Los motivos que llevaron a la separación a Ana de Armas y Ben Affleck
La actriz desea tener hijos y él no. Amigos de la pareja creen que la reconciliación todavía es posible
La separación de Ben Affleck y Ana de Armas ha sorprendido a medio mundo. La pareja se mostraba desde hace un año feliz e, incluso, había medios de EE UU que hablaban de compromiso mostrando el anillo que la actriz hispano cubana lucía en su dedo. Pero lejos de fijar una boda, ambos han decidido romper su relación. Sus amigos, según han declarado a varias publicaciones, creen que todavía existe la posibilidad de una reconciliación: “Se quieren mucho”, dicen. La decisión de separarse fue mutua. El motivo de seguir caminos diferentes está en el deseo de la actriz de ser madre, tarea a la que él no está dispuesto.
El actor tiene ya tres hijos nacidos de su matrimonio con la también actriz Jennifer Garner. A sus 48 años, Affleck es padre de Violet, de 14, Seraphina, de 11 y Samuel, de 8 años. De Armas, de 32 años, no tiene hijos. “Ben no está en condiciones de comenzar una nueva familia”, ha dicho un amigo del actor a Page Six.
Los actores se conocieron a finales de 2019 durante el rodaje de Deep Water, un thriller basado en una novela de la escritora Patricia Highsmith acerca de un matrimonio, al que ambos interpretan, y la conexión entre ellos fue “inmediata”, según comentaron fuentes próximas a la pareja a People. “Tuvieron muchísima química desde el primer momento”, añadieron esas mismas fuentes. Luego se les vio disfrutando de un viaje a La Habana en marzo pasado. Desde entonces comenzaron una vida juntos en Los Ángeles. Ana de Armas y Ben Affleck pasaron la cuarentena juntos y dejaron constancia de su felicidad y buena sintonía en sus redes sociales. El pasado 1 de mayo, la actriz celebró su cumpleaños junto al actor, quien le preparó una fiesta sorpresa con tarta, globos y piñata incluida.
De Armas ha estado buscando casas de alquiler en West Hollywood a raíz de la separación después de dejar la mansión valorada en 20 millones de Affleck y poner su casa en Venice, California, a la venta el mes pasado.
Ana de Armas no solo se había integrado a la perfección en la familia de Affleck, sino que también lo había hecho entre sus amigos, quienes consideraban a la actriz “una gran influencia” para el estadounidense en su camino hacia la sobriedad, una batalla que lleva años luchando e incluso ha llegado a pasar por varios centros de desintoxicación y parece que ya se está rehabilitando.
Una de los grandes apoyos de la pareja ha sido Jennifer Garner. La actriz y Affleck mantienen una buena relación pese a que su matrimonio de diez años llegó a su fin en 2015, aunque no solicitaron el divorcio hasta dos años después. Garner ha sido un gran apoyo para Affleck durante todo el proceso por el que ha pasado el actor debido a su adicción al alcohol. Ella le ha acompañado en varias ocasiones a la clínica de rehabilitación, han seguido manteniendo su relación familiar junto a sus hijos y, además, la actriz fue la que intercedió para que no despidieran a su exmarido de su última película, The Way Back, tras sufrir una recaída en sus problemas con el alcohol poco antes de empezar el rodaje.
Ana de Armas se asomó a los hogares españoles en mayo de 2007 a través de su personaje de Carolina, en El internado, conquistó a los telespectadores como lo hicieron el resto de los personajes de una serie que se mantuvo en pantalla durante siete temporadas. Ella tenía entonces 19 años. Desde los 14 años estudió en la Escuela Nacional de Arte de Cuba y a los 16 ya había conseguido su primer papel protagonista precisamente en una película española, Una rosa de Francia, en la que actuó junto a Álex González. Su personaje en la serie que catapultó a la fama a otros jóvenes actores como Yon González, Martiño Rivas, Elena Furiase o Blanca Suárez, hizo el resto. Combinó El Internado con algunas películas nacionales, se casó con el actor Marc Clotet, se divorció en 2013 y se trasladó en 2014 a Hollywood para continuar creciendo como actriz.
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