'Batch cooking' de septiembre: cocina una tarde y come toda la semana
¿Organizar el menú semanal te quita el sueño y de lunes a viernes no tienes tiempo? Aquí tienes muchas ideas de platos sencillos y sabrosos para cuatro personas que se preparan en una tarde y sin encender el horno.
El año empezará oficialmente en enero, pero la sensación de pistoletazo de salida se lo lleva el principio de curso, cuando -idealmente después de un reset vacacional- volvemos a enfrentarnos al trabajo, la búsqueda del mismo o los estudios, la rutina y la vida tal y como la conocíamos antes de ese espejismo llamado agosto. El chiringuito queda lejos, y toca volver a cocinar para la semana para llenar el táper y evitar que la cena se nos atragante (al prepararla, no al comerla). Las altas temperaturas tampoco ayudan en este proceso, por eso seguimos prescindiendo del horno -hasta el mes que viene- y nos rendimos a los encantos de la sartén, la cazuela y las legumbres de bote.
La pasta que comeremos esta semana es una receta italiana que invita a la improvisación: se suele comer al volver de la playa y se prepara con una sencilla base de ajo, hierbas y lo que tengas por casa. Se puede añadir tomate troceado, una lata de caballa en aceite o unas anchoas; si la vas a preparar con tomate en dados haz una buena cantidad y congélala en cubiteras grandes o vasitos (con dos cucharadas por persona tenemos una ración, para 80-100 g de pasta seca). No hay que esperar a que el tomate se fría: solo tiene que coger un poco de color -unos cuatro minutos a fuego alegre- y ya estará lista para mantecar la pasta o congelarla.
La vichysoisse que incluímos en este menú puede tomarse fría o caliente, por si alguna noche bajan las temperaturas y apetece algo que temple el cuerpo. Preparar una sartenada de pimientos salteados, listos para preparar una tortilla, un salteado, un revuelto o una tostada puede alegrarnos varias comidas en una misma semana. Juntar dos de las preparaciones del menú semanal -en este caso, los pimientos y la cebolla pochada para el bacalao- también puede darnos una alegría en forma de tercer plato, que hoy es una tortilla pero podría ser una ensalada de legumbres cocidas, o un guisito rápido si le ponemos un poco de agua, especias o hierbas y dejamos que haga chup chup durante unos minutos. Todo lo que puede congelarse, descongelarse y quedar igual de bien -siempre en bolsas de congelación, de silicona o recipientes perfectamente cerrados- es mejor para comerlo a final de semana, como el pollo guisado o el bacalao, que podemos tener congelado en crudo, sacar el día antes del congelador y rematar con la cebolla al momento.
Las ensaladas las prepararemos en el momento de consumirlas, pero al tener las vinagretas listas tardaremos apenas un par de minutos: solo hay que cortar y mezclar. Podemos cortar el calabacín en rodajas o medias lunas, o sacar tiras con ayuda de un pelador de patatas, una técnica rapidísima que da buenísima textura a esta hortaliza, y permite desechar fácilmente las semillas si hay muchas. Cuando llegas a ellas, simplemente empiezas a sacar tiras por otro lado, hasta que ya solo queden las semillas, que podemos desechar o congelar para hacer una crema o puré (en crudo pueden ser un poco indigestas si tienes el estómago delicado).
Seguimos sin incluir los desayunos, meriendas o picoteos en la organización semanal, ya que estos no necesariamente se cocinan. De nuevo recomendamos dejar algunos de los básicos —en cada casa son diferentes— preparados en una bandeja dentro de la nevera para no tener que pensar demasiado mientras todavía luchas por despertarte. Yogur o kéfir, leche o bebida vegetal con copos de avena para tomar fría o caliente -tal cual o con un poco de chocolate 70% rallado, cacao o pasas, orejones o dátiles picados-, queso fresco o quark, labneh solo, con cebollino fresco o con hierbas, cualquier fruta de temporada o aguacate y pepino especiado para comer en tostada o bocadillo.
Cenas
- Crema fría de garbanzos y pepino con cebolla en vinagre + sardinas o atún en escabeche (en conserva) + ensalada de tomates, cogollos y calabacín con vinagreta de avellanas, limón y tomillo
- Bacalao encebollado + pimientos asados con vinagreta de miel + quinua
- Vichyssoise de pera con gorgonzola + spaghetatta di mezzanotte
- Tortilla de pimientos y cebolla + untable de judías con calabaza, curry y leche de coco + pan integral
- Espinacas con garbanzos + pollo guisado con tomatitos y cebollitas agridulces
Comidas
- Tofu con champiñones al vino tinto + quinua + ensalada de tomates, cogollos y calabacín con vinagreta de avellanas, limón y tomillo
- Vichyssoise de pera con gorgonzola + espinacas con garbanzos y huevo duro
- Spaghetatta di mezzanotte + tofu con champiñones al vino tinto
- Bacalao encebollado + crema fría de garbanzos y pepino con cebolla en vinagre + untable de judías con calabaza, curry y leche de coco
- Pimientos asados con vinagreta de miel + arroz integral + pollo guisado con tomatitos y cebollitas agridulces
Preparación
- En una cazuela grande, poner 10 cebollas cortadas en tiras con un poco de aceite y sal. Cocinar a fuego medio, removiendo de vez en cuando, hasta que esté dorada.
