Marta Luisa de Noruega estalla contra el acoso de los medios

Marta Luisa de Noruega no puede más. Así al menos se deduce de sus palabras críticas en el podcast Tut og mediekjør, donde ha expresado una crítica hacia los paparazi y los medios de su país. Considera que la persiguen de manera implacable desde que comenzó su relación sentimental con el chamán Durek Verret y después desde que falleció su exmarido, el escritor y pintor Ari Behn, quien se suicidó el día de Navidad de 2019. La princesa se ha referido en concreto a las fotografías que tomaron de ella, su novio, sus hijas y la familia de Verret, el pasado mes de febrero en Hawái, en un momento especialmente delicado para todos ellos porque había pasado muy poco tiempo desde la tragedia que la muerte de Behn había traído a sus vidas, y muy especialmente a las de las tres hijas de la expareja, Maud Angelica, Leah Isadora y Emma Tallulah.

“Las fotos se hicieron sin que nosotros fuéramos conscientes de que estaban allí. Los fotógrafos no se mostraron en ningún momento, estaban muy lejos, así que no teníamos ni idea de quién las hizo. Había pasado muy poco de la muerte de Ari y para las niñas ver esto semana tras semana en las portadas, una y otra vez, fue muy estresante”, ha explicado Marta Luisa. La hija de los reyes de Noruega hace mención a un medio en concreto, la revista Se&Hør, que sacó las imágenes en su portada. Una decisión que un responsable de la publicación justifica afirmando que esas fotografías eran la prueba de que los rumores sobre la ruptura de la princesa y el polémico chamán no habían terminado.

Pero Marta Luisa de Noruega va más allá de este momento puntual y ha afirmado con rotundidad que "desgraciadamente, estas fotos de paparazi son algo demasiado habitual. Y especialmente ahora en este momento tan vulnerable en el que nos encontramos mi familia y yo después de la muerte de Ari. Ha sido muy duro y esto es una carga añadida”.

Lo que es un hecho es que la tranquila vida que vivía la hermana del príncipe Haakon, heredero de la corona sueca, una vez calmadas las aguas tras su divorcio del Ari Behn, saltó por los aires cuando se conoció en mayo del año pasado la relación sentimental que mantiene con Durek Verret. En parte por la polémica que las actividades del chamán trajeron consigo, en parte por la manera que tuvo la propia princesa Marta Luisa a la hora de gestionar públicamente sus muestras de amor por él.

Marta Luisa de Noruega desveló sus sentimientos hacia el chamán en su propia cuenta de Instagram, en la que publicó una fotografía de los dos juntos junto a una declaración de amor. “Cuando encuentras a tu alma gemela, lo sabes. Y yo he tenido la suerte de haber conocido la mía... Me ha hecho darme cuenta de que el amor incondicional existe en este planeta... Me siento feliz y bendecida porque es mi novio”, dijo en el texto la hija del rey Harald. Separada desde hacía tres años del escritor Ari Behn, la princesa oficializaba así su relación con este guía espiritual con el que comparte trabajo. Y conocedora de lo que se venía encima advirtió: “No elijo a mi hombre para satisfacer a ninguno de ustedes”.

A finales de ese mismo mes, Haakon de Noruega, el príncipe heredero, se pronunció sobre la relación que su hermana, la princesa Marta Luisa, mantiene con el chamán Shaman Durek. “Estamos al tanto de lo que se está diciendo y escribiendo. Lo que queremos es hablar con mi hermana, principalmente sobre la posible renuncia a su título y sobre el trabajo que está desarrollando en la actualidad”, comentó.

Y aunque Marta Luisa de Noruega descartó en un principio dejar de utilizar su título de princesa en una entrevista en la que estuvo acompañada por su novio, terminó por renunciar a usarlo en sus actividades comerciales, según anunció poco después en un comunicado difundido por la casa real de Noruega. La princesa Marta había estado de gira con su novio estadounidense, Shaman Durek (también conocido como Derek Verrett), un “guía espiritual y sanador talentoso” para las estrellas que cuenta a Gwyneth Paltrow entre sus clientes famosos. Su gira de conferencias se llamó La princesa y el chamán. Ella no tuvo más remedio que reconocer que el hecho de usar su título de princesa en la gira “fue un error”. "Y lo siento. Las críticas son algo que me he tomado en serio y, en colaboración con mi familia, hemos decidido que es mejor que hagamos algunos cambios”, escribió en su comunicado.

Solo seis meses después su exmarido decidía acabar con su vida y ella y sus hijas volvieron a situarse en la primera línea informativa, pero esta vez en un momento de dolor extremo que es el que ha provocado la queja de la princesa sobre el tratamiento que su familia más directa está recibiendo en los medios.