El ‘príncipe’ heredero de Bielorrusia, Nikolái, de 16 años
El joven acompaña a su padre, Alexandr Lukashenko, a eventos públicos y encuentros con líderes políticos desde que tiene tres años
El presidente bielorruso Alexandr Lukashenko tiene tres hijos pero el preferido es a todas luces el menor, Nikolái, que el lunes 31 cumplirá 16 años. Desde muy temprana edad, con solo tres años, Lukashenko comenzó a llevar a su Kolia —el diminutivo de Nikolái— a eventos públicos y a los cinco años ya acudía a los encuentros de su padre con líderes de otros países. Esto hizo que se comenzara a hablar de Kolia Lukashenko como el príncipe heredero, como el futuro líder del país.
El mismo Lukashenko no lo desmintió durante largos años, pero en 2012 dijo a la BBC que era falso que quisiera prepararlo como su sucesor y explicó que lo llevaba a todas partes porque el chico estaba tan apegado a él que no era capaz siquiera de irse a dormir sin él. Sin embargo, un año después, Lukashenko echó marcha atrás y avivó nuevas especulaciones y comentarios periodísticos al manifestar que su hijo Nikolái sería presidente de Bielorrusia.
Ahora, en la última de sus idas y venidas, Lukashenko ha vuelto a negar que quiera hacer de Kolia su sucesor y, más aún, asegura que su hijo menor es un opositor. Según el periodista ucraniano Dmitri Gordon, que entrevistó al líder bielorruso a principios de este mes, Lukashenko reconoció: “Sí, tiene ideas opositoras” y aseguró que “de ninguna manera” quiere que sea su sucesor en el poder. “No le deseo semejante destino; quiero que se desarrolle, que viva tranquilo y no que sea presidente de Bielorrusia”, le comentó a Gordon.
A la luz de los últimos acontecimientos, se hace difícil creer que Kolia simpatice con la oposición: se le vio el domingo en la plaza de la Independencia, que queda junto a la Casa de Gobierno, en el mitin de apoyo a su padre –en una foto aparece junto a un guardaespaldas– y el lunes lo acompañó al encuentro con los trabajadores de una fábrica.
También es difícil creer que a Kolia no le guste estar en el foco mediático, como asegura Lukashenko. Desde muy pequeño acompañó a su padre a toda clase de eventos, desde deportivos hasta visitas oficiales al extranjero.
Su padre lo ha llevado consigo en muchos de sus viajes y se le ha visto fotografiado con numerosos presidentes, empezando por los rusos Dmitri Medvédev (Kolia tenía cinco años cuando acompañó a Lukashenko en una visita a Moscú en 2009) y Vladímir Putin. A los 11 años fue con el líder bielorruso a una asamblea general de la ONU y de ese viaje tiene una fotografía en la que aparece junto con su padre flanqueados por Barack y Michelle Obama. Conoció a Chávez en Venezuela y a la muerte de este voló a Caracas con su padre para asistir a los funerales. También estuvo con Lukashenko en las visitas que este hizo al Vaticano (bajo Benedicto XVI y Francisco), China, Emirates Árabes Unidos y otros países.
Si siempre se le ha visto con su padre, no se conoce ninguna foto en la que aparezca junto a su madre. No se sabe con certeza quién es su progenitora, pero los tertulianos dan como un hecho que es hijo de una relación extramarital de Lukashenko con Irina Abélskaya, que ha sido su médica particular. Nacida en 1965, esta pediatra y endrocrinóloga enseña en la universidad y en dos ocasiones ha encabezado el Centro Médico adjunto al Directorio del Presidente de Bielorrusia.
El presidente bielorruso está casado con Galina Lukashenko (Zhelderóvich era su apellido de soltera) y aunque no se han divorciado, no viven juntos. Con ella tiene dos hijos: Víktor (nacido en 1975, el mismo año que se casaron) y Dmitri (1980). Kolia ingresó en junio al 10º grado del Liceo de la Universidad Bielorrusia, especialización Biología. En este liceo también estudió su hermano mayor y lo hacen ahora Daria y Anastasía, las hijas de su hermano Dmitri y nietas de Lukashenko.
Se sabe que el menor de los Lukashenko es aficionado al hockey sobre hielo (pasión del líder bielorruso) y que toca el piano: en un vídeo puede verse al joven tocando una canción acompañado de una solista; al final, Kolia felicita en idioma chino a los habitantes de la República Popular con motivo del Año Nuevo, lo que ha hecho concluir a observadores que el joven sabe algo de mandarín. Kolia no tiene cuentas en las redes sociales —aunque hay varias no oficiales— porque su padre no quiere y se lo ha prohibido.
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