó a ver el programa. “Esta noche se emite y sé que lo verá desde un lugar privilegiado muy bien acompañada”. “El programa de esta noche es alucinante”, remataba, “y os lo dice alguien que lleva 40 años haciendo televisión”.

La aparición de Obregón en Mask Singer ha sido, de momento, puntual. El formato de Antena 3 se ha convertido en el programa estrella del año. El formato en el que famosos se esconden debajo de disfraces, cantan una canción y un jurado tiene que averiguar quién es revolucionó la televisión hace unos meses, a finales de 2020, con su primera temporada, por lo que ha decidido volver pronto y por la puerta grande. Tras sus máscaras de gato o de cactus se han escondido personajes como LaToya Jackson, Esperanza Aguirre o Isabel Preysler.