- En otra cazuela o sartén grande, poner seis pimientos rojos -si son pequeños, un par más- troceados en tiras gruesas. Añadir un poco de aceite, sal y pimienta y cocinar a fuego medio-alto, removiendo de vez en cuando hasta que tengan los bordes bien dorados y estén un poco tostados, pero no blandos.
- Mientras, poner en una ollita 400 g de calabaza troceada, una lata de leche de coco, dos dientes de ajo troceados y una cucharada de pasta de curry. Llevar a ebullición a fuego muy suave durante unos 15 minutos o hasta que la calabaza esté blandita y la salsa haya reducido. Dejar enfriar y, cuando esté a temperatura ambiente, mezclar con 800 g de judías cocidas y zumo de lima al gusto. Ajustar de sal y llevar a la nevera: el untable de judías con calabaza, curry y leche de coco está listo.
- Cuando los pimientos se hayan cocinado, separar ⅓ para la tortilla en un táper (donde quepa también la cebolla que pondremos cuando esté lista). Tirar sobre el resto un chorrito de miel y otro de vinagre de manzana, dar unas vueltas para que se reparta bien y ya tendremos los pimientos asados con vinagreta de miel.
- Cuando la cebolla esté lista, pasar 1/5 al táper de los pimientos y reservar en nevera hasta el momento de cuajar las tortillas.
- Cortar dos pepinos, cuatro zanahorias y un pimiento en palitos. Estas crudités en un tarro o bolsa de silicona bien cerrada aguantarán bien tres días en la nevera: en ese momento habrá que repetir el proceso con el resto para acompañar el untable de judías con coco y curry el resto de la semana.
- Pasar un agua a la cazuela o sartén donde se hicieron los pimientos y añadir un poco de aceite. Dorar los 12 contramuslos de pollo deshuesados -cortados por la mitad y salpimentados- durante unos tres minutos por cada lado a fuego alegre. Añadir ¼ de la cebolla reservada, 400 g de tomates cherry, las cebollitas en vinagre y romero al gusto. Añadir unos 150 ml de líquido (puede ser vino blanco, agua, caldo o una mezcla de cualquiera de los anteriores con un poco del vinagre de la conserva, para potenciar el sabor ácido). Cocinar a fuego medio-bajo durante unos 10 minutos (depende del tamaño de los contramuslos puede ser un poco más, tienen que quedar cocidos por dentro). En ese momento el pollo guisado con tomatitos y cebollitas agridulces estará listo.
- Mezclar en un tarro con tapa 150 ml de aceite de oliva virgen extra con zumo de limón, sal, pimienta y tomillo al gusto. Agitar hasta que la sal se deshaga. Añadir 60 g de almendras tostadas picadas en bruto y la vinagreta para la ensalada de tomates y calabacín estará lista: con ½ calabacín mediano, un cogollo y un tomate por persona y ración será suficiente.
- Mientras, triturar 800 g de garbanzos cocidos, cuatro pepinos -quitándoles las puntas y la mitad de la piel-, ajo al gusto y cuatro yogures con 800 ml de agua, un poco de chile o salsa picante, un chorro de aceite y otro de vinagre hasta conseguir una crema fina. Poner al gusto de sazón, teniendo en cuenta que el frío y el reposo la harán más sabrosa y picante. Podemos servirla con algunas de las cebollitas sobrantes del pollo picadas por encima, un toque de pimienta y un chorrito de aceite de oliva virgen extra.
- Cocinar el arroz integral y la quinoa -previamente lavada bajo un colador hasta que deje de hacer espuma- según instrucciones del fabricante. Enfriar bajo el agua corriente, dejar escurrir bien y guardar en un táper bien cerrado en la nevera hasta el momento de consumo.
- Cocinar cuatro huevos durante nueve minutos en agua hirviendo a fuego muy suave. Retirar y enfriar muy bien para que no se pasen.
- Poner 1/3 de la cebolla restante en una olla a fuego medio-bajo, añadir la parte blanca de tres puerros, tres peras Conferencia y cuatro patatas pequeñas, todo pelado y troceado con un poco de sal, pimienta, un chorrito de aceite y una nuez de mantequilla. Dejar que se dore ligeramente durante unos 15 minutos, removiendo de vez en cuando. Mojar con 1,8 litros de agua o caldo de verdura y dejar cocinar unos 20 minutos a fuego suave. Añadir 300 ml de leche evaporada y 150 g de gorgonzola y triturar bien. Ajustar de sazón y, si se quiere, añadir un poco más de agua (sobre todo si se va a tomar fría). Reservar en la nevera hasta el momento de consumo.
- Salpimentar -sal solo si es necesario- los 8 lomitos de bacalao y pasarlo por un poco de maizena (opcionaI). Marcar en una cazuela por ambos lados, añadir la mitad de la cebolla que queda, un poco más de pimienta y mojar con unos 200 ml de vino blanco. Cocinar a fuego medio-bajo tapado unos cuatro minutos, destapar y cocinar unos tres más, o hasta que las lascas del bacalao se empiecen a separar. En ese momento, parar la cocción y sacar el guiso de la cazuela para que no se pase (recalentar con cuidado y suavemente cuando lo vayamos a comer).
- Marcar en una sartén a fuego alegre un bloque de 600 g de tofu duro bien escurrido, hasta que se dore por todas partes. Añadir 400 g de champiñones en cuartos, una hoja pequeña de laurel y cuatro dientes de ajo troceados, bajar un poco el fuego y seguir hasta que el ajo y las setas se doren. Añadir la cebolla frita restante, 200 ml de vino tinto y 100 de agua o caldo, sal y pimienta. Guisar durante unos 20 minutos a fuego medio-suave, o hasta que la salsa coja una cierta consistencia.
- Tostar con un poco de aceite -sin llegar a freír- seis rebanadas de pan de barra. Pasar a un plato, espolvorear con pimentón al gusto y mojar ligeramente con vinagre de manzana o vino blanco. En la cazuela grande, sofreír 12 dientes de ajo laminados con un chorro generoso de aceite. Cuando estén listos, retirar ⅔ del ajo y añadir 500 g de espinacas frescas o descongeladas y dar unas vueltas hasta que pierdan volumen. Añadir 1,2 kg de garbanzos cocidos y el pan troceado. Dar vueltas durante un par de minutos y reservar (servir la mitad tal cual y el resto con huevo cocido troceado encima).
- Cocer en agua salada la pasta, dos minutos menos de lo que indica el fabricante. Mientras se cuece, devolver el ajo restante a la cazuela grande limpia, con un poco más de aceite, algo de mantequilla y hierbas aromáticas secas, como salvia, albahaca o romero. Añadir 600 g de tomate en dados -puede ser en conserva- bien escurrido y dar vueltas a fuego alegre durante unos cuatro minutos. Añadir la pasta escurrida, unos 120 ml del agua de su cocción, dos cucharadas de hojas de perejil fresco picado y dar vueltas durante un minuto más. Separar en dos tápers y, cuando esté a temperatura ambiente, pasar a la nevera. Cuando la pasta se enfríe tendrá un aspecto duro y no muy apetecible, pero al volver a calentarla con un chorrito de agua y otro de aceite, recuperará todo su esplendor (y no estará pasada, porque hemos ajustado los tiempos al proceso).
¿Quieres más ideas de 'batchcooking'? Mira nuestras anteriores entregas.
Verdulería
10 cebollas, 8 pimientos rojos, 400 g de calabaza, 4 cabezas de ajos, 2 limas, 4 pepinos, 8 zanahorias, 400 g de tomates cherry, 2 limones, 4 calabacines medianos, 8 cogollos Carrefour Calidad y Origen, 4 pepinos, 3 puerros, 3 peras Conferencia, 4 patatas pequeñas, 400 g de champiñones, 500 g de espinacas frescas, perejil fresco picado.
Pescadería
8 lomitos de bacalao.
Pollería
12 huevos, 12 contra muslos de pollo deshuesados sin piel.
Lechería
4 yogures naturales, 350 ml de leche evaporada, 150 g de gorgonzola.
Además
Aceite de oliva, una lata de leche de coco para cocinar, sal, pimienta, 800 g de judías cocidas, 1 tarro de cebollitas en vinagre, romero, vino blanco o caldo al gusto para el pollo, vino blanco para el bacalao y los champiñones, vinagre al gusto, tomillo, 60 g de almendras tostadas, 2 kg de garbanzos cocidos, salsa o chile al gusto,250 g de arroz integral, 500 g de quinua, mantequilla, 1,8 l de caldo para la vichyssoise, 600 g de tofo duro, laurel, 1 barra de pan, pimentón, 800 g de pasta larga (en crudo), hierbas aromáticas para la pasta, un bote de tomate troceado en conserva.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.