Contra la barbarie, todos al bistró

Después de salvajadas tan horrendas como los atentados de París, surge la duda: ¿hay que suspender lo cotidiano en señal de duelo? ¿O hay que seguir viviendo igual para no conceder a los terroristas la victoria de vernos paralizados y hundidos? La respuesta puede estar, como casi siempre, en un punto intermedio: el luto es un símbolo necesario de duelo y respeto hacia los muertos, pero una vez pasado cierto tiempo desde el choque inicial, quizá haya que empezar a dar muestras a los energúmenos de que no van a salirse con la suya. Porque no hay nada que moleste más a los fanáticos religiosos que la joie de vivre, de la que París es todo un símbolo.

La guía gastronómica francesa Le Fooding ha emprendido una iniciativa que va en esa dirección: Tous au bistro. Se trata de un llamamiento a todos los “amigos, lectores, seguidores, visitantes y en general a todos los franceses que puedan” a salir a restaurantes, bares, cafeterías y cervecerías mañana martes por la noche. Los objetivos son tres: “Rendir homenaje a las víctimas de los atentados, apoyar a los profesionales de la restauración y el entretenimiento, y que Francia, en lo que respecta a París, no sea traicionada por nuestros miedos”. El éxito de la idea en las redes sociales ha sido rotundo, con la etiqueta #tousaubistrot convertida en trending topic en Francia en cuestión de horas.

A los responsables de Le Fooding se les ocurrió impulsar Todos al bistró después de que el chef Eric Frechon pidiera en Facebook que se guardara un minuto de silencio a las 21.00 de mañana en los bares y restaurantes de París. "Nuestro objetivo es que la gente vuelva al restaurante de debajo de su casa el martes por la noche”, ha explicado a AFP el creador de la guía, Alexandre Cammas. “Debemos volver a encender las luces”.

Al sector de la hostelería no le faltan motivos para sentirse golpeado por el horror: cinco restaurantes, Le Carillon, Le Petit Cambodge, La Casa Nostra, À La Bonne Bière y La Belle Equipe fueron atacados la noche del viernes, y en ellos murieron 39 personas. El sábado, la caída de la asistencia a locales de restauración fue drástica, con una reducción de ventas del 60% según ha explicado la patronal del sector al diario Le Monde. La actividad se reestableció parcialmente el domingo, cuando llegó a dos tercios de un día normal.