Las lujosas habitaciones de los reyes de los Países Bajos fueron pagadas por el Estado
La remodelación del palacio Huis ten Bosch costó 63 millones aunque su presupuesto inicial fue de 35. Los monarcas tienen una asignación para el abono de sus estancias privadas
El rey Guillermo de Países Bajos no pagó la renovación de las habitaciones de uso privado en el palacio Huis ten Bosch, su residencia oficial, ubicada en La Haya. El Estado no distinguió entre espacio personal y público, y abonó el monto total de las obras, que ascendió a 63 millones de euros. Los trabajos se prolongaron durante cinco años, y el rotativo NRCHandelsblad ha pedido información sobre el desembolso hecho en las salas de uso familiar, en virtud de la Ley de Transparencia. Sin embargo, el ministerio de Interior no ha querido aclarar cuánto costó la decoración de esa zona específica. Sí ha señalado que el monarca tuvo “cierto poder de decisión” a la hora de elegir el interiorismo. Guillermo recibe una asignación anual de 5 millones de euros para cubrir este tipo de gastos materiales.
Presentado a la prensa en julio de 2019, en el palacio hay paredes adornadas con parte del ADN de Guillermo y su esposa, Máxima, así como habitaciones forradas de murales de efecto fotográfico, y muebles antiguos y modernos de gran calidad. Huis ten Bosch fue también la residencia oficial de la antigua reina Beatriz, madre de Guillermo, entre 1980 y 2013, y según el servicio de información de la Casa Real, necesitaba “una revisión profunda”. Al final, se superó con creces el presupuesto original, de unos 35 millones de euros y el monto total ascendió a 63 millones. En una carta remitida al mismo rotativo, el ministerio de Interior ha justificado su rechazo a mostrar el desglose de las obras en la zona familiar de este modo: “Para proteger la privacidad del rey, y porque no se hizo una división por alas, una privada y otra pública; se consideró un solo proyecto".
El índice de popularidad de Guillermo de Orange ha subido hasta un 7,7% este año, el mayor desde que ascendió al trono en 2013, pero sus finanzas suelen ser motivo de discusión entre la ciudadanía. Y también en el Parlamento. No paga impuestos, y hasta el año 2008, los costes de interiorismo formaban parte del estipendio anual de cinco millones recibido. Ahora, sin embargo, aparece englobado en un concepto más amplio de abarca toda clase de gastos regios. La situación no acaba de convencer al Tribunal de Cuentas, que se muestra crítico con el Gobierno por no proporcionar detalles sobre el uso de esta cantidad en particular. El servicio de información de la Casa Real (RVD, en sus siglas neerlandesas) ha declarado a la televisión pública que NRCHandelsblad “ha llegado a sus propias conclusiones”, pero tampoco han aclarado la situación, en nombre de la privacidad del monarca.
Los despachos de Guillermo y Máxima, ubicados en el propio Huis ten Bosh, sí forman parte del espacio abierto a la prensa en 2019, y la pareja ha sido fotografiada allí estos días. Debido a las restricciones de movimiento derivadas de la covid-19, ambos se han mostrado trabajando, como otros soberanos europeos. Así ha podido verse que el lugar combina tradición, modernidad y mucha luz natural.
Huis ten Bosch está ubicado en un bosque natural en la ciudad de La Haya, y fue construido a mediados del siglo XVII para Federico Enrique de Orange-Nassau, estatúder de las antiguas provincias del norte de los Países Bajos, y su esposa, Amalia van Solms. Durante la ocupación francesa (1795-1813) se utilizó como prisión, museo, burdel y refugio para las víctimas del estallido de un almacén de pólvora ocurrido en la ciudad de Leiden, en 1807. A partir de 1815 volvió a ser de la dinastía Orange, que lo utilizó como residencia de verano en origen. En la II Guerra Mundial estuvo a punto de ser derruido por los nazis, que al final solo demolieron un par de edificios de servicio.
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