El dueño de Revlon vende su patrimonio y se queda ‘solo’ con 4.200 millones: ¿ruina o cambio de estilo de vida?
Ronald Perelman se deshace de una gran parte de sus lujosas posesiones que van desde un avión, varias mansiones y una colección de arte con obras de Rothko, Matisse y Miró
Ronald Perelman, uno de los hombres más ricos de Estados Unidos está vendiendo una gran parte de sus bienes. Desde su avión Gulfstream 650 a su yate de 78 metros pasando por las numerosas obras de arte que Sotheby’s sacará a la venta por valor de cientos de millones de dólares, piezas que fueron trasladadas en camiones de mudanzas desde la casa que el empresario posee en el Upper East Side neoyorquino. En su colección de arte hay desde obras de Miró a Matisse. En la subasta saldrán piezas de Andy Warhol, Jasper Johns, Rothko, Lichtenstein, de Kooning, Jeff Koons. Según el New York Post, también está tratando de vender por 180 millones de dólares The Creeks, su gran mansión en los Hamptons con vistas al mar y rodeada por un parque de 23 hectáreas: una mansión al estilo del Gran Gatsby que ha sido siempre el símbolo de su riqueza.
Según Business Insider, con datos de finales de agosto, en los meses de la pandemia los multimillonarios han aumentado sus activos hasta en 637.000 millones de dólares gracias a la tendencia positiva de la Bolsa y al éxito de muchas empresas tecnológicas que se han beneficiado de la digitalización forzosa de muchas actividades normalmente basadas en la presencia física. Jeff Bezos de Amazon o Elon Musk de Tesla son algunos de los beneficiarios. No le ha sucedido lo mismo a Perelman, propietario de cosméticos Revlon y muchas más cosas, desde videojuegos hasta puros, desde vehículos militares blindados hasta regaliz y chocolate. Ahora lo vende de todo. Dice que lo está haciendo simplemente porque los seis meses de aislamiento de la pandemia le hicieron reflexionar y apreciar un estilo de vida más austero. En Wall Street lo ven un poco diferente: el que hace treinta años fue el hombre más rico de Estados Unidos por poco tiempo y que todavía tenía una fortuna de 20.000 millones de dólares en 2018, ahora se ha quedado con solo 4.200 millones de dólares (3.576 millones de euros).
A la crisis se une que Revlon ha dejado de ser tan rentable como antes, entre otras cosas, porque las mujeres usan menos maquillaje en tiempos del coronavirus cuando el teletrabajo abunda, se pasan más tiempo en casa y se usa mascarilla. Con cinco matrimonios a sus espaldas, acostumbrado a una vida social muy intensa y a ampliar su imperio industrial con un fuerte recurso al endeudamiento, a los 77 años Perelman se ve obligado a cambiar de estilo en todos los frentes. Su matrimonio más famoso y su divorcio más sonado fue el que protagonizó hace una década con la actriz Ellen Barkin, a quien el magnate pagó cuatro millones de dólares tras una batalla legal que duró tres años en la corte de Manhattan. Barkin, de entonces 55 años, denunció a su exmarido por romper la promesa que le había hecho de invertir en una compañía de producción que la actriz había fundado junto a su hermano, George Barkin. Según los abogados de la actriz, Perelman había aceptado en 2005 hacer cuatro inversiones monetarias de diferente cuantía en 2006 y 2007. Pero eso fue cuando Barkin era todavía su esposa. La pareja se rompía en 2006 y el empresario dejó de ingresar dinero en Applehead Pictures, lo que desató la ira de Barkin que le denunció por incumplimiento de contrato. Los términos del acuerdo estipulaban que Perelman invertiría 3,4 millones de dólares, cantidad que ahora debe de pagar más un 9% de interés por el tiempo transcurrido sin aportar su parte monetaria del contrato.
Una cifra que hasta entonces apenas debía asustar al magnate neoyorquino, quien hace cuatro años anunció una donación de 75 millones para la construcción de un centro artístico en el World Trade Center. Perelman, que tiene ocho hijos de cinco mujeres diferentes, hasta ahora se había comportado como el empresario que su categoría requería y entre sus mejores amigos tiene al actual presidente Donald Trump.
Revlon, una de sus empresas más famosas, fue fundada por los hermanos Charles y Joseph Revson en 1932. Empezó vendiendo pintura para uñas y de ahí expandió a los productos para el cuidado de la piel, para el pelo y cosméticos. Hace dos años que la hija de Perelman, Debra, se convirtió a los 44 años en la responsable de la firma tras dos décadas trabajando para la empresa de cosméticos. Con su ascenso se convirtió en la primera mujer que la dirige, lo que le permitió entrar de paso en el restringido club de las ejecutivas de empresas que cotizan en Wall Street. Revlon controla las marcas Elizabeth Arden, Almay, American Crew y Mitchum.
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