El último y emotivo adiós de Paz Padilla a su marido: bailes, ‘My Way’ y un atardecer

El pasado fin de semana moría, a los 53 años, Antonio Vidal, pareja de Paz Padilla. Vidal, abogado de profesión, fue el primer novio de adolescencia de la humorista, pero sus carreras profesionales los distanciaron durante casi dos décadas y hace unos años se reencontraron para ya no separarse. Por eso, tras su fallecimiento a causa de un tumor cerebral, Padilla le ha querido rendir homenaje precisamente en la misma playa en la que se casaron en Cádiz en 2016.

El entierro de Vidal tuvo lugar el lunes y ese mismo día la presentadora y su hija, Anna Ferrer —nacida de su primer matrimonio con su exrepresentante, Albert Ferrer— acudieron a Zahara de los Atunes para ver la puesta de sol y dedicársela a su gran amor. El martes Padilla colgaba las fotos del atardecer y escribía: “Cada último rayo del sol de ayer fue por ti, tes quiero my love”. Ese mismo “tes quiero”, con una ese al final, era el que adornaba la corona de flores que acompañaba a Vidal en su entierro, en la que se leía: “¿Te quieres casar conmigo? Tes quiero my love”.

El humor y el ritmo acompañaron a Vidal en su despedida. Ya en la misa funeral hubo música, baile e incluso monólogos. Para el último adiós, con la canción My way de Frank Sinatra sonando de fondo, Padilla se balanceaba al ritmo de la música abrazando y besando a su hija, como ella misma ha colgado en su perfil de Instagram. Después, acompañada de media docena de amigos, siguieron bailando juntos en corro en la arena de la playa. De fondo sonó la canción Tes quiero may lof, del grupo La Canalla, una banda fundada en 2009 “por cinco andaluces practicantes y un alma netamente gaditana”, como se describen ellos mismos en la biografía de su página web.

Padilla también tuvo un recuerdo romántico y emotivo con su marido en sus redes sociales, donde colgó una imagen de los dos, abrazados, en blanco y negro, en la que él besa el cuello de la presentadora, con la espalda al aire. “Siempre estaremos fundidos en uno. Espérame que todavía nos queda una tercera oportunidad. Avanza”. Su hija Anna respondía: “Habéis sido el mejor ejemplo de amor, respeto y bondad que nunca tendré. Un amor así de pleno y real, se merece ser eterno”.

De hecho, la propia Anna Ferrer también ha tenido un recuerdo muy cariñoso con el marido de su madre, con quien mantenía una excelente relación. “Me gustaba la familia que formábamos”, escribía, junto a una foto de aquella boda celebrada en Cádiz en 2016. “Nunca podré agradecerte todo lo que me has enseñado. Sé que nos seguirás cuidando como siempre hacías. Avanza, te quiero”.

Padilla y Vidal se conocieron durante su adolescencia, cuando ella tenía apenas 14 años y él, 17. La vida les separó, y sobre todo sus carreras profesionales: él se quedó en Cádiz como funcionario de la Junta de Andalucía y ella desarrolló la mayor parte de su trabajo en Madrid. Cada uno tuvo relaciones e hijos por su cuenta. Veinte años después se reencontraron para ya no separarse. Salieron juntos durante 15 años y se casaron dos veces. La primera, en una ceremonia en India en junio de 2016; después, en octubre de ese mismo año en Zahara de los Atunes. De hecho, la boda en India fue una ocurrencia de la presentadora durante un viaje en el que la ayudó su guía. Vidal apenas se enteró dos horas antes de la ceremonia y la única condición que le puso fue la de volver a casarse delante de su familia y amigos, algo que hicieron meses después en las playas de Cádiz.