Bill y Melinda Gates compran la casa más cara de San Diego
Se trata de una vivienda de casi 40 millones con vistas al oceáno Pacífico y que engrosa el nutrido patrimonio inmobiliario de la familia
Bill y Melinda Gates, de 64 y 55 años, continúan invirtiendo en patrimonio inmobiliario a pesar del confinamiento. Su última adquisición es una vivienda de más de casi 550 metros cuadrados situada en San Diego, California, por la que han pagado 43 millones de dólares (39,87 millones de euros), y que se considera la más cara de la zona. La propiedad es obra del arquitecto y diseñador Ken Ronchetti.
Se trata de una casa situada frente al mar que se terminó de construir en 1999, edificada en una sola planta y que cuenta con varios salones, seis dormitorios, cuatro cuartos de baño y una gran terraza con diferentes ambientes y unas vistas privilegiadas al océano Pacífico. Como no podía ser de otra manera, tratándose del fundador del imperio Microsoft, la vivienda incorpora los últimos adelantos tecnológicos, desde calefacción por suelo radiante a seguridad automatizada, control del clima y de iluminación y un sistema que permite el acceso sin tener que utilizar llaves. Avances a los que el empresario añadirá otros de creación propia que harán de esta casa no solo la más cara de la zona sino también la más moderna.
Su exterior, sin embargo, no tiene estridencias y los colores naturales empleados en su construcción le dan un aire cálido y hogareño, muy adecuado para esta familia a la que gusta pasar tiempo junto a sus hijos —Jennifer, Rory y Phoebe, de 24, 20 y 17 años respectivamente— o amigos. La más conocida de los tres hijos del famoso matrimonio de empresarios y filántropos es Jennifer, que recientemente anunció su compromiso con el jinete Nayel Nassar, de 28 años, tras cuatro años de relación.
La pareja se conoció en la prestigiosa universidad estadounidense de Stanford, donde la novia además de haber estudiado medicina es “atleta ecuestre”, como ella misma se describe en su perfil de Instagram. Nassar, de origen egipcio, se dedica a la equitación de manera profesional. Un deporte que les unió, ya que la hija del segundo hombre más rico del mundo incluye al mundo de los caballos en su forma de vida. Actualmente, Jennifer Gates ocupa el puesto 19 en la Federación Ecuestre de Estados Unidos en la categoría de salto de obstáculos y en 2016 su padre compró, por más de 10 millones de euros, un gran complejo en Wellington donde además de una vivienda de más de 600 metros cuadrados construyeron 20 establos y un espacio de arena para entrenar con los caballos.
Rory, el hijo mediano, nació el 23 de mayo de 1999, se ha graduado en informática y economía por la Universidad de Duke y después ha obtenido un título MBA en la Fuqua School of Business. Él es el que parece más interesado en el negocio que comenzó su padre, ya que su otra hermana, Phoebe, de momento se inclina por su afición como bailarina de ballet.
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