Gabriela Palatchi, la millonaria heredera convertida en emprendedora

“Mi madre me matará por publicar esta receta. Específicamente me pidió que no lo hiciera. Lo siento, mamá”. Gabriela Palatchi (Barcelona, 1990) ha publicado un libro de recetas en el que revela su maestría en los fogones pero también algunos secretos familiares. De su madre, la empresaria Susana Gallardo, el descubrimiento más importante es su receta del gazpacho. Gabriela, emprendedora culinaria en Estambul, donde reside con su marido, le pide perdón, algo a lo que Gallardo seguramente ya ha accedido —por algo es el amor materno el más incondicional—. El libro, titulado Casa y autoeditado por la autora, está dedicado a su abuela, fallecida en 2020 a causa de la covid-19.

Gabriela y sus dos hermanos, Alberto y Marta, son la nueva generación de una de las fortunas españolas que más titulares de prensa ha copado en los últimos años: Susana Gallardo, miembro de la familia que es principal accionista de la farmacéutica Almirall, se casó en 2019 en segundas nupcias con el ex primer ministro francés Manuel Valls; su padre, Alberto Palatchi, fue el fundador y presidente de la compañía de moda Pronovias, empresa que fue vendida en 2017 por 550 millones de euros a un fondo de inversión británico. Gabriela cuenta que para montar Gabfoods, su restaurante y marca de cocina paleo –a base de alimentos no procesados–, siguió el consejo que le dio su padre: “La mejor manera para conocer un negocio es empezar desde abajo”. En Pronovias, relata la autora del libro, se inició como vendedora en las tiendas del grupo. De aquella experiencia asegura que salió su convicción, transmitida a su padre, de que los vestidos de novia debían ser “más sexis”.

Gabriela Palatchi vive a caballo entre Madrid y Estambul, donde se estableció en 2016 siguiendo al amor de su vida, su marido, el empresario Ediz Elhadef. Gabfood, su sociedad, está domiciliada en la capital de España, en un conocido edificio de viviendas de alto standing del barrio de Salamanca. Las recetas de Palatchi se inspiran en la más variopinta gastronomía internacional, también en tradicionales platos judíos, por influencia de la familia Elhadef. Gabriela desvela en Casa que el plato favorito de su esposo es el pollo al horno que ella le prepara con devoción. “En el discurso de bodas, mi marido mencionó este pollo: ‘Siempre me haces feliz cuando cocinas mi pollo”.

La receta para el gazpacho de su madre consiste en tomate, ajo, cebolla, pimiento verde, pan del día anterior, aceite de oliva, sal, vinagre y un toque especial de vino tinto. Hay otras aportaciones culinarias que Palatchi degustó primero en el hogar familiar o en sus vacaciones invernales en la Cerdaña. De una cocinera italiana que los Palatchi Gallardo contrataron para un viaje de esquí, aprendió a elaborar un pan de focaccia acompañado de flores y otras hierbas. En el mismo chalet de los Pirineos catalanes donde se casó con Elhadef, Gabriela evoca el fricandó que comía tras una larga jornada de esquí, o el pato con foie que prepara su madre para la noche de fin de año. “Este plato es tan sofisticado que si pudiera hablar, te recitaría a Baudelaire”, escribe Gabriela.

La mayor de los hijos estaba predestinada a dedicarse a la moda, pero el amor se cruzó en su camino. La adaptación a Turquía ha sido inmejorable, según su testimonio. Ella misma tiene raíces en el Palatchi admite en su primer libropaís: el abuelo Palatchi era un sefardita turco que emigró a España al estallar la primera Guerra Mundial. El abuelo llegó a la Ciudad Condal acompañado por su hermano. Con una maleta llena de telas como única propiedad, los hermanos Palatchi se hacían pasar por sastres suizos para ganarse la confianza de la burguesía local. En poco tiempo se hicieron un nombre entre las élites de Barcelona. Abrieron una tienda y luego el patriarca fundó Pronovias con su hijo Alberto.

Gabriela explica que disfruta de tanta vida social en Estambul que tuvo que renunciar a la costumbre de comprarse un vestido para cada velada. Lo sustituyó por diseñarse ella misma la ropa, comprando las telas en uno de los barrios con más solera de la ciudad, Osmanbey. Entre los agradecimientos del libro aparecen varias de sus amigas locales –el prólogo lo firma una de ellas, la profesora de yoga kundalini Serra Gürkaynak–, el gerente de Gabfoods, Omer, que empezó siendo su chófer, o “mis monitos”, como llama cariñosamente a los empleados de la cocina de su establecimiento.

La muerte de la abuela, María Teresa Torrededía, el pasado marzo a los 84 años, fue un mazazo para los Palatchi Gallardo. Gabriela publicó en Instagram un sentido homenaje a su abuela: “Cada miércoles juntos, las Navidades, los paseos por las Ramblas, por el mercado, me enseñaste a coser, a cocinar, a cuidar de los demás... Es injusto como te has ido, sin podernos despedir. ¿Qué haremos sin ti?”. Gabriela ofrece en Casa destellos de la sabiduría culinaria de Torrededía, como la receta para preparar un aperitivo de berberechos que le enseñó por videoconferencia, ella en Barcelona y la nieta en Boston, donde cursó sus estudios en dirección de empresa.