Los críticos más implacables del mundo
Insobornables. Sin pelos en la lengua. Y a veces, con mocos. Son Los Comidistitas, el equipo de críticos gastronómicos de 4 a 9 años que analizará restaurantes de alta cocina en El Comidista. Su primera víctima es Disfrutar.
Dicen que los niños y los locos dicen siempre la verdad. Como de locos disponibles andábamos justos, hemos elegido a cuatro niños para que cuenten lo que pasa realmente en los restaurantes de alta cocina. Si el huevo cocido a baja temperatura con trufa del Piamonte está realmente mejor que el huevo frito con patatas. Si la emulsión de kimchi y la vinagreta de yuzu, más que exquisiteces exóticas, dan asco. En definitiva, si los platos saben bien o son un truño, al menos a los ojos y al paladar de un crío.
El equipo de Los Comidistitas está formado por grandes expertos. Valentina, de 9 años, es catadora de leguminosas, y sufre de ciertos traumas con las texturas gelatinosas. Rai, de 4 años, no puede ni ver el aguacate, aunque como crítico de pan no tiene rival. Además de maestra en sushi, Lúa, de 8 años, es la que lo prueba todo y (milagro) le gusta. Elvis, de la misma edad, podría empezar a trabajar como testador de gominolas, además de poseer el superpoder de diferenciar los pimientos ecológicos con sólo catarlos.
La primera incursión de Los Comidistitas en el proceloso mundo de la crítica gastronómica se produjo en el restaurante Disfrutar. Los destinos de este nuevo templo de la cocina de vanguardia en Barcelona están regidos por tres exjefes de cocina de ElBulli: Mateu Casañas, Oriol Castro y Eduard Xatruch. Desde aquí les agradecemos no sólo su colaboración, sino también su valentía para enfrentarse al reto de someter sus fantasiosas creaciones al juicio de cuatro criajos.
La serie de vídeos de Los Comidistitas es una adaptación de un experimento similar que hizo el New York Times en un restaurante de alta cocina en Brooklyn.
